Lucy Wants To Play.

Vacaciones de Verano 09'

Mañana
Son las 7 am, vamos camino al sur, a la playa de florida. Esperé mucho tiempo el momento en el que finalmente podría dejar de preocuparme por la escuela y disfrutar de unas merecidas vacaciones. Creí que no podríamos debido a la situación económica pero mi mamá consiguió una casa de playa, de renta a un precio accesible...supongo que se localiza en la zona menos recurrida de la playa y ha de ser algo antigua, por eso su precio. Y aunque no es lo que esperaba y tengamos, además, que compartirla con otras personas; estoy feliz.
Mi mamá es increíble, a pesar de lo duro que la paso con lo del divorcio, sigue siendo la misma mujer alegre. Aun no puedo creer que finalmente estábamos de viaje por vacaciones ¡en una casa frente a la playa!

Tarde
Llegamos a las 2 pm, quedamos en reunirnos con los dueños de la casa a las 3:30 para la repartición de cuartos entre los Watson y nosotras. Teníamos una hora y media para comer, así que decidimos ir al restaurante que está al lado de la casa, un tipo McDonald's pero sin pertenecer a la franquicia.
Había uno laberinto de juegos enorme , yo y mi hermana nos metímos y lo recorrimos todo, puentes, albercas de pelotas, paredes para escalar. Ya nos encontrábamos en el tobogán subterráneo que era la salida. Debíamos resbalarnos por ahí hasta un sótano y salir por una escalera. Me pareció una idea terrible para juegos infantiles, además de que el alumbrado del tobogán y el sótano fallaban... Me entraron unos escalofríos terribles, pero era eso y salir como un campeón o bajar como todo niño miedoso por la escalera de la parte de atrás del juego que era una salida alternativa. Quería darle a mi hermana las mejores vacaciones de su vida, las mejores vacaciones de sus 7 aburridos años; y estaba pensando si bajar por ahí para divertirnos o por ls escalera, para mayor seguridad. En eso llegó una niña pequeña, como de unos tres años, muy tierna, de piel pálida y un atuendo como de muñeca, (supuse que estaba vestida de muñeca pues era antiguo y no creo que se vista así a menudo), salió de uno de los tubos del juego, y se presentó:
-Hola, soy Lucy.
-Hola Lucy, que lindo peinado— dije y mi hermana le sonrió.
-Me tengo que ir, me llaman.— dijo ella, metiendose al tobogán. Me pareció extraño que llegara y nos diera su nombre siendo nosotras unas extrañas para ella y más aun extraño fue el hecho de que dijera que le hablaban cuando no escuche a nadie gritar su nombre. Tal vez se había sentido incomoda al ver nuestra reacción cuando nos saludó, ya que para nosotras no es común que un extraño llegue y nos hable como si ya nos conociera si siquiera haber cruzado miradas antes. «Qué extraña es la gente de aquí»— pensé.

Al ver que la niña entró me animé a bajar con mi hermana por el tobogán, ya sólo estábamos esperando a que ella saliera para evitar accidentes. Sin embargo, no salió. La luz del tobogán y el pequeño sótano se apagaron, se escucharon gritos y murmullos y luego arañazos en el tobogán como si un gato tratara de subir por este. Del susto mi hermana salió inmediatamente por la escalera y yo detrás de ella.
En la mesa estaba mamá con la comida en bolsas, la había pedido para llevar. Yo estaba pálida y me preguntó que había sucedido.
-Nada mamá, creo que me marié por el viaje— trague saliva- ¿podemos ir a descansar?—
Mi hermana olvidó el susto muy rápido pues tenia hambre y la comida se veía exquisita. En cambio yo tarde más tiempo, me convencí de que había sido mi imaginación, que estaba sugestionada por una película de terror que había visto en el camino; donde en una escena había un tobogán y salía sangre de él ya que dentro había un demonio devorando a los niños. «Si hubiese sido real la demás gente también habría escuchado los gritos y se hubieran alertado, pero no pasó. Mi hermana bajó rapido al ver que la comida ya estaba lista y no porque estuviera asustada. ¡Qué tonta soy!»
Debió también ser el sueño, dormí muy poco.

Llegamos a la casa, yo no había comido pero no tenía hambre. La joven pareja con la que compartiríamos casa estaba ahí, y nos entregaron copias de las llaves originales a todos. Mientras ellos platicaban y mi hermana comía su gelatina, miré al rededor y en el patio vi a Lucy jugando con el avión; concluí que ella debía ser la hija de los dueños de la casa, quienes vivían al lado y habían decidido no cercar el patio de la casa grande porque al fin de cuentas ambas propiedades estaban casi juntas. Esto también me ayudó a sentirme mejor porque pude confirmar que lo sucedido en el restaurante era una alucinación debido a las pocas horas que dormí.

Hay algo que no entiendo: si yo fuera la dueña de ambas casas viviría en la más grande. Mamá mencionó que se habían mudado a la pequeña porque la señora se deprimía estando dentro de la casa grande, al parecer recordaba algo...pero ¿qué sería?
Mientras me perdí en mis pensamientos perdí de vista a Lucy, seguramente había vuelto a casa al ver que sus padres ya no estaban ocupados afuera.