Before

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Siempre que tengo la suficiente valentía, lo recuerdo. Recuerdo cómo era todo antes, cómo éramos nosotros antes de que el tiempo pusiera una gruesa barrera entre los dos. Recuerdo siempre con una sonrisa las cosas que nos hacían reír a carcajadas, aquellas con las que bromeábamos hasta gastar el tema, ¿te acuerdas con la misma intensidad que yo, con la misma lucidez y con la misma fuerza como si todavía existieran? Recuerdo todas las cosas que te divertían, que yo buscaba a cada instante para sacarte instantáneamente una de tus hermosas risas, aquellas que todavía oigo en mis sueños, sueños que me sacan una sonrisa al mismo tiempo que se sienten como una puñalada.

Es siempre la misma monotonía, no importa que una vez a la semana desde que no estamos juntos lo haya hecho, una y otra vez, como una pesada rutina que cada vez que la repito me regresa un pedazo de tí, o tal vez me regresa ese pedazo que te dí de mi, para después arrancármelo de tajo, regresarme a la realidad y hacerme extrañarte cada vez más.

Yo sé, yo lo sé, necesito seguir adelante; aprender a vivir sin tí, a soñar un futuro donde tú no estés presente, a apasionarme sin que tú estés apoyándome a cada paso que doy; pero creo que lo más difícil será acostumbrarme a la idea que tú harás tu propia vida y que lo sabrás hacer lejos de mí. Ya no me necesitarás, ya no seré indispensable y ya no seré la primera persona a la que acudas en caso de un consejo o simplemente para contarme lo que haces todos los días.

Cortas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora