Día 3

34 7 1
                                    

Tiritaba del frío, me asusté cuando descubrí que había despertado frente a una casa desconocida y estaba nevando. Quise buscar mi teléfono pero no lo tenía, en ese entonces llegó alguien, me saludaba como si lo conociera, se trataba de un hombre mayor, barbudo y se notaba que no ha estado en un hogar durante años ya que su higiene era de lo peor.

- Quien eres? -le pregunté-.

- Sigues dormido o que? -me observaba extraño mientras aquella persona intentaba prender fuego-.

- Me conoces?

- Claro, eres YoonGi, acaso perdiste la memoria?

- Como sabes mi nombre?

- Me estás jodiendo? Hemos estado viviendo juntos desde hace meses.

No sabía quién era, y como era posible que haya estado viviendo en la calle junto a este extraño, de tanto pensar y tratar de sacar conclusiones me dió un fuerte dolor de cabeza. El frío solo me desesperaba, pensé en buscar un abrigo pero era estúpido pensar en eso, ese hombre me dió uno que tenía guardado, supuestamente era mío y me llamó loco por sacarmelo. Tan solo quería irme de allí e ir a mi casa pero no sabía dónde rayos de encontraba, me decidí por encontrar un sitio con calefacción así que fui a un supermercado que se encontraba a 20 minutos.

Cuando llegue solo me puse a caminar por los pasillos, por mi aspecto algo desarreglado, lo cual me parecía extraño, de seguro pensarían que me trataba de un vagabundo que juzgando por el lugar donde desperté estarían en lo correcto. Trataba de disimular la razón específica por la que estaba ahí, pero no me tomó mucho tiempo tener que irme de ahí, no poseía dinero y caminar por los pasillos sin tomar algo para comprar era incómodo, tuve que seguir caminando para encontrar otro lugar con calefacción y creo que nunca estuve tan agradecido cuando encontré una biblioteca pública.

Entré y solo busqué un libro simplemente para disimular un poco, me senté y cada 5 minutos pasaba de página, ya no sabía cuánto tiempo pasó cuando alguien me llamó la atención, Moomin? Pensé. No, no era, lucía muy distinta, su cabello era negro con unos leves tonos azules y el cabello de Moomin era rubio. Ésta chica se había sentado frente mío y cuando me observó simplemente hizo una mueca de desaprobación, me veía como si fuera un ser repugnante solo por como estaba vestido. Me enojé rotundamente con ella, fui directamente a confrontarla.

- Oye! -tomé de su muñeca con algo de agresividad-. Crees que tienes el derecho de mirarme de esa manera? Solo porque me visto así?

- Ya suéltame! Tú quién eres para sujetarme así? -solté su muñeca bruscamente-. Detesto a la gente desagradable como tú.

- Entonces debes de odiarte a ti misma. -esa chica se marchaba del lugar y se notaba que estaba algo irritada por lo que le dije-.

Pensé en que al menos nunca la volvería a ver otra vez, las personas que desprecian a otras por su situación económica me parecían unos completos presumidos e irritables. Me quedé en la biblioteca hasta que ya era hora de cerrar sus puertas, tuve que volver al mismo lugar donde desperté, allí aún se encontraba ese hombre extraño.

- Hasta que regresas.

- Tengo demasiada hambre, siento que podría morir.

- Pues no hay nada que comer, solo un poco de arroz que me entregó Jiae.

- Quién? -ese nombre ya lo había escuchado antes, tratando de recuperar mis vagos recuerdos recordé que se trataba de aquella chica frente a mi casa-.

- Jiae, mi hija.

- Entonces por esto me dijo que no podía volver a su casa. -lo mencioné en un tono bajo-.

- Ella me había prometido que volvería a darme más abrigos, vas a poder conocerla.

- No se preocupe yo ya la conozco. -en ese momento llega alguien que ya conocía pero no era Jiae-.

- Ten padre, mi madre lo preparo.

- Gracias hija, mira te presento a YoonGi.

- Ella es tu hija?! -estaba confundido, me había dicho que se llamaba Jiae pero ella no era la que yo conocía-.

- Exacto, me dijiste que la conocías. Desde cuándo se conocen hija?

- No me llames así y yo no lo conozco. Tengo que irme a casa.

Me golpee la cabeza con mis manos, no quería complicarme la vida, por casualidad pude haber conocido a dos Jiae distintas, pero lo que me tenía más preocupado y confundido era el saber cómo había llegado hasta este lugar y como este hombre me conocía. A pesar del frío que me mantenía despierto durante bastante tiempo logré dormirme.


————————————

Hola! Ya ha pasado una semana desde la última vez que actualicé por lo tanto quise darles ésta pequeña sorpresa por esperarme tanto.

Solo falta una semana más y vuelvo a actualizar seguido.

Gracias por ser pacientes. Los amo~

No one like you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora