(039)

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Park Jimin se encontraba más que fascinado, ante el dulce aroma que desprendía su omega, al estar a su lado profundamente dormido, después de estar lleno de altas fiebres y de gemir, de dolor toda la noche, preocupando a su embarazado, el cual por fin descansaba.

¡Y vaya que el aroma de su omega llenaba todo su interior de deseos!, para nada puros, aunque las recaídas de morder a su omega bajo suyo , mientras este se abría especialmente para él, era todo lo que pasaba por su mente, pero también su lado humano pensaba que YoonGi tendría que descansar, su amado novio tendría que cuidar a sus pequeños que crecían sanos en su interior.

Así que se retenía de su celo, que empezaba a despertar tan temprano por la mañana.

Y si hubiera seguido así, no hubiera previsto que una fuerte oleada de dolor le atacaba, gritando como desquiciado, empezando a sudar en frió, no podría retener los jadeos que no dejaban de salir de su boca, notando como esta salivaba más de lo normal.

El primer celo del mes y ya le tenía bastante mal, quizás sea porque ya tendría una pareja, un omega con el cual aprovechar esta tan deseada etapa. Pero lo que más le jodía, en su mente, era que no se permitiría dañar a su pareja menos en este estado.

Despertando al morocho, que preocupado socorría a su novio, el cual de ojos cerrados mordía sus labios, hirviendo de calor casi quedando sin aire de tanto que mantenía su postura.

Aquella que le mataba lentamente, sintiendo como sus piernas flaqueaban y su miembro se endurecía. Sin duda era su celo, si anoche estaba mal hoy estaba peor ante los ojos de su pareja.

Que embobado olisqueaba el fuerte aroma a celo de su novio, el cual sufría con su subconsciente de domar salvajemente a su Omega.

— Jimin amor, no te dañes de esta forma. —Susurraba el pálido, reteniendo sus ganas de montarse arriba de su Alpha. Si bien el que su pareja estuviera en celo le excitaba de una forma, tendría que tener cuidado de no dañar a sus hijos.

—¡No...! —Gruñía sacando su voz de mando, apenas podría retener su lado animal. —¡No quiero dañarte amor...! —

— ¡Amor mírame! —YoonGi hablaba suavemente, tomando el rostro de su novio, observando con claridad los ojos del menor, los cuales mostraban el pleno deseo, amor y lujuria.

Provocando que su lado Omega saliera a la luz, sacando su lado más lascivo, trago en seco y se subió arriba de su Alpha. El cual atentamente notaba sus movimientos, con fuertes gruñidos satisfactorios.

—Sé que no me dañaras. —Junto sus frentes para reír ante la situación, bajando a sus labios para besarlos con fuertes deseos que claramente fueron correspondidos.

—Sé que no lo hare... YoonGi. —La grave voz de Jimin hacía notar los cambios que el celo le hacía a su dulce pareja.

Que tomaba de sus caderas, creando fricciones entre su miembro y su trasero, que se mecían en su hombría con total libertad.

Sintiendo la humedad que desprendía, su gruñón omega que soltaba leves jadeos, YoonGi sabría que su entrada goteaba, era increíble como su novio hacía de su cuerpo un completo desastre.

A penas podría retener sus gemidos que salían de sus labios, cuando Jimin apretaba de su trasero, más salvaje que de costumbre, más putamente excitante para el Omega, que posaba sus labios ante la hambrienta boca de su novio, el cual le devoraba con desespero.

El ambiente se tornaba cada vez más caliente, y eso que aún no empezaban con el juego carnal, pero Jimin apenas podría retener su lado humano ante su celo, que pedía deshacer de gemidos a su omega.

(EN EDICIÓN) "Honey Sweet" » | JimSu.«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora