Capitulo 1: Toma

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Capitulo 1:

                                     “Toma”

Hospital central de Maine

En la actualidad.

Hace mucho calor,  aunque un poco de viento entra por la ventana.

­-Blanco, blanco, blanco, blanco. –Abro los ajos-  blanco, blanco, blanco.

-¡Ella despertó!

 Se oyen voces lejanas y difíciles de comprender, Luego voces no tan lejanas pero aun difíciles de comprender. Voces cercanas pero distorsionadas. Voces cercanas pero bajas. Voces. ¡GRITOS!.

-Doctor, la señorita Withe ha despertado

- Oh, señorita Withe ¿como se siente?

- Blanco, blanco.

-Su madre esta aquí, ¿desea verla?

-Blanco, blanco.

 Solo puedo decir aquella palabra “blanco”. Supongo es eso es lo que yo siento. La mente en “blanco”, mis recuerdos en “blanco”; mi corazón en “BLANCO”.

- Vaya, vaya… Miren quien necesita de los demás.

Una anciana, acaba de cruzar la puerta blandiendo sus manos muy teatralmente.

- Como desearía acabar con tu asquerosa persona en este momento. Mírate niña, tan débil. Tan delgada. Tan, tan, tan horrible. ¡Si, esa es la palabra exacta! Eres un asco Melissa Withe. Pero, aunque  te odie todavía sigo siendo tú madre, así que supongo que debo cuidarte o algo parecido.

  ¡¿Mi madre?! ¿Cómo era eso posible? Mi madre es una mujer hermosa y tierna, jamás me hablaría de tal forma.

-¿Qui..Quie...Quien. e..e..eres tu?

-¡JA! –Su aguda risa resonó por toda la habitación-  no te hagas la tontita, la actuación no es lo tuyo.

-Verdaderamente no se de que habla, pero si he hecho algo malo. Déjeme disculparme por favor.

- ¡Me das asco niña que no lo entiendes!  Como eres tan estupida te lo recordare -dio una vuelta completa y empezó a hacer movimientos extraños con su boca-  yo soy la mujer mas hermosa de esta asquerosa ciudad, soy la mas deseada. –Y se largo sin más.

 Por unos minutos quedo algo perturbada por lo que me dijo aquella mujer. ¿A caso dijo que ella era mi madre? ¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí? ¿Pero… por qué me odia?  Podría hacerme muchas preguntas más,  pero primero debo descubrir donde me encuentro.

 La habitación en la que estoy es toda color blanco, en ella hay dos camillas, una ocupada por mí y la otra completamente vacía aunque perfectamente arreglada; en el medio de las dos camas hay dos mesas de unos setenta centímetros de largo y otros tantos de ancho. Sobre ellas hay un florero vacío. A mi derecha, al lado de la otra camilla, se encuentra una pequeña ventana en la cual se puede ver un parque, pero no allí no hay niños jugando. A mi izquierda hay una puerta color marrón, que en este momento está cerrada.

Luego de pasar un largo rato pensando y analizando este lugar, caigo en un profundo sueño.

                                                                      *  *  *  *  *  *            

-Pss psss, oh niña, ¡vamos despierta! –Entreabro un poco los ojos y me tapo con la áspera sabana hasta el ultimo pelo- no seas tonta, despierta –Después de intentar despertarme una media hora por fin se rindió y se fue, seguramente era otro de esos médicos que había visto pasar varias veces por mi habitación.

ABC (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora