TRES DÍAS ANTES.
#SegunDiego...
Tomé un respiro.
No estoy preparado para madurar, no estoy listo para crecer, sólo no y ya, no quiero ser un adulto aún, quiero vivir, conocer y explorar, pensaba en esto una y otra vez.
La graduación de la preparatoria se acerca, faltaban sólo tres días, en los cuales aún tenía que asistir al Colegio de Bachillerato de Tamaulipas. Bastaban sólo tres días para convertirme en un adulto.
Miércoles...
Sonó la alarma para despertar y comenzar un excelente día en la prepa, bajé las escaleras y mi desayuno me esperaba servido como cada mañana, mis padres no estaban como es la costumbre, ellos salían a trabajar antes de que yo despertara.
Desayuné mis wafles con un poco de leche.
Chequeé whats app. La famosa red social de mensajes de texto.
Envíe un mensaje a mi mejor amiga Jessy, como hacía cada día al despertar.
Yo: Buen día Jessy.
Yo: ¿Hoy pasaré por ti para ir al colegio?
Has cambiado tu foto de perfil.
Jessy: Hoy si me gustaría que pasaras.
Jessy: La verdad es que no me siento muy bien.
Jessy: Te espero.
Yo: Me cuentas cuando llegue.
Jessy se ha desconectado.
La verdad me resulta extraño que Jessy no se sintiese bien, es algo muy poco común en ella.
Al terminar mi desayuno tomé las llaves de uno de los tres autos de papa, el plateado era mi favorito.
Jessy vive a solo unos metros de mi casa y al llegar noté que me esperaba.
Ella es la típica chica que es muy amable con todos, y por la misma razón todos los estudiantes de nuestro salón le tienen demasiado afecto y cariño. Jessy había formado parte de mi vida desde pequeño debido a que compartimos primaria, secundaria y ahora el bachillerato, el plan es mudarnos a Nuevo León para estudiar juntos la universidad con la carrera de Medicina en el internado de una de las universidades más prestigiosas de la ciudad.
Jessy es una chica muy guapa, tiene un gran cabello largo ondulado de color castaño rojizo, su tez es blanca aperlada, sus ojos color cafés oscuro y tiene una sonrisa perfecta, mide aproximadamente mi estatura 1.75 metros.
Pero hoy no se miraba del todo feliz.
Bajé el vidrio de la ventana del auto.
-¡Hey! Sube Jessy.- me coloqué unas gafas de sol, ella mostró su sonrisa común pero ahora se trataba de una sonrisa forzada.
Ella se acercó al auto y entró.
-Diego.- me miró a los ojos y comenzó a llorar, yo solo la abracé para demostrar apoyo y confianza.
-Jessy ¿qué sucede?- era obvio que estaba mal.
-Mi novio Gastor...- Jessy tartamudeaba un poco, al parecer le había afectado lo que el chico le hizo.- Me engañó...- No dije nada, sólo su tristeza también me consumía. La abracé fuerte para demostrar que contaba conmigo.
-... Si gustas podemos faltar a clases solo el día de hoy, necesitas despejar tu mente.- ella solo asintió. -Bien ¿te parece si escapamos a Tampico?- ella amaba la playa de Tampico, y cambió de ánimo en cuestión de segundos.
-Me encantaría.- entonces limpió sus lágrimas y conduje hacia Tampico que tan sólo hacíamos una hora en llegar y nos dirigimos a la playa "Miramar".
Ahí mismo compramos trajes de baño con la tarjeta de crédito de Jessy, ya que no veníamos preparados para esto.
Este era el lugar en el que Jessy se encontraba consigo misma. Y a mi me encantaba verla feliz.
Entonces entramos al agua y Jessy tomó la palabra.
-La verdad es que me molesta mucho Gastor, no puedo creer que me haya hecho esto.- al parecer Jessy quería seguir hablando del tema, y bueno, yo soy excelente escuchando.
-Ese hombre no merece una mujer como tu.- sonreí mientras acariciaba su cabello.- Tu eres hermosa y muy inteligente, y no mereces alguien que te vea como una simple opción.
Jessy sonrió, entonces supe que era el momento perfecto para empujarla y hacerla caer dentro del agua contra las olas.
-¡Hey! Pero ya quita esa cara extraña.- ella solo rió cuando la hice caer.
-Debería... Darle celos.- Jessy mostró su sonrisa vengadora, odiaba que Jessy mostrara esa mueca, pues ahora tenía una idea, que por lo regular siempre son pésimas. Pero darle celos al estúpido de Gastor parecía buena idea, de esa forma él sabría la clase de chica que perdió por una estupidez.
-Si deberías darle celos, pero con alguien a quien él odie.- Dije sin pensar lo que decía. Jessy colocó su mirada fija en mi. -¿porque me ves así?- al parecer Jessy tenía otra idea.
-Ese chico serias tu.- y entonces recapacité, había olvidado por completo que Gastor me odiaba, siempre pensó que Jessy y yo teníamos algo más que una simple amistad, nunca fue educado conmigo pero honestamente eso nunca me importó.
-¡Estas loca!- reí. Entonces nos miramos a los ojos y noté que no podría zafarme de esto.
Dos horas después salimos del agua y nos dirigimos al restaurante favorito de Jessy para comer algo y ordenamos.
Pensé que Jessy se había olvidado del tema de darle celos a Gastor hasta que lo menciono nuevamente.
-Bien Diego, ya puse nuestra relación en Facebook.
-¿Que hiciste qué?- entonces chequee Facebook.
Jessy ha cambiado su información básica de "Soltera" a "Tiene una relación".
Jessy ha agregado que tiene una relación contigo.
Jessy compartió su acontecimiento importante.
Entonces los likes en Facebook comenzaron a subir poco a poco.
-Pensé que se trataba de una broma.- la miré a los ojos y llegó nuestra comida.
Jessy es amante de la comida, ella come hasta llenar, por su buena suerte no engorda ni un poco, y no le importa si algún día lo hace, amaba eso de ella, aveces sentía que era mi mejor amiga, pero otras veces parecía mi mejor amigo.
Al terminar el día, optamos por regresar a casa.
Jessy había recibido 356 reacciones en su publicación, donde mostraba que éramos pareja. Pero ella y yo sabíamos que se trataba de un solo juego, incluso podía ser algo incómodo o divertido en el salón de clases con Gastor.
Llevé a Jessy a su casa.
Fue ahí cuando dije.
-Muy bien novia mía, que tengas linda noche.- dije entre juegos.
-Recuerda que está prohibido enamorarse entre nosotros.- rió ella sin mas.
-Sólo es un juego, lo sé, no te preocupes.
-Bien, entonces que tengas bonita noche mi amor.- dijo ella entre risas.
-Recuerda que el que se enamore de verdad, pierde el juego.- mencioné para aclarar el tema y me dirigí a mi casa.
El plan era darle celos al ex-novio de mi mejor amiga, mi promesa era ayudarla.
Mi pacto con ella comenzó. ¡Jugar a ser novios! Para unas personas el mejor juego, para otras el peor. He aquí cuando digo que está prohibido enamorarse uno del otro. Quien se enamore esta dispuesto a sufrir por el resto del ciclo en la universidad, o bien, quizás el resto de nuestras vidas.
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Prohibido Enamorarse
Roman pour AdolescentsPareciese que tengo un radar para estar en el lugar equivocado en el tiempo equivocado. Ahí mire nuevamente su rostro y de cierta forma me sentí aliviado, pero de igual modo sentí terror, quizás él había cambiado por completo o talvez no, a quien di...