Capitulo #12

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Capitulo #12

Qué diablos hacia mi madre llamándome, eso sí que era extraño, solo se interesaba en mi si quería algo y yo no estaba dispuesta a complacerla, Finn parecía tranquilo ante la llamada de mi madre, lo cual me pareció extraño, sus ojos estaban cerrados y respiraba tranquilamente. La intriga me mataba, pero no sabía si decirle que me contara. Al demonio las inseguridades vamos directo al grano -

-Y, que quería mi madre -dije alargando la primera letra, aun con los ojos cerrados, sonrió sin mostrar sus dientes -

-Solo preguntaba por ti - movía mis dedos en un acto nervioso sobre mi regazo, su paciencia me desesperaba -

-¿Solo eso?, ¿No te dijo nada más? - mi labio inferior estaba a punto de explotar si lo seguía mordiendo. Aun sin moverse asintió, estaba a punto de estrangularlo - Que dijo - dije desesperada -

-Que la visitaras, y que si no lo hacías vendría ella. También dijo que quisiera verme - mis ojos se abrieron al tope, esto no es una broma definitivamente, ella hablaba enserio, tendría que visitarla, lo peor de todo, era que quería conocer a Finn, eso no era bueno, el único hombre que mi madre aprobaba para mí, era George, no quería que me avergonzara frente a él, pero no quedaba más remedio que ir con la loca e histérica señora que era mi madre. Deje escapar un largo suspiro, mientras me dejaba caer en el respaldo del sofá. Imite su gesto y cerré mis ojos -¿Qué pasa, estas bien? - seguiría su juego, solo asentí mas no abrí mis ojos - Vamos - sin más halo mi brazo, dejándome de pie frente a él, lo mire confundida -

-¿Adónde vamos? - una sonrisa se coló entre sus labios -

-Tendremos una cita - no me dejo decir ni una palabra más ya que poso sus labios en los míos, creando un dulce beso - Son las ocho, así que tenemos que darnos prisa - asentí un tanto aturdida. Caminamos por las calles, el frio era abrazador, daba gracias por traer un abrigo, que aún no era lo suficiente, ya que el aire se colaba.

Nuestros pasos se detuvieron frente a un hermoso parque, observando todo detalladamente, asombrada. Esto era grandioso, pequeñas luces, estaban en los árboles, eran tenues, Mientras la luz de la luna iluminaba, nuestro alrededor. Sentí sus brazos en mi cintura, su cabeza quedo en mi hombro. El silencio nos inundaba, pero era un silencio agradable. Beso mi mejilla suavemente, así sintiendo el calor de sus labios contra ella, di media vuelta y rodee con mis manos su cuello, hundiéndome en el, disfrutando el calor que emanaba, su dulce colonia se coló entre mis fosas nasales. Bese su cálido cuello, causando que su piel se erizara. Acariciaba mi espalda con sus suaves  y grandes manos.

-¿Quieres bailar? - pregunto casi en un susurro, saque mi cabeza de su cuello -

-No hay música -sonrió y roso su nariz con la mía -

-Imaginemos que hay - Balanceo su cuerpo de un lado a otro, suavemente, comenzando así nuestro silencioso baile. Recosté mi cabeza en su hombro. -

-Me gusta estar así - rompí el agradable silencio, me puse recta, mirándolo fijamente a los ojos, sonrió y acerco su rostro al mío, pero el beso anhelado, se posó en mi mejilla, sonreí -

-Créeme, me gusta más - Beso suavemente mis labios - Vamos - halo de nuevo mi brazo, dejándome una vez más confundida.

Corriendo, alaba mi brazo, tenía suerte de no haber caído en la acera, ya que corría demasiado rápido, nos detuvimos en el impire state, aún más confundida  lo mire, él se encogió en hombros y me halo de nuevo, hacia dentro del gran edificio, entre más pasaba el tiempo más confundía estaba, esto es demasiado raro, subimos al asesor, y solo la música de este nos acompañaba, después de un rato se detuvo, y bajamos de él, mire a mi alrededor, se veía toda la hermosa ciudad, estábamos en la cima.

-¿Te gusta? - gustarme era poco, asentí aturdida por tal belleza - Ya que estamos a aquí - se acercó y choco sus labios con los míos, sonreí contra su boca - ¿Te gustaría ser la novia de este loco chico? - mi boca se abrió ante su pregunta, las palabras no salían de mi boca, provocando que su seño se frunciera -

-Si - mi corta pero exacta respuesta, lo alegro demasiado, beso con efusividad mis labios, tomando mi cintura acercándome más a él, por mi parte  rodee su cuello con mis manos, enterrando mis dedos en su pelo, antes de que pudiera ponerse intenso, se separó lentamente y juntando  su frente con la mía, conecto su mirada a la mía -

-Te amo, Muffin - sonreí al recordar aquel para nada normal apodo, bese sus labios cortamente y rose mi nariz con la suya -

-Yo también te amo, Finny - el también rio, y me beso de nuevo.

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Encontrarte. «Finn Harries» «AU» Secuela de ESCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora