Siempre fue él...!

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Todo comenzó un bello día de diciembre, 22 de diciembre del 2013 para ser exactos, jamás en mi vida he sido demasiado social, me he visto las caras frente a mi enfermedad, tengo trastorno de ansiedad, lleva a sufrir muchos ataques de pánico y depresión. Mi única salida fue el, siempre fue el.
Todo comenzó con un simple “Hola” y de ahí desenvolvió una amistad increíble, estuvo para mí en las buenas, en las malas y en las peores y no saben cuánto se lo agradezco a pesar de todo; nuestra amistad por internet ha sido lo que mejor me ha pasado, a pesar de que él no estaba cerca siempre estuvo para mí, me consolaba de formas increíbles, que me hacían sentir que, yo valía, que yo podía, que yo era increíble y que no solo lo pensara también lo creyera, por que así era. Poco a poco me fui abriendo a él, le conté mi vida que se resumía en una simple palabra, “mierda”,  así era como yo la sentía, el comenzó a darle otro sentido y era maravilloso para mí, a causa de la depresión variaron muchas cosas, no me sentía en paz conmigo misma, sentía que no era suficiente, me veía en el espejo y me sentía tan poca cosa, tan miserable… tan inservible. Ahí comenzó lo peor de mi enfermedad, no quería salir de mi cama, no me importaba si vivía o moría, no me importaba lo que pasaba a mi alrededor y ni se diga el infierno que vivía en la secundaria, como una chica de tan poca edad vivía tanto, era injusto y yo necesitaba sacarlo de una manera, las autolesiones se hicieron presentes en mi vida y él lo noto, el sabia de mi trastornó, investigo sobre mi enfermedad y vio que una derivación es la depresión y una derivación de la depresión es la autolesión, mi actitud comenzó a ser diferente y poco a poco lo noto, ni si quiera me pregunto, solo lo concluyo y realmente acertó.
Comenzó a tener platicas conmigo, dejo de ser mi amigo por unos instantes para ser un ángel en mi vía, comenzó a darle luz a mi existencia y aun que le prometía que jamás lo volvería a hacer… eso es más fuerte que cualquiera y no solo es una decisión que un día tomas y ya, simplemente es como tu sombra, te persigue a todos lados y no puedes hacer nada para detenerla. Le mentí, le mentí durante mucho tiempo y cuando lo descubrió no se molestó conmigo, se molesto consigo mismo por, según él, haber sido tan estúpido para no notar mis mentiras, me convenció de ir a un especialista, le dije a mi mama que necesitaba un psicólogo, no tuvo que ser una experta para darse cuenta de que mi enfermedad me calcemia poco a poco, accedió y cada viernes después de la secundaria acudía 2 horas cada semana durante 6 meses, me ayudo sí, me yudo demasiado y por un corto momento de mi vida Salí, Salí de ese odiado hoyo en el que estaba sumergida y me sentí libre, feliz, me sentí yo por primera vez, me sentí tan llena que no me podía durar mucho, el 11 de junio del 2014 viaje a su ciudad a conocerlo, estaba tan feliz, el 12 de junio seria mi cumpleaños, así que pasaría mi cumpleaños con él, era tan fantástico que mi estómago estaba tan revuelto, una sonrisa casi partía mi cara por la mitad, mi corazón se aceleraba de una forma casi inhumana y era lo mejor que me estaba pasando, llegue a la ciudad y tuvimos un par de problemas para encontrarnos, al final lo vi y me vio; sufro una enfermedad llamada hafefobia, es el miedo a ser tocado, durante mi infancia la desarrolle, él lo sabía, más sin en cambio no le importo y me abrazo y no sentí miedo, me sentía bien, segura y por primera vez en mi vida me sentía capaz y valiente, era increíble, al verlo de frente me di cuenta que exista, que era de verdad y no una mala jugada de mi mente, me di cuenta que sus ojos eran lo más bonito que había visto en mi vida, eran tan verdes como una esmeralda y ese toque gris que tenía lo hacían verse más hermosos que cualquier otros, lo abrace como si no hubiera mañana, me llevo a comer un sundae, platicamos y platicamos, hasta que toco el peor de los temas, tome mi mano y mostré mi antebrazo, sus maravillosos ojos se llenaron de lágrimas y trate de consolarlo, le dije que tenía 2 meses que no sentí la necesidad, le dije que mi trastorno se había dormido, le dije que todo estaba bien… aunque sabía que mentía, pero también yo lo quería creer, nos tomamos una maravillosa foto que aun guardo como mi tesoro más valioso, después de un fin de semana en el cual lo vi 2 veces regrese a mi ciudad, me sentía bien, y quería creer que estaba bien, ya no me importaban los comentarios que me daban, ya no importaba y comenzaba a creer que todo estaba bien, en julio recibí un mensaje perfecto que solo contenía 4 palabras y un link: “De mi para ti :3”, abrí el link y era la canción de ´count on me´ de Bruno Mars, fue maravilloso, me volvía a sentir en las nubes hasta que de pronto solo un día dejo de contestar mis mensajes, y el pretexto siempre era el de “mi Messenger falla”, confiaba tanto en el que se lo creía no creo que hubiera necesidad de mentir, tiempo antes él me había contado de una chica, M, le gustaba demasiado y el a ella, él se lo confeso y comenzaron a salir, yo le di ánimos para que no se diera por vencido, incluso después de que comenzó su relación le daba ánimos así como el me los daba a mí, era tiempo de regresarle un poco de lo que me había dado, M comenzó a ser insegura, no quería que él le hablara a nadie más incluso a mí, jamás pensé que l darle ánimos de seguir con ella lo lanzaba a alejarse de mí. Y así de la nada el comenzó dejar de contestar los mensajes, ya no había excusa, no había nada, no quedaba nada de nosotros. Muchas veces lo necesite y muchas veces estuvo… pero esta vez fue diferente, esta vez estaba M y esta vez se hacía lo que ella decía, me dejo de hablar y estaba bien, yo estaba bien, poco tiempo después hubo un gran detonante de mi trastornó, mi hermano estaba gravemente herido en el hospital, tenía solo un 30% de posibilidades para vivir, sentía que mi mundo sacaba, me sentía asfixiada, me sentía impotente y no podía hacer nada para detenerlo, poco a poco me sentí miserable de nuevo, quería ser fuerte, en serio, lo quería pero no pude, fue más fuerte que yo, siempre lo fue y me engañe. Me sentía tan estúpida, tan molesta conmigo misma y con él le mande un mensaje lleno de odio y ahora sé que fui tonta he injusta… pero la desesperación y el dolor eran más fuertes que yo y no podía, un ataque de pánico culmino con mi cuerpo, mi mente parecía haberse dado por vencida y solo me quedaba en mi cama, solo dormía y si despertaba veía el techo, era tan patética, ni si quiera la noticia de que mi hermano estaba mucho mejor fue suficiente, sé que fui egoísta, porque lo fui, peo no era una decisión que en mi estaba, no quería sentirme así, solo podía sentir la traición en mis venas.
El año del 2015 fue as tranquilo, mis ataques eran menos constantes pe igual me sentía vacía. Así fue ese año, lo peor estaba por venir, el 06 de febrero del 2016, mi abuela, quien era como mi madre, falleció y yo no me pude despedir, ya no importaba nadie, no importaba yo ni el, solo ella, solo mi abuela, sentía que el mundo a mi alrededor se destruía y mi ángel no estaba para salvarme esta vez, esta vez tuve que salir por mí y no lo conseguí, a causa de mi trastorno mi mente se negaba a desequilibrarse así que me jugaba algo pésimo, borro de mi mente que mi abuela había muerto y comencé a verla, yo quería creer que ella seguía viva… así que lo creí. Sin él nunca fui lo suficiente valiente y ahora me doy cuenta.
Él lo fue por mí, el cargo conmigo, hasta que pudo ser feliz y está bien que él se haya ido, yo solo soy una bomba de tiempo que en cualquier momento estallara.

AnónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora