Yuuri tras ganar por primera vez la medalla de oro en Grand Prix junto con su novio y a la vez entrenador Viktor Nikiforov quien decide regresar a las pistas, ambos viajan a Rusia para entrenar junto a Yurio, Yakov y los demas. Pero no se esperaban...
Aun estando abrazados buscando refugio, se fueron separando lentamente para limpiarse los rostros tal acto que le llamo la atención a una castaña y se acercó rápidamente llamando al mayor, ambos le miran en unos instantes corren donde ella abrazándola, sorprendida corresponde el abrazo muy cariñosamente
yuuri? que ocurre, conozco ese rostro, que te preocupa?, aunque no me esperaba que cierto gatito se encontrara de la misma manera -susurro tiernamente para que ambos se calmaran y le vieran más tranquilos para resumir como se sentían
QUE!! Esto no lo puedo permitir -frunció el ceño, no se preocupen mis niños -les toma del hombro a ambos- estos hombres, por andar de calientes les pasa estas tonteras -dijo furiosa -observando a sus parejas que se encontraban a lo lejos pero se fijó en una persona que le miraba perversamente deduciendo lo que trataba de decirle-
no se preocupe minako-sensei, me siento un poco mejor -dio un gran suspiro- necesitaba hablar
yo también, no debe preocuparse -le hablo con mucho respeto cosa que le sorprendió bastante viniendo del menor
no chicos, saben hay veces que nuestra mente nos puede llevar a cometer muchos errores -se cruza de brazos- ya pensare en algo, con esos rostros no pueden seguir aquí, mejor vayan a casa -les sonríe- yo le comentare a yakov bueno -se retira-
ambos chicos le obedecieron, se dirigieron a los camarines para luego salir caminando a paso lento, en silencio llegaron al departamento del ruso mayor ya que sus parejas saldrían tarde como siempre de las practicas, se prepararon algo liviano comentando un poco como se sentían al volver a patinar y miles de cosas más, hasta que llego la noche, muy noche llegaron los otros dos viendo completamente oscuro el lugar, ambos se asustaron de repente pero se tranquilizaron un poco al ver las cosas del menor en el living, el ruso se dirigió hacia su habitación al entrar se encontró con algo que nunca se esperó, ambos yuuris se encontraban durmiendo pero abrazados el uno al otro, el kazajo le siguió quedando estático con aquella imagen haciendo un pequeño ruido cosa que lentamente abriera los ojos le pesadamente el peli negro.
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viktor? otabek? -levantándose dejando de lado al menor cuidadosamente- no los sentí, tan tarde es?
y ustedes no avisan que se retiraron temprano -le hablo molesto el ruso, cosa que el menor se sobresaltara un poco, porque está molesto? acaso algo le hizo minako-sensei? miro hacia otro lado tratando de no mirarle
minako-sensei nos mandó para la casa, no nos sentíamos muy bien -se levantó para dirigirse al baño, le picaban los ojos sentía una rara sensación en el ambiente, que prefirió salir discretamente
me llevare mientras a yura, -se adentró al cuarto tomando delicadamente el cuerpo del menor aunque se sobresaltó de tal manera al sentir unos brazos, se zafo del agarre mirando con miedo al kazajo cosa de segundos respiro muy profundamente
