Nunca digas nunca

capítulo 19

Llegaron los señores Blue y me asusté porque como era su casa no llamaban a la puerta, abrían directamente con la llave y al oir la cerradura sonar pegué un salto que no estoy segura de como salte tan alto y me abracé con fuerza a Harry mientras él me abrazaba´.

- Hola Joanah, ya hemos llegado - dijo la señora Blue desde el pasillo haciendo que me soltara inmediatamente de Harry

- Hola - dije amablemente - ¿Qué tal estubo la tarde?

- Algo ajetreada pero bien. ¿Y los pequeños de la casa que tal se han portado?

- Bien... - dije no muy convencida pero necesitaba este trabajo y además esta vez ha sido de las que mejor se han portado

- Me alegro, espero que esta vez no te hayan hecho nada a tu ropa ni nada de eso

- Bueno, la tiraron a la bañera - dijo Harry mientras yo le daba un codazo para que se cayara

- ¿Es eso verdad? Pues tendré que hablar mañana seriamente con ellos, espero que no te haya pasado nada mas, lo siento mucho

- No pasa nada de verdad, me moje un poco pero luego se me seco rápido la ropa

- Bueno, espero que te pases más veces a cuidarlos, ya te avisaré la próxima vez que nos tengamos que ir

- Vale, gracias. Adios - dije dandoles un beso en la mejilla a cada uno para despedirme aunque el padre no había hablado todavía

- Adios cariño, tener cuidado en la carretera - dijo la señora Blue

- Gracias

- Sí, y espero que vengais pronto - dijo por primera vez el padre

- Sip - dije yo mientras estaba saliendo por la puerta vi que el señor Blue estaba hablando con Harry pero lo ignoré y fui a esperarle en el coche pero estaba cerrado. Harry pasó a mi lado y abrió la puerta del copiloto para que yo pasara y después, cerró la puerta y se subió en el asiento del conductor encendiendo la radio y el coche.

- Bueno, ¿Qué tal el primer día juntandote con los niños? - pregunté al arrancar

- Pues, si con niños te refieres a locos psicópatas en miniatura, supongo que bien. Me encanta que me aten a una silla y que te tiren a la bañera sin estar yo dentro, aunque era una buena vista desde fuera

- ¡Harry! - dije un poco sonrojada

- ¿Qué? Es verdad - dijo encogiendose de hombros - bueno,  entonces dormimos en tu casa ¿verdad?

- No, ¿de dónde has sacado eso?

- Pues me pareció obvio puesto que casi te da un infarto cuando el padre de los mini-diablos abriera la puerta

- ¡Que va! Si yo estaba perfectamente - dije mintiendo

- Ya, claro. Y por eso pegaste un salto imposible de olvidar y te agarraste a mí como si te fuera la vida en ello

- ¡Eso es mentira! - dije completamente sonrojada

- ¿Y cómo vas a dormir esta noche si piensas que va a estar ese doctor acechándote para matarte lenta y dolorosamente?

- Con los ojos cerrados - dije con ironía para que se diera cuenta de que no quiero dormir con él

- Ja, ja, ja que graciosa - dijo él también irónicamente

- Lo sé

Harry aparcó el coche enfrente de mi casa, iba a salir pero no se podía porque estaba con el seguro de niños, él salió rodeando el coche por delante para abrirme a mi la puerta, aunque Harry a simple vista parezca que es un chico rebelde, malo y demás cosas también es un caballero con la mujeres.