Capitulo #15

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Capitulo #15

Durante la película estuve abrazada a Sam, ya que estaba llorando, Finn estuvo serio, y no nos dirigía ni una sola mirada, solo miraba al televisor. En unos momentos en los que Sam se quedaba dormido, solo le daba una palmadita en la mejilla y este despertaba al instante.

Al acabar la película Sam abandono el apartamento, dejándonos solo a Finn y a mí. Aunque pareciera que solo estaba yo, ya que este estaba muy quieto, me acerque un poco y bese su mejilla, gruño levemente. Avancé un poco más, al punto de estar sentada sobre su regazo, puse mis manos en sus hombros y lo mire fijamente. Su mirada estaba en un punto lejos de mí, hundí mi cabeza en su cuello, besando un poco, su piel se erizo, ante mis besos

-¿Qué pasa? – pregunte ya que él no pensaba hablar, me abrase un poco a su cuerpo –

-Nada – Intento quitarme de sus piernas, mas no lo logro –

-Dímelo – Me puse frente a él, rosando nuestras narices, dio un largo suspiro anunciando su rendición –

-Es solo que, soy tu novio, me tienes que abrazar a mi – sonreí ante sus celos –

-Lo estoy haciendo ahora – Dije subiendo mis manos hacia sus hombros –

-Me refiero, en una película – di un casto beso sobre sus labios –

-Lo siento, ¿me disculpas? – Asintió y beso mis labios con lentitud – Eres un celoso – volví a besar sus labios y este sonrió contra estos. –

-Estoy orgulloso de eso – hundió su cara en mi cuello, donde repartió pequeños besos –No te gusta, si quieres puedo dejar de serlo – Mordió mi cuello, causándome un pequeño gemido  -

-No, pensándolo bien, me gusta que seas celoso – Bajo hacia mi clavícula y subió hasta mi mandíbula, terminando en mi oído –

-¿Vamos a la cama si?- ese comentario me causo escalofríos – No creo que todo lo que quiero hacer se pueda hacer en sofá. No en realidad si se puede, solo quiero que estemos cómodos – Asentí un poco aturdida, ya que Finn no me dice esas cosas tan a la ligera.

Camino conmigo en brazos  hacia la habitación, recostándome delicadamente en la cama, se posiciono, sobre mí, busco mis labios en la penumbra de la alcoba, seguí su lento y delicioso beso. En un inesperado momento se tumbó de espaldas hacia mí, mi cejo se frunció levemente, tomo la manta y se tapó con esta hasta debajo de sus orejas. Confundida era poco para lo que sentía ahora. Toque su hombro, pero no se inmuto, siguió respirando con regularidad. Sacudí un poco más fuerte, hasta que este se volvió hacia mí, su cejo se frunció al momento que me vio –

-¿Qué pasa? – Sonaba confundido, pero fue demasiado injusto, provocar y luego, luego, luego nada –

-¿Qué te pasa a ti? – Su ceño se frunció aún más –

-¿A qué te refieres?, defínelo – Si fuera por mi juro que estaría en el piso, conmigo sobre el golpeándolo  -

-A, a eso, eso que me haces. Eso, provocarme con tus palabras lindas, y, y luego me besas, me traes aquí, y luego nada – Hablaba muy rápido y mis manos se movían mientras lo hacía. Una sonrisa traviesa se coló por sus labios – Dijiste algo en el sofá – la sonrisa seguía pegada en sus labios –

-Yo hablaba de dormir, tu sofá es muy pequeño para los dos colega, ¿a qué creías que me refería acaso? – sus cejas subían y bajaban, tape mi rostro con mis manos y le di la espalda. Su risa resonó en la obscura habitación – No es gracioso – Tome la manta y me cubrí por completo con ella. Sus brazos me rodearon –

-Sí, es un poco gracioso, tienes una mente bastante sucia – Me removí entre sus brazos, pero no logre zafarme – No, no, no cariño, si quieres podemos hacer lo que piensas, no tengo ningún inconveniente.

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Encontrarte. «Finn Harries» «AU» Secuela de ESCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora