- Bien, quiero que la salves-.
- ¿Esa es tu decisión? Creí que...-.
- ¿Acaso no estás oyendo? Quiero que la salves-.
- Ahora entiendo a los demás cuando dicen que eres un mal educado, yo creí que tenías modales- bufó el ángel.
¿Cómo se atrevía ese demonio a hablarle así? Él era un ángel, no un cualquiera al que podría tratar como quisiera.
Sin embargo, eso ya no le importó; Sesshomaru le agradaba, de hecho, siempre lo había estado protegiendo.
Después de todo: Kiseki ha sido su ángel guardián desde que nació.
Así es, aquel ángel caído tenía una misión única en la tierra: Cuidar al que sería uno de los demonios más poderosos de todos los tiempos, superando incluso a su padre y a cualquier ser.
Habló por última vez con él dándole estas últimas palabras:
- Si no aprovechas el tiempo con las vidas que te estoy regresando, juro que la eternidad regresará y sufrirás por toda la vida-.
Sesshomaru se fue cuando el ángel comenzó a cantar con una sonrisa traviesa.
El peliplata no se había puesto a meditar las palabras de kiseki, simplemente se fue pensando en su hermosa y delicada azabeche, preocupado por volver a verla sana y sonriente como siempre.
El recorrido se le hizo más largo, ahora que solo pensaba en llegar con ella.
Pero cuando él llegó justo frente a su castillo, se detuvo un momento.
¿No había escuchado bien?
"Aprovecha el tiempo con las vidas que te estoy regresando".
"Vidas" esa palabra resonaba en su cabeza.
¿vidas? Sesshomaru estaba confundido, había escuchado bien, estaba seguro ahora, pero... ¿Acaso Kiseki se había equivocado al pronunciar sus palabras?
"Vidas" era la palabra clave para todo esto.
Y entonces lo entendió.
Lo entendió todo, viendo a Kagome caminar por los jardines, cantando y tocando su pequeño vientre, junto a sus suegros.
No solo era su bella sacerdotisa. Si no también, su pequeño hijo y su padre.
El mejor regalo que pudieron darle, estaba ahí.
Sesshomaru rápidamente llegó a los jardines, frente a ellos.
Él no se imaginaba nada de esto; no se imaginaba aquella punzada en su pecho o esa gran emoción por verlos.
Al fin, podía sentirse dichoso de tener una gran familia.
Una que disfrutaría cada día, cada minuto, cada segundo de su existencia.
Porque ahora sabía que su tiempo era corto y debía aprovecharlo como nunca antes.
Fue entonces cuando se hizo la promesa de amar y proteger a su familia, pasara lo que pasara, aún si eso significaba su final.
- Sesshomaru, cariño, me alegra que estés aquí, tus padres han venido a visitarnos y trajeron regalos para el bebé-.
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- Espero que estés contenta con el resultado- habló el pelirrojo con su sonrisa.
- Lo estoy, por eso tengo que darte las gracias, Kiseki- Una niña de finos cabellos negros, piel blanca y ojos amarillos, apareció detrás de él - Mi querida Kagome deseaba vivir, deseaba tener a su hijo y sus suegros unidos. No podía negarle eso-.
- Pero esa decisión no era tuya... Nunca creí que elegiría perder su vida eterna por esa simple sacerdotisa, de nuevo- Comentó - Siempre escoge lo mismo, no lo entiendo-.
- El amor es más complicado de lo que crees. Además, Kagome no es una "simple sacerdotisa", es la más poderosa de todos los tiempos, ambos están destinados a estar juntos y amarse hasta que la historia termine- Y entonces las alas de aquella niña se extendieron majestuosamente.
- Tal vez si, Nana. Pero no puedo evitar pensar que algo está mal, tengo un terrible presentimiento sobre todo esto- La mirada de Kiseki mostró preocupación- ¿Crees que tenga algo que ver con nosotros?-.
Ella soltó una leve risa.
-Siempre tiene que ver con nosotros, Kiseki-respondió con una sonrisa - Solo debemos procurar que la historia no se altere de nuevo. Esta vez la tuvimos cerca-.
- Eso no hubiera pasado si no dejaras de distraerme- le recriminó- Y fue tu culpa por perder esa apuesta, debiste hacerlo tu-.
- Lo siento Kiseki- Nana hizo un puchero arrepentida- Pero no es mi culpa que seas tan tierno cuando te enojas. Es mi debilidad. Y si pasaras más tiempo conmigo, no habría perdido la apuesta y la historia no habría cambiado-.
El pelirrojo soltó un suspiro cansado, dirigió su vista a la chica que bajaba su cabeza arrepentida - Tienes razón, no debí descuidarte tanto, es solo que estaba un poco molesto por lo que habías hecho, pero no volverá a pasar. Ahora vámonos, tenemos que cuidar a esos dos -.
(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)
Bueno, hasta aquí llega mi historia, espero que les haya gustado.
Si me he tardado mucho con este final, es porque no quería terminarla :'v y no quería que se decepcionaran con este capítulo (lo que probablemente hagan cuando lean este capítulo)Espero que esto sea suficiente para ustedes y les haya agradado.
Vuelvo a mencionar: si encuentran algún error ortográfico, diganlo en los comentarios.
Al igual, si tienen alguna crítica constructiva sobre esta historia, avisenme y tomaré todo en cuenta.Próximamente quiero publicar otra historia; una más larga y mejor narrada :'v pero para eso necesito sus opiniones.
Quiero saber lo que piensan sobre mi forma de escribir, de narrar, etc.
Y si soy lo suficientemente buena, deseo tener el privilegio de escribir para ustedes :3
Gracias a todas las que me apoyaron y votaron, en serio, las adoro; no pude dedicar capítulos ya que escribo en mi celular, pero cuando tenga la oportunidad de usar mi computadora, actualizaré la historia y daré las dedicatorias en cada capítulo.
De nuevo, gracias por todo, espero leerlas pronto en alguna otra historia.
Atte: Nekro Rain.
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¿Es El Final?
FanfictionElla iba a morir. ¿Qué sería de su vida sin su amada? No iba a aceptarlo, no deseaba sentir ése vacío de nuevo. "-No, éste no es el final-" ° ° ° Mi primera historia publicada. Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi pero la historia es de m...