Capitulo 11

169 11 0
                                        


*Refugio*


Pase toda la tarde en su oficina, la mayor parte sola mirando un punto fijo perdida en mis pensamientos y no era por que se habia enfadado de mi que habia estado así, no. De hecho el coronel le había llamado y había tenido que dejarme ahí, pensé en mis amigos y la vergüenza me carcomía, pensé en mi madre y la tristeza me invadía, pero cuando pensé en mi hermano me sentía vacía y no sabía por que.

No pude seguir castigando me en silencio y soledad por que Dimitri regresó platicando sobre sus compañeros y lo difícil que era tener que estar guiarlos en cada paso que diera, le escuché como el lo había hecho y le di mi apoyo, ahora apodos decir que si estaba perdonando lo.

La noche llego más rápido que un rayo de luz, para entonces no habia sido buscada y no entendía como me había salvado de la cadete.

Dimitri apago todo dentro de su oficina y me hizo caminar a su lado, no tenía ni idea de a donde íbamos pero la intriga me invadía y esque; nunca había preguntado en donde dormía y mucho menos que beneficios tenían ellos. Era algo que ahora estaba emocionada por descubrir, así que nos alejamos de todo el centro del recinto hasta irnos al ala izquierda que era designada para hombres pero en vez de estar en medio en una esquina una línea larga de pequeños edificios de concreto estaban instalados.

Ahí había luz.

– Que privilegiados con luz y todo.– Digo facinada.

– Y aún no has visto nada, fierita.

Y así fue. Cada cuarto—por no decir cada para una familia— era espacioso con una pequeña sala y una pequeña cocina, un baño y una recamara demasiado grande para desperdiciarla en una sola persona y asi era, por que ahora entendía como el y su amigo cabían dentro de ahí. Había una cama a cada lado junto a la pared en medio un gran ventanal y frente a las camas un gran closet, la cama era más grande que una individual y se veía mucho más agradable que las literas donde dormíamos.

– ¡Esto es la maravilla!– Exclamó.

– No es para tanto.– Dice simple pero yo abro la boca y golpeo su brazo.

–¿No es para tanto? ¡Porsupuesto que si!– Exclamó– Dijiste que era de tu mismo nivel por ser 02 y ahora me pregunto, ¿Porque yo no tengo un dormitorio así?

Dimitri ruedo los ojos y con un empujón me tira sobre la cama la cual recibo con placer.

¡Es como una nube!

– No seas exagerada, fierita.– Dice burlón– ¿Duermes así o quieres algo más cómodo?

– Más cómodo.

Le veo acercarse al closed blanco buscar algo hasta sacar una camiseta larga y ancha pero después veo unos boxer negros que me hacen mirarlo como si tuviera dos cabezas.

– No quiero que Vladimir te vea en bragas.– Aclara.

Ruedo los ojos y le miro burlona.

– Pero si hola señor mandon.

– Soy claro que es diferente.– Afirma– Cámbiate prepararé algo de cenar ya que te la saltaste.

– Estoy bien de verdad.

–¡No te pregunté!– Exclama saliendo del cuarto.

Suelto un murmullo sobre lo mandon que es mientras me quito la blusa y el sujetador para colocarme la camiseta ancha, hago lo mismo con los pantalones para colocarme sobre las bragas los boxer que me ha dado y es verdad me quedan como unos shorts un poco cortos pero pasables aunque la camisa no hace más que parecer un vestido.

Dark Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora