WELCOME TO THE MADNESS

Placer, dolor y éxtasis ¡Bienvenido a la locura!

Mi exhibición comenzaba dentro de poco. Los nervios estaban a flor de piel, mi vestimenta perfectamente en orden y el maquillaje correctamente aplicado. Al verme en el espejo me sentía pleno, el tema elegido y todo lo referente a ello representaba como era realmente, sonreí. Todo era perfecto, desde el saco morado que cubría mi playera a tirantes rasgada por la espalda hasta esos pantalones tan ajustados que hacían que mi trasero se viera exageradamente grande. Tomé la cadena de cruz bañada en oro y me la coloqué. Tomé un gran respiro y la puerta de mi camerino se abrió, dejando pasar a Otabek,llevaba unos pantalones rasgados de una pierna y ajustados, en un negro profundo,justo como los míos, una playera a tirantes y una chaqueta de cuero en el mismo tono, todo un chico malo.Mi chico malo. Mordí mis labios ante ese pensamiento. 

-Yuri, ¿Estás listo? todos están esperando ansiosos. Debes ver el rostro de Viktor y Yuu..-Alzó la vista un momento y al verme frente a él, se quedó mudo. Debía verme totalmente ridículo o extremadamente sexy -Dios mío- después de escuchar eso, estaba claro que era por la segunda opción.

-¿Te gusta?-pregunté temeroso, colocando los mechones rebeldes detrás de mi oreja.

-Me fascinas- Murmuró con una voz profunda, miles de corrientes pasaron por mi cuerpo de pies a cabeza, se acercó rápidamente a mí, no sin antes cerrar la puerta y colocar el seguro.-Te ves estúpidamente sexy, Yuri.- tomó mi mano y me jalo hacia él para acercar nuestros cuerpos, sus manos rápidamente se colocaron al rededor de mi cintura y me estremecí al sentir su fría piel. Mis mejillas se colorearon; hacía un tiempo ya que habíamos comenzado a salir, y no podía sentirme más feliz, pero este tipo de acercamientos–a pesar de que ya lo habíamos hecho–aún me hacían sentir ligeramente apenado.

-Beka...aquí no-Sus labios besaron mi cuello y mordí mis labios para no soltar un leve jadeo.

-¿Porqué? Nadie entrará aquí y aún faltan 20 minutos para comenzar.- Sus manos se colaron dentro de mi playera y acariciaba mi piel con tanta calma, pero tan lleno de ansías.

-Por que... e-es peligroso- murmuré con dificultad, no sabía que tanto más podía contenerme. Le deseaba tanto como él a mí.

-Vamos... algo rápido-susurró en mi oído y lamió el lóbulo, para después jugar con el mismo entre sus dientes. 

-Otabek...- Jadeé sin pudor, necesitaba de su cuerpo. Se acercó a mi rostro y me besó con pasión, un beso ansioso, necesitado. Salté y enrollé mis piernas en su cintura, pegando más nuestros cuerpos, sus manos bajaron de mi cintura hasta mi culo, apretándolo por encima del ajustado pantalón. -¡Ngh!- aumenté la presión del beso jugando con su lengua. Él podría dominar mi cuerpo, pero cuando de besos se trataba, era yo el líder. 

-Yuri, joder...-Su voz salió más como un gruñido y me recargó en la pared más cercana a la puerta. Me separé un poco  de sus labios, un pequeño hilo de saliva nos unía. Sonreí tiernamente y me acerqué a su oreja, mordiendo y lamiendo un poco a mi paso.

-Beka...- gemí su apodo y moví mis caderas buscando más roces, quería provocarlo. Lo necesitaba caliente y ligeramente molesto para que interpretara bien su papel dentro de mi exhibición. Él gruñó de nuevo y comenzó a fingir estocadas, sus ojos estaban cerrados fuertemente, mordía su labio inferior con frustración y yo jadeaba su nombre de tanto en tanto sin separarme de su oído, aumentó la velocidad y lo detuve. Estaba a punto de correrse, mi plan salió a la perfección. Volvió a gruñir,esta vez en forma de protesta.

-Yuri...-murmuró con cierta fuerza

-No podemos cariño, soy menor de edad ¿Recuerdas?- El hecho de que metiera mi edad en esto lo iba a molestar aún más, pero realmente me gustaba esa faceta en él.