—Ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma, ma-
—¡¿QUÉ?! —Gritó Nalgie, su paciencia llendose a la mierda.
—Cantame una canción de cuna. —Exigió Luli, con el entrecejo fruncido, cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Tienes trece años.
—¡Bart tiene diez y su mamá lo arropa!
—Bart es un dibujo animado.
Luli comenzó a llorar, patalear y gritar como toda una berrinchuda, exigiendo lo que quería.
—DUERME MI NIÑA, DUERMETE YA, O VENDRÁ EL COCO Y TE COMERÁ.
Luego de haber cantado con toda la "afinación" habida y por haber, salió de la habitación de su hija dando un portazo.
—¡NO ME ROMPAS LA PUERTA! —Se oyó el grito de Susy desde su habitación.
Luli, traumada, se mantuvo en silencio y con los ojos como dos pelotas de béisbol.
—¿El coco? ¿Me va a comer?
AL OTRO DÍA :D
—¡FATIMA! ¡BFF SORRA! —Gritaba Luli desde fuera de la gran casa. Al no recibir repuesta, lanzó una piedra a la ventana.
—¡LA PUTA MADRE! ¡¿QUIÉN FUÉ?!
Luli salió corriendo al oír la voz de Mari, quien estaba luchando por abrir la puerta.
Se dió cuenta que esa no era la forma correcta de hablar con su amiga.
Dió la vuelta a la casa, llegando al fondo, pero se asustó cuando vió a una mujer, gruñona como un perro, maldiciendo en la parte trasera.
—¡LULI, CORRE, ES ESTERBINA! —Gritó su amiga desde la ventana, desesperada.
Gritando como una loca profesional egresada de la facultad de locura, corrió hacia la puerta trasera, entrando por esta gracias a su amiga.
—¡ELLAESTAAHIDESDEAYERNOSEDEDONDESALI-
—¡PATO!
—¿Eh?
—No sé.
—Bueno. Hola.
—Hoal.
—¿Eh?
—No sé.
—¿Qué te trae por aquí?
—Vine a traerle este humilde obsequio.
—¿Eh?
—No sé.
—¡LULI! —Gritó Manuel, entrando a la cocina -donde ambas se hallaban-.
—¡MANUE'!
—¿Ya viste a Ela?
—¿Eh?
—Esterbina. —Corrigió Fatima.
—Ahh... ¿Eh?... Ahh... ¿Eh?... Ahh... E-
—Basta.
—Bueno. —Puchereó.
—Ayer mamá encontró a Esterbina en un puticlub. —Dijo Manuel, bastante tranquilo.
—Ayer casi me come el coco.
—Dice que descubrieron ser hermanas.
—Tenía miedo, casi me hago pipí.
—Pero muuuuuy lejanas.

ESTÁS LEYENDO
Crazy ADN.
HumorTres familias, un mismo ADN. Cuando estas se unen, la normalidad no sobrevive en esta guerra repleta de subnormalidad.