Una discreta descripción

Una discreta descripcion

Una discreta descripción

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Ella saltó y se sumergió en lo profundo de la oscuridad del pozo donde regresa a su tiempo. Ni siquiera voltea para mirar y pensar en la bestia, no era un buen momento. Kagome quería entrar a su casa y acostarse a dormir para solo pensar en el mañana...

Cuando abrió la puerta de su hogar las luces estaban encendidas pero no había ninguna presencia de su familia y ella los llamaba por toda la casa a cada uno pero ninguno respondió hasta que encuentra una nota sobre la mesa. Ella lo examina con cuidado y supo que se trataba de la letra de su madre.

-Kagome; lo siento, nos olvidamos de avisarte que tu hermano y tu abuelo iban a ir al festival municipal que se hacía en la ciudad, salimos antes del acto y te dejé comida en el microondas para que lo calientes de nuevo. Está en todo tu derecho en venir al festival, no te quiero obligar y si quieres trae a InuYasha para que vea esto.

PD: Espero que lo leas o quizás te quedes en la época feudal...

Te quiere, Naomi-

Ella suspiró pesadamente y se dirigió hacia el microondas para revisar la comida que fue guardada ahí mismo. Era un plato que contenía ramen cerró la puerta para calentar la comida por dos minutos aproximadamente. Al esperar media hora termina escuchando el sonido que avisa el electrodoméstico.

— ¿Invitar a InuYasha? es una broma —dijo al sonreír con ironía.

Kagome se sienta con la comida sobre la mesa y prende el televisor para ver las noticias; que solo hablaban del festival de esta noche. Terminó de comer para limpiar los platos y luego a subir a su habitación nuevamente, sin nada que cambiar en su rutina solitaria. No tenía mucho que hacer aparte de ducharse con el pensamiento metido en las palabras de su pareja. Porque la bestia había nombrado otra vez a su primer amor, parece que aún no la supero. Ella lo entiende pero ya no sabe hasta qué punto debe esperar para que se recupere definitivamente.

Buscó su piyama, su ropa interior y una toalla dentro del armario que estaba en su habitación para después irse a duchar. Antes de cerrar la puerta detrás de sí, creyó haber visto a alguien por la ventana pero hizo caso omiso porque su mente le hacía imaginar cosas y era por la costumbre de ver a InuYasha de visita constante a su habitación. La miko suspiró pesadamente para retirarse por unos minutos.

Por otro lado, Sesshomaru salía del pozo olfateando ese perfume femenino que la describía. Obviamente todo su entorno es nuevo, bocinas del tránsito, luces de diferentes colores, ruido tras ruido de construcciones o de humanos que iban y venían de quien sabe dónde. Sus orbes amarillentos buscaban a la única miko que pasó a su "mundo" y claramente su mundo es raro. El perfume lo guiaba hasta una extraña "cabaña", donde supone que es el hogar de esa humana: las cabañas entre las dos épocas sí que eran diferentes. Su camino daba paso directamente hacia una ventana que estaba en la planta alta, reviso visualmente desde el extraña pared transparente y corrediza; el perfume se detenía en esa zona que estaba muy acomodada de colores que resaltaban un poco, rosado, amarillo, un poco de lila y blanco. Una decoración rara pero femenina para una chica de la época, según su punto de vista.

Discretamente se movilizó adentro ya que la ventana estaba entre abierta. El aroma se mantenía en el lugar, el youkai observaba todo su alrededor porque había muchos materiales que le pertenece a la nueva sacerdotisa. Revisaba las fotografías que estaban colocadas en un escritorio: La familia Higurashi estaba presente en esa imagen y otras aparecía ella pero cuando era pequeña. Este continuó caminando hasta llegar a la puerta pero su oreja izquierda se apoyaba para oír unos pasos que se aproximaba a esa dirección, no entró pánico porque prefirió esconderse detrás de la puerta.