Yo te quería

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Changmin lo adoraba. No le importaba si sus familias siempre estarían en guerra para ganar terreno en el campo de la construcción.

Aunque la mayoría de veces se topaba con su hermano mayor, Junho, siempre anhelaba verlo.

Parecía un acosador cuando buscó información de él en internet. Todas esas fotografías de Junsu sonriendo hicieron que su corazón poco a poco comenzara a sufrir por estar a su lado. Pero nunca imaginó que la pelea entre sus familias sería lo de menos.

O que incluso la sociedad nunca los aceptaría.

Por un tiempo trató de negárselo a sí mismo. Junsu tenía el rostro más tierno y hermoso que cualquiera pudiera tener, aunque fuera mayor que él. Pero un toque oscuro en su mirada lo había hecho pensar demasiado la primera vez que lo vio.

Contrató un investigador privado para descubrir lo que escondía. Le importaba poco si alguien pensaba que usaría eso para que su empresa enemiga cayera en el negocio, pero sabía que guardaría la información muy bien para que Junsu o su familia no salieran afectados.

Simplemente tenía curiosidad sobre cómo era y qué ocultaba la persona que ocupaba su mente todas las noches.

Pero luego de unas semanas de investigación deseó nunca haberse fijado en él. Y por ello casi perdía uno de sus mayores contratos para la empresa.

Quemó toda evidencia. En parte porque pensó que así podría quitar algo de su creciente odio, pero también porque seguía con la idea de que nadie sacaría provecho de eso. Pese a su asco, su corazón deseaba estar al lado del otro.

Para su creciente desgracia, la familia Kim deseaba realizar una alianza con su empresa. No se preparó para cualquier escenario posible en la reunión, pero rezaba por tratar con el gemelo mayor.

Si los padres no hubieran estado presentes, quizá desde un inicio habría dicho lo que su mente tanto guardó. Pero al terminar la junta, ambos padres se marcharon.

Toda la reunión pensó en cómo o qué le diría al otro. No es como si en algún momento habían cruzado más que un saludo o un pequeño enfrentamiento para ganar algún cliente. Pero Junho siempre había estado presente para defender a su hermano.

Y ese día no había sido la excepción.

- No sé si hacer una alianza con ustedes traerá algún beneficio moral a mi empresa.

- ¿De qué habla? –Junho tomó asiento.

- Que deseo estar lo más lejos posible de personas que buscan placer con cualquiera... a cambio de dinero.

- Lamento que alguien le hiciera perder su tiempo con mentiras. –Junho seguía defendiendo al menor pero Junsu poco a poco bajaba su mirada.

- Ojalá fueran mentiras. –Se levantó. – Sabía que eras demasiado perfecto como para siquiera pensar en realizar algo.

- ¿Por qué está...? –Junsu finalmente habló.

- ¿Tan herido? Porque para mi desgracia, me fijé en usted. –Abrió la puerta de la sala de conferencias. – Kim Junho... llámeme cuando sea necesario firmar el contrato.

- Espere... -Deseó detenerlo pero Junho no lo permitió. – Es tu culpa.

- ¿Lo es? 

Te quería - MinSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora