Capitulo 2: "¿Toma, que eres?"

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Sus conversaciones siguieron durante una media hora. Las palabras: "Ahora Melissa está en tus manos" aún repiquetean en mi mente. ¿Qué quiere decir aquello? ¿Toma es algo así como mi guardián? ¿Realmente es un doctor?

-Hola, Melissa. -Me saluda Toma, mientras se rasca el cuero cabelludo y sale de la habitación.- El doctor dice que ya te puedes ir a casa. ¿Sabes donde es? Ya que el hospital no tiene ningún historial con tu nombre y nadie está a cargo de ti. Aunque no si no lo recuerdas, puedes quedarte conmigo por un tiempo hasta que estés mejor. - Me levanto, el suelo está helado y comienza a agarrarme frío.-

-Oh, sería perfecto quedarme contigo, cuando aún prácticamente no te conozco y ni siquiera se si eres medico. -Le contesto con bastante dureza y al momento me arrepiento, él solo intentaba ser cortés.- Digo, am, quiero ir a mi casa.

-Bien, ¿Tienes idea de donde es?

-Por supuesto que, uhm... -No tengo idea de donde vivo.- de hecho no lo sé

-¡Entonces te quedarás conmigo! -Responde Toma y empieza a saltar y aplaudir. Me recuerda a las chicas de las películas cuando están muy felices.-

-No lo sé, me gustaría quedarme en un hotel sola, debo tener algo de dinero.

-Oh, claro que no, nena. La pasaremos de diez- Me da un golpecito en el hombro.-

-Uhm...ehm... No lo sé -Contesto mientras miro fijamente el piso, no quiero mirarlo a los ojos.-

-Mi casa, tu, iras. -Al fin lo miro, su expresión da miedo así que acepto de mala gana.-

* * * * * *

Estamos en el aparcamiento. Toma me dijo que lo esperará bajo un pequeño toldo, mientra él va en busca de su auto y arregla unos últimos trámites con el hospital.

-Hola, bonita. ¿Te llevo? -Es Toma, lleva unos anteojos de sol negros y su auto realmente me sorprende; es un Audi Lenken, todo de color negro.

-Si no me queda otra opción. -Me subo a su auto y me siento en la parte del copiloto- Por cierto, lindo auto. Muy aseado para ser de un chico.

-Ya sabes, no soy normal

-Ah, claro.

El resto del trayecto transcurre en silencio. Hasta que frenamos en la puerta de un local de comidas rápidas.

-¿Te apetece comer algo? -Me pregunta Toma mientras lee el menú que hay en la puerta del lugar.-

-Acabo de salir del hospital, ¿No crees que debería comer otro tipo de cosas? -Contesto.-

-No seas aguafiestas, nena. -Me responde Toma y pone los ojos en blanco.- ¿Siempre eres así? Vamos, no te hará daño comer un poco, no tienes nada malo.

-Bien.

Bajamos del auto, entramos al local y Toma ordena por mí.

-Dos hamburguesas sin aderezo, un tazón grande de nachos y dos gaseosas medianas. Ah, y para luego dos helados de vainilla, gracias. -La chica que atiende esta embobada mirándolo y no la culpo.-

-¿Realmente crees que deba comer eso? Puede hacerme daño.

-Nena, lo que tu tienes no tiene que ver con nada de esto, créeme, un poco de comida chatarra no puede hacerte daño.

-¿Y que es lo que tengo?

Toma me mira fijamente, parece nervioso.

-Eh, mira lo que tu tienes es... uhm... -Llega la chica que atiende con nuestro, su, pedido. Salvado por la campana.

Nos sentamos en una silla apartada en un rincón. Toma esta atragantado con su hamburguesa, en cambio, yo aún no he tocado nada, no tengo hambre, solo quiero saber que fue lo que me pasó.

-¿Me vas a decir que fue lo que me pasó? -Digo mientras le doy un sorbo a mi gaseosa, está muy fría.-

-Nena, mira es complicado, no sé como explicarlo. Me gustaría que lo resuelvas tú sola, pero mientras tanto no quiero que te separes de mí y si notas algo raro me avisas.

-Pero, Toma, necesito saberlo, es mi salud.

-Esto no tiene nada que ver con tu salud, nena. Sólo te diré que en el mundo hay gente muy mala y es capaz de matar a cientos de personas por lograr su objetivo.-Me responde mientras comienza con su helado.-

-¿Cuál es ese objetivo? -Pregunto.-

-Nena, ese objetivo eres tu.

Se me ponen los pelos de punta ¿Qué quiso decir? ¿Qué tengo yo de especial? No lo sé.

-Espera ¿Qué? ¿Estás bromeando verdad? -Me acaricio el brazo, estoy muy nerviosa. Él parecía muy serio cuando lo dijo.

-Nena, no bromeo sobre esas cosas. Pero no te preocupes, no te pasará nada si estas conmigo. -Me guiña un ojo.-

-Eh, okay.-No sé como hace pero logra hacerme sentir muy bien. Irradia confiabilidad.

Seguimos comiendo en silencio. No logro terminar mi comida así que Toma le pide a un empleado que lo envuelva y me lo de para llevar. Mientras esperamos que Matt, así se llama el chico, vuelva. Le digo a Toma:

-Eh, una pregunta más.

-¿Si? -Me pregunta mientras alza una ceja. -

-Toma, ¿Qué eres?

Toma se pone rígido en su silla y noto que comienza a morder el interior de su mejilla.

-Bueno, mira...-Llega el chico con nuestra comida. Me la entrega, Toma le paga, el chico le guiña un ojo, se va.-Oh, que lugar tan eficiente. Bueno, podemos irnos. -Me tiende una mano, se la acepto y nos vamos rumbo a su coche. Esta vez logro no responderme pero no lo hará la próxima

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⏰ Última actualización: May 02, 2017 ⏰

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