Capítulo 1

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—Y cierra la puerta cuando te vayas.— Fueron las palabras de mi padre la noche lluviosa en la que le confesé que me gustaban los hombres.

Desde entonces vivo con mi tía de 42 años en una ciudad más grande cerca del mar. Nunca fui el tesoro de la familia, el hijo deseado, de hecho si lo pienso...creo que ni siquiera fui planeado. Como todo en mi vida, fui un accidente.

Un evento desafortunado para la vida de mi padre.

Mi madre murió al darme a luz, no puedo estar triste ya que no la conocí, al que le debo todo es a él, le quité al amor de su vida y le salí gay, para variar.

El simple hecho de confesarle mi orientación sexual fue un accidente, se me salió en mi primera vez estando ebrio...en su propio cumpleaños.

Entiendo que ahora, teniendo 16 años, tenga la obligación de alejarme de su vida para ser feliz. Así que no le guardo rencores.

—Yevséi .—habló la dulce voz de la mujer.— Duermete temprano, mañana es tu primer día en la nueva escuela.

Salté de la cama y bajé las escaleras.

—¡Pero tía Yura! .—me quejé.—Quedamos en que la siguiente semana...

Ella me miró con el cuchillo de cocina en su mano izquierda.

—Oh .—sonrió .— Parece que lo olvidé.

Suspiré rindiendome, no es que odiase la escuela, era más bien el hecho de que yo siempre la cagaba.

Venía un muchacho y su grupo de amigos para integrarme y era yo el que se ponía nervioso y hablaba estupideces alejandolos de mí para siempre. Comenzar la escuela en una ciudad más grande, con más personas, y seguir viviendo con la suerte que me tocó...me condenaría a morir virgen, solitario y desapercibidamente.

Entonces, resignado, metí cuadernos de apuntes al azar en una maleta de mezclilla y un par de lápices. Mi tía subió con mi uniforme que consistía en pantalones de vestir negros, camisa blanca manga corta y una corbata roja.

—Gracias .—sonreí y ella se retiró.

Me acosté en la cama y tomé mi celular, seguía esperando recibir algún mensaje de algún "amigo" del instituto diciendo algo acerca de mi repentina partida. Pero seguramente, tras la noticia en la fiesta de mi padre, ya nadie quería saber nada acerca de mí.

Antes vivía en una ciudad más pequeña, ahí las noticias se expandían más rápido, las mentes eran más cerradas y al fin y al cabo las cosas nunca salían como yo esperaba.

Apagué el aparato y lo dejé junto a la lámpara de cerámica en la mesita de noche, a continuación apagué la luz y me obligué a dormir.

(...)

Esta vez era diferente, no había rastro de agua en los alrededores, eran los pasillos de alguna construcción, el chico de cabello oscuro estaba ahí, como siempre, caminaba y sólo podía ver su espalda, entonces una persona choca contra él y suelta lo que parecen ser trozos de vidrio, el chico de cabello oscuro cae sobre su trasero y sus manos se cortan los trozos de vidrio que se dispersaron, veo sangre y las personas a su alrededor que son sólo sombras comienzan a agruparse...

(...)

El pitido del reloj de alarma me despertó la puerta se abrió y mi tía Yura apareció, se sentó a un costado de la cama y me acarició el rostro.

—Aún tienes tiempo, comienza a vestirte .—se levantó y me dejó para darme mi espacio.

Me incorporé, me quité la camisa con la que había dormido y apagué el aire acondicionado, mis pies tocaron el helado suelo, calando hasta mis huesos y achinando mi piel*.

Una vez teniendo puesto el uniforme, tomé la mochila de mezclilla y bajé las escaleras del ático que usaba cual habitación.

—Estoy listo, tía .—le besé la mejilla.

—Te llevaré en auto .—respondió.

Subimos a su auto, y ella comenzó a darme una charla.

—No queda muy lejos, así que puedes ir caminando o preferiblemente en bicicleta, sé que no tienes una pero ya hablaremos de eso, uhm...también, Yevséi, intenta hacer amigos. No hables mucho de ti si no quieres pero no estés solo, ¿sí?

—Sí .—sonreí mirando en su dirección.

La cálida mano de mi tía me apretó la rodilla en forma de apoyo, pronto estacionó frente a una construcción enorme, que tenía el nombre de Institución Educativa...algo que no alcancé a leer sin mis lentes, entonces me despedí de la mujer a mi lado y bajé del auto.

—¡Una cosa más, Yevséi! .—gritó mi tía.—Escuché que los chicos de aquí son muy guapos.

Me guiñó un ojó y aceleró, dejandome una sonrisa en el rostro, me sentí apoyado por ser quien era, y entonces...caminé hacia mi destino inminente.






N/A:

¡Hola! Este ha sido el primer capítulo, no soy el único ansioso porque las cosas tomen su rumbo. Espero que no sea confuso, ya que como esta historia tendrá un toque fantasioso, como el de los sueños, sería raro leer sin comprender.

Las cursivas "así" se usaran para expresar sueños, y también la separación por (...)

*Achinando mi piel: Piel de gallina.

Gracias por leer, T

Alguna vez •yaoi•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora