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Su cuerpo cansado le impedía correr a más velocidad, el camino estaba lleno de rocas y grandes ramas de los árboles que hacían alentar su paso.
Su respiración era agitada, su cuerpo le dolía y su mente se nublaba. Sentía el frío viento entre su cara y las gotas caer en su lomo.

No podía soportar más, por suerte vio a lo lejos luces, entre más se acercaba dejaba verse una gran casa, justo ahí podría esconderse.
Los cazadores no eran tan rápidos como él pero el cansancio se aumentaba.

Escuchó un estruendoso sonido que no provenía del cielo, justo estaba lloviendo, sintió un dolor en su pierna y chilló pero no podía detenerse, no debía.

Por fin llegó a esa casa, brincó la valla y se escabulló por los arbustos escondiéndose bajo estos para que no lo encontrasen, la pierna le dolía mucho y estaba sangrando. Se acostó en el verde pasto y su mente se nubló aún más esta vez llegando al punto de ver una negrura lóbrega.

...

Despertó por un sonido proveniente de fuera, abrió sus ojos con dificultad y volvió a cerrarlos por la luz de la habitación.
Parpadeó varias veces y frunció el ceño, no conocía ese lugar, nunca antes lo había visto.
Miró su cuerpo y se dio cuenta que estaba cubierto por una tela calientita y suave, miró bajo esta y su cuerpo estaba tapado, le resultaba un tanto incómodo, él nunca había usado algo así, toda su vida la vivió desnudo y libre en el bosque.

—¡Despertaste!—escuchó una voz aguda y se sobresaltó, volteó a su derecha y vio una pequeña niña de cabellos castaños, ojos cafés claros y piel aperlada, sujetaba una muñeca en su brazo muy parecida a ella, casi con el mismo vestido amarillo y largo. Ella le sonrió y él solo se quedó mirándola, tratando de descifrar quien era aunque sabía que no la conocía.

—Estaba muy preocupada por ti ¡Pensé que habías muerto!

—¿E-en donde estoy?

—En mi casa, ayer te encontré en la mañana acostado en el jardín, tenías mucha sangre alrededor y estabas desnudo, grité mucho—la niña rió—Papá trajo un doctor y te curaron, dijeron que pudiste haber muerto desangrado y me asusté mucho, ¿recuerdas lo que te pasó?

Zayn negó y trató de levantarse pero el fuerte dolor en su pierna lo hizo volver a su lugar.

—Ni trates de levantarte, no podrás hacerlo en largo tiempo, te quedarás con nosotros

—Me quiero ir

—Nop, estás muy heridito y yo cuidaré de ti, por cierto me llamo Natalia pero puedes llamarme Nat ¿tú cómo te llamas?

—Zayn

—¿Solo Zayn?—asintió—es un lindo nombre, le diré a Gina que has despertado así te traerá el desayuno, no te muevas de ahí—la niña advirtió apuntándole con el dedo índice y salió de la habitación.

 El chico se quedó ahí, esperando a que la niña llegase, ella parecía ser buena y era bastante tierna.
Cerró sus ojos y esperó unos minutos hasta que la puerta se abrió y entraron una señora y la niña.

—¿Cómo te sientes?—preguntó amablemente la señora de alrededor de 50 años

—Uhmm cansado

—Has dormido un día entero, niño

—No soy un niño—hizo un puchero y Natalia rió

—Te traje el desayuno, espero que te guste—le dejó la mesita en las piernas y quitó el plato con el que tapaba la comida que era avena y leche tibia.

La mujer tomó la cuchara y la guió a la boca del moreno quien movió su cabeza evitando comer, la miró desafiante y cruzó sus brazos.

—Tienes que comer

—¿Qués es eso?

—Avena ¿nunca la has comido?

—Yo solo como carne

—Esto te va a hacer bien, anda, come un poco—lo pensó unos segundos y abrió su boca esta vez aceptando el bocado. Su boca nunca había probado algo tan dulce. El resto se lo terminó en menos de cinco minutos, después tomó la leche.

—Perdón por no presentarme, soy Gina y tengo 52 años ¿cómo te llamas y cuantos años tienes?

—Zayn

—¿Y tu edad?—se encogió de hombros—Te ves muy joven, quizás tengas unos 21 años, el señorito Liam casi tiene 20, deben ser casi de la misma edad—Zayn la miró confundido, no sabía de quien hablaba

—Te dejaremos, puedes ver la televisión si quieres para que no te aburras, puedes gritar mi nombre si necesitas algo

—Aquí está en control remoto—Natalia le dio el aparato y ambas salieron dejándolo solo.

 Zayn miró el control no sabiendo para qué servía, comenzó a apretar los botones muy entretenido hasta que una pantalla se encendió frente a él, se quedó quieto asustado y sorprendido, en la pantalla se mostraba un canal de música, apretó otro botón y el canal cambió a un noticiero.

Estaba encantado con lo que tenía enfrente y no tardó en jugar con el control cambiando y cambiando a su gusto los canales, eso era tan nuevo y sorprendente para él, le encantaba.
Por fin después de una hora jugando le dejó al canal de música, movía su cabeza conforme al ritmo, esa melodía era de su agrado.

La puerta se abrió y entró un hombre alto y robusto, con ropa elegante y con un aroma muy masculino que invadió sus fosas nasales.

—¿Que tal, muchacho?—se acercó lentamente para que Zayn no se asustara y le hiciera algo, se sentó a su lado y acarició su cabeza haciendo que Zayn cerrara sus ojos disfrutando de las caricias que jamás había recibido.

—Me supongo que huías de alguien y entraste a mi propiedad—el chico asintió sin abrir sus ojos—Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras—Zayn abrió sus ojos

—Es muy bueno—dijo refiriéndose a él y sonrió tímido

—¿Tienes familia?—el moreno bajó la mirada y negó—¿Qué les pasó?

—Los mataron, los cazadores

—¿Y ellos te querían a ti?

—Sí

—En ese caso, viendo tu situación te quedarás más de lo necesario, cuidaremos de ti.

*****

Si ya sé, ya sé que tengo que seguir las demás fics pero ñeh, ya quería subir esta.

Subiré cap cada que pueda.

Animal Soul - ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora