Día de la figura

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Me preguntaba qué hacia allí, miraba a todos lados pero no la encontraba, recorría aquel lugar para asegurarme de que no estaba y así era, no solo tenía que soportar ilusiones auditivas sino que también debía soportar ilusiones visuales. Su imagen era tan vívida, como si en verdad estuviera conmigo, como si en verdad la hubiera encontrado, pero una parte de mi cerebro decía que no era cierto, que era una completa mentira provocada por mi estúpida cabeza. Su figura era linda, tenía una extraña sensación de ya haberla visto, como si ya la conociera, a todo eso mi única respuesta era la locura, me sentía un loco, un desquiciado, un obsesivo. Tenía tantas ganas de darme un buen golpe contra la pared, lo pensaba y sabía que era una muy buena idea, nadie me detendría, ni siquiera su imagen tan bella en el espejo.

— Acaso quieres morirte? —ella me habló justo cuando me levantaba—.

— Cállate! Tú ni siquiera existes.

— Sí existo, siempre estuve contigo pero tú me ignoraste.

— No te conozco, quién eres? —me acerqué a su imagen—.

— Mi nombre? Pues, me llamo Jiae.

— Lo ves? No existes.

— Aquí. Aquí no existo.

— Entonces?

— Debes volver a tu dimensión y me verás.

— Es lo que intento, no puedo volver porque no hay Jiae para conocer y enamorarme.

— Pero dijiste que ya estabas enamorado.

— Y lo estoy, estoy enamorado de tí.

— Entonces descubre que es lo que te falta para volver.

— Dímelo, seguro lo sabes.

— Solo te hace falta saber quién soy.

No sé lo que me falta, había hecho todo lo que hice en las otras dimensiones, pero me faltaba Jiae. Pensaba en lo que ella me había dicho, tengo que saber quién era ella, de verdad sentía que la conocía pero no sabía de donde, tal vez la conozco de otra dimensión pero si así fuera yo lo sabría y aún así no lo sé. No había nada que hacer por lo tanto me fuí caminando hasta un pequeño río a aclarar mi mente, allí podría pensar mejor y tratar de recordar quién era ella, en realidad sabía que era Jiae y lo que me faltaba era saber más sobre ella, como es que la conozco. Pensaba demasiado, quería recordarla pero era como si su recuerdo se hubiera desvanecido de mi mente, después de varios minutos pensaba en que su voz era similar a otra persona que ya conocía pero que no veía hace muchísimo tiempo, esa voz era algo que yo ya había escuchado en otra parte.

No one like you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora