Historia Many.

100 15 25
                                    

Dany trabajaba en Jumbo en esos momentos, formaba parte del equipo de limpieza. No lo hacía porque quería, sino porque su padre era uno de los jefes de aquel mercado Jumbo, por esta razón ella debía de trabajar ahí.

Tenía tres hijas, un hijo y a su esposa Mari. Eran "muy felices", o eso se podía decir llegar a su casa exhausta y lo único decente que podía encontrar era al pez, aquél que compró hace un día, ya que los anteriores habían acabado en el retrete.

Comida en el suelo, techo y paredes, ropa interior sucia -además de pañales- en las escaleras, sus hijas corriendo desnudas por la casa, jugando a la wii -rompiendo varios jarrones- y su esposa Mari tirada en el suelo borracha, siendo víctima de los crayones de su hijo Manuel. Todo hecho un completo desastre.
Dany no se preocupaba en deshacerlo, el cansancio que tenía no le permitía mover un dedo, pero luego de una siesta se las verían con ella.

¿Porqué formaba parte del equipo de limpieza en Jumbro? Esto era debido a que su padre se había enfadado brutalmente con ella, ¿Por qué razón? Pues...

*Flashback*

—Papá, soy lesbiana.

—...

—¡Y está embarazada! —Sonrió felizmente Mari, su "amiga del colegio" -según la mentira que habían planeado-.

—... ¿Q-quién es el padre?

—Mari.

Luego de tres días, le dieron de alta del hospital al padre de Dany por un paro cardíaco. Nunca perdonó a su hija por su gran gusto por las empanadas.

*Fin Flashback*

Dany conoció a Mari en el mismo Jumbo, cuando esta se encontraba trabajando y la otra... Bueno...

*Flashback*

—¡Yo dije que quiero condones para la concha! —Gritó una mujer borracha, amenazando a los empleados con un sacacorchos.

—S-Señora, baje eso, ya le dijimos que no existen los... Esos.

Muchos hombres y mujeres de seguridad la rodeaban, intentando calmarla, pero eso lograba todo lo contrario a la calma.

—¡Mentira! ¿Dónde quedó eso de servicio al cliente? ¡Soy su cliente, follenme! —Carcajeó exageradamente.

—¿Para qué necesita "condones para la concha"? Puede utilizar los condones normales, sirven de igual forma, o las pastillas, aunque eso no asegura mucho. —Habló un hombre, quien de vez en cuando intentaba quitarle el sacacorchos a la joven.

—¡Porque yo quiero follarla! —Apuntó hacia Dany, quien trabaja como cajera en esos momentos.

La nombrada enrojeció violentamente en cuanto escuchó aquello, entonces el mismo hombre que había hablado la llamó con una seña de manos.

—Si te entregamos a la chica y un paquete de pastillas... ¿Soltará al empleado?

Dany se mantuvo estática en su lugar, shokeada con la extraña situación que estaba viviendo en esos momentos. Quería salir corriendo, aunque la chica era bastante atractiva y podría hacer una excepción.

—Uhm... De acuerdo. Ven, bebé, follemos.

Y si... Se dejó llevar por los encantos alcoholizados de la tal Mari. Follaron en el cuarto de limpieza, duraron horas, cuando habían acabado en lugar estaba ya cerrando sus puertas.

Ahí fué donde empezó una hermosa historia de amor y sexo.

*Fin Flashback*

Gracias a eso obtuvieron a su primer hija, Alba, era bastante tranquila y calmada, creyeron que tendrían una familia normal en la casa que el padre de Dany le otorgó como regalo de bodas. Alba, actualmente, es una adolescente de 18 años a punto de graduarse del secundario.

Entonces, llegó Manuel. Este era aún más tranquilo que la anterior, pero un asco en las materias, también un reto por las veces que debían de cambiarle los pañales. Este actualmente tiene 17 años, lucha por pasar el quinto año del secundario.

La siguiente fué Cata. Las cosas empezaron a empeorar con esta, ya que era más activa que el resto, no hacía tantos desastres comparados con la última. Actualmente, tiene 15 años y es el hazmerreír en su secundario, invisibilidad con las notas.

Y bueno, todo no podía ser genial para siempre. El ADN había empezado a empeorar con cada hijo que tenían, y la muestra de esto era Fatima. Escandalosa, pero le llegabas a hablar sobre los estudios y te podía mostrar las mil veces que había salido de abanderada. Actualmente, tiene 14 años, y es toda una zorra -enseñanza de su madre, Mari-.

Aún teniendo esta familia tan escandalosa, Dany es feliz, porque ama a esta con todo su corazón. Daría la vida por ellos, eran su razón de seguir trabajando en el estúpido Jumbo, quería la felicidad de sus hijos y su esposa.

Pero no, la deformidad de su familia no era suficiente, al conocer a dos familias más la cosa ya se hizo más complicada de lo normal.

...¿Se podría decir esto "normal"?

Crazy ADN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora