Capitulo 6: No matarás.

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No estoy listo para crecer. Solo no y ya.

Edgar quedó inconsciente en el suelo.

Me sentía terrible, jamás había sentido alguna sensación así, y me preguntaba qué era lo que había hecho ¿realmente le había disparado?

Y en mi cabeza nuevamente la voz... ¿Realmente le disparé?

Pues a decir verdad había condenado mi alma al infierno. ¡Perdóname Dios! Recordé ahí el quinto mandamiento. No matarás.

-Edgar.- dije acercándome lentamente a él, el color rojo de la sangre sobre el suelo se expandía. ¿Realmente le había disparado?

Me llené de miedo, deje caer la pistola y me di la vuelta listo para correr, cuando un chico buen mozo de ojos azules y cabello rubio dijo mi nombre...

-... Diegooo.

 y me llevo con él contra mi voluntad.

-¿Qué has hecho? Diego- me tomó de los hombros.

-Yo no lo hice ¿Quién eres?- mentí y tartamudé un poco por mi nerviosismo.

Y en mi mente la voz repetitiva. ¿Diego que has hecho?

Antes de escuchar una respuesta por su parte, el chico colocó con sus manos un trapo húmedo que cubría mi boca y mi nariz, y caí desvanecido.

Nos alejamos del lugar, a un auto polarizado donde Jessy se encontraba observando mis actos de crueldad y matanza, se encontraba al parecer a salvo, pero yo no lo recuerdo.

Y en mi mente la afirmación. ¡Asi es Diego, acabas de matar a tu amigo! Este era para mi el trauma más grande.

(...)

Domingo por la mañana...

Abrí los ojos, esperaba que lo que había sucedido fuese solo una pesadilla, pero no era así, hoy es el día siguiente a mi noche de graduación.

Tenía un fuerte dolor de cabeza, lo que no es normal en mí, miré por la ventana y noté que mi auto estaba ya estacionado en su lugar de costumbre. Desconocía acciones las cuales habían sucedido el día de ayer.

Entonces bajé las escaleras dirigiéndome al comedor para desayunar algo y calmarme, pero al bajar noté que Jessy dormía en la sala de mi casa, lo cual era demasiado preocupante. Mis padres no estaban la mayor parte del tiempo en casa pero al salir debieron mirarla. ¡Al parecer ahora estaba en un problema grave!

-Jessy despierta.- la moví un poco para hacerla despertar y llamé a Edgar, quizás contestaría, o quizás no. El prometió que estaría bien pero no lo sé.

Jessy logró despertar lentamente y la llamada no entraba al teléfono de Edgar.

-Jessy ¿estás bien?

-¿Que pasó?- Respondió soñolienta, lentamente reaccionaría pero no sabría su reacción al ver que no llegó a casa anoche.

-No estoy muy seguro de que respuesta quieras escuchar.- respondí.

-¿Diego?- miró a su alrededor como una niña asustada, y comenzó a llorar. -¿Donde esta Edgar?- Al parecer su último recuerdo así como el mio era yo disparandole a Edgar. El silencio gobernó la habitación, la tristeza reinó en Jessy y a mí solo me quedaba explicar lo sucedido, para esto, la tomé del rostro, mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

-Jessy...- respiré. -Te prometo que él está bien.

Decidimos comer algo... Mi madre ahora había dejado dos desayunos servidos sobre la barra, entonces obviamente mis padres habían visto a Jessy dormir aquí, el desayuno de hoy se trataba de cereal de avena con poca leche y manzana en trozos.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora