Animal Soul - Ziam

5

Liam se sienta en la banca del patio delantero, mira a su alrededor, es un buen día.

Decide recostarse en el pasto y mira el cielo azul y despejado, hay algunas nubes. Siente una presencia, y por el olor sabe exactamente quien es. El chico se acuesta a su lado y mira el cielo con él.

—Es raro que esté soleado, casi siempre está nublado—habla Zayn sin apartar la mirada del cielo.

—¿Qué te gusta más: soleado o nublado?

—Nublado y lluvioso

—¿Por qué?

—Es lindo, dan ganas de permanecer a lado de alguien, abrazados.

Liam ríe y asiente.

—Tienes razón, lo malo es que no hay nadie aquí para hacerlo, Natalia a veces es muy fastidiosa

—No me refiero a eso

—¿Entonces?—volteó a mirarlo

—Olvídalo.

Liam entiende a qué se refiere pero realmente quería escucharlo de Zayn.
Quizá sea una indirecta.

—Zayn—el moreno voltea y lo mira expectante. No dice nada, quiere la respuesta a su hipótesis.

Toma su mejilla y se acerca lentamente, cierra sus ojos y toca los labios de Zayn con los suyos.
No percibe movimiento de parte de su compañero, se siente mal pero en vez de alejarse prefiere mover sus labios, pronto los ajenos hacen lo mismo.

Son suaves y gruesos, le gustan mucho, podría hacer eso por horas.

Después de algunos segundos se separan y siguen mirando el cielo, sin decir o hacer algo. 

Se levantan cuando el estómago de Zayn comienza a gruñir, indicando que tiene hambre.

No hablan del tema, lo evitan y está bien, no quiere que algo diferente pase entre ellos, apenas se están llevando bien.

...

Ha comenzado a sentirse extraño y sabe que se acerca su temporada de celo.
No quiere tener que pasar por eso otra vez pero lamentablemente es parte de la vida, no puede cambiarlo.

En estos días ha estado encerrado en su habitación la mayor parte del tiempo, solo a veces sale para tomar aire fresco y tomar agua, ni siquiera le da hambre y tiene un baño en su habitación, eso le facilita su encierro.

Se la pasa leyendo libros y escuchando aquella música que a su madre le gustaba, le trae buenos recuerdos.

—Liam...

El castaño escucha la voz suave de su compañero, se levanta de la cama y abre la puerta. El moreno aspira sutilmente el aroma que emana e intenta controlarse apretando fuertemente su brazo por detrás de su espalda para que Liam no lo note.

—Hola Zayn, ¿necesitas algo?

—Estoy aburrido.

Liam le sonríe y toma su hombro para meterlo a la habitación, se asegura que nadie esté cerca y cierra bien la puerta.

—¿Te vio mi padre?

—No, creo que está en su estudio.

—Ah, perfecto, cuando está ahí casi no sale—le guiña el ojo y Zayn sonríe

—¿Qué hacías?— ambos se sientan en la cama

—Leía aunque me aburrí, estando solo es... aburrido

—A veces no está mal

—Cuando estás encerrado es diferente

—Es verdad

—¿Qué quieres hacer?

—No lo sé—se encoge de hombros

—¿Quieres leer conmigo?—el moreno muerde su labio pensativo pero luego asiente repetidas veces. Ambos se recuestan con el abdomen tocando la cama y ponen el libro enfrente. Comienzan a leer, Liam le pregunta si está listo para cambiar de página y Zayn solo asiente.

Ninguno pone mucha atención al libro sino a ellos mismos, se concentran en olerse el un al otro pero claro que no se dan cuenta que lo hacen. Es agradable y les gusta.

Se quedan así al menos una media hora hasta que Liam se levanta por el dolor que le causó la posición.

—¿Te está gustando el libro?—el chico se encoge de hombros—¿No te gustó?

—No lo sé

—¿Cómo?—frunce el ceño

—No sé leer—responde con naturalidad y Liam ahora se siente estúpido porque nunca se lo preguntó, lo asumió.

—¿Significa que solo estuviste mirando las letras hasta que cambiaba de página?

—Pues sí, ¿no es lo que se hace?—sonríe irónico

—Bueno sí pero también se trata de entender... ¡Oh! Se me ocurrió que tal vez pueda enseñarte a leer

—Sí, eso sería entretenido

—Muy bien, comencemos con las clases... Puedes llamarme profesor Payne—Zayn ríe y asiente.