Dia 2, sin ti.

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Regreso a casa despues de un largo día, busco mi pijama, una enorme camiseta que me has dejado en casa hace tan solo unos días, me la colocó notando de inmediato que aun conserva tu olor, me recuestro en la cama, (del lado que ocupaste aquella noche que decidiste hacerme compañía) y al mirar al techo las lágrimas comienzan a caer una por una, siento la nariz completamente tapada y esa sensación de ahogamiento que te invade al llorar en esa posición, pero hay algo más, porque definitivamente la siento también en el corazón.

Recuerdo los sucesos del día, como ver una película antigua, gris y en silencio, repito el día anterior, revisando el celular cada cierta cantidad de tiempo, repetidas llamadas a tu numero telefónico, pero sin recibir alguna respuesta, tratar de evitar llorar ante tu ausencia, tratar de no llorar ante la cara lastimera de mi madre, y seguir tratando de no llorar para dar un buen servicio en el trabajo.

Trato de cerrar los ojos para de esa manera aminorar un poco aquella sensación de desesperanza que me invade por dentro, pero tanto ella como el sentimiento de enorme vacío y la conciencia de soledad se hacen mas grandes, los abro de inmediato, solo para recordad aquella manera en que tome un auto para ir en tu búsqueda, las manos me temblaban, mas específicamente los dedos, tenia ese extraño sentimiento que descubrí cuando te conocí, «cosquillas en los dedos» y recordar tu expresión de incredulidad cuando quise describirtela y preguntarte si alguna vez la habías experimentado, me hizo sonreír por primera vez en el día.

Di tu dirección al conductor, y por azares del destino tuvimos dificultades para llegar, y cuando me pare ante tu puerta, no solo mis dedos temblaban, sino que mis piernas muy apenas me podían mantener en pie. Toqué, no solo una, ni tres, toque exactamente veintitrés veces, (tu misma cantidad de años), pero cuando ya estaba por irme, cuando ya me había dado por vencida, la puerta se abrió, mi corazón dejo de latir en ese momento. «No eras , sino tu madre»

Me disculpe por molestarla a esas horas de la noche, y con un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de caer, le pregunté por ti. Le informé que no sabia nada de ti desde hace dos días, que estaba preocupada, y ella solo respondió que dormías y cerro la puerta en mi cara.

Ahora, en mi casa, acostada en tu lado de la cama y usando tu camiseta, me preguntó como fui capaz de recoger todos mis pedazos y tomar un uber de regreso. Todo sería más fácil si tan solo dijeras en que fue que fallé, si solo dijeras que ya no me amas.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2017 ⏰

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