"¡tienes un novio que te escribe canciones, que puta suerte!" dice frank mientras que pega un brinco pequeño en su lugar.
"s-sí, eso creo." rasco su nuca nervioso. "pero ni siquiera me pidió que fuéramos novios, entonces no lo somos."
"¿por qué no se lo pides tú?" el rubio frunció sus labios. "oh- entiendo, tú homofobia."
"querrás decir: mi madre." le corrige. "no quiero andar escondiendo a billie en mi mediocre casa ¿lo entiendes? no quiero andar fingiendo enfrente de todos pero me aterran estos sentimientos."
"sabes que billie te hace feliz pero ¿de verdad? ¿lo dejarías ir por miedo?" ambos detuvieron sus pasos y el chico de ojos azules miro al contrario. "tienes que aprender a tomar decisiones que te hagan feliz a ti, no a los demás."
"pero... ¿qué le diré a mi madre?" sus ojos comienzan a cristalizarse. "sabes que ella me ama, me adoptó, no le puedo pagar de esta manera."
"¿y tú felicidad dónde queda?"
mike frunce sus labios en respuesta y aprieta sus puños.
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"ya llegue mamá." hablo mike mientras que dejaba sus llaves a un lado, la señora pitchard le sonrió a su hijo mientras que dejaba los platos en la mesa; era el momento. le diría que siente realmente. "d-debo hablar contigo..."
"¿qué sucede amor?"
"tengo que decirte algo." rasco su nuca nervioso, su madre le miró con nerviosismo. "me gusta alguien."
"¡oh- hijo! ¿tanto drama por esto? ¡es normal! ¿dime quién es la afortunada?" su madre tomó asiento, el rubio rasco su nuca nervioso, veía su sonrisa con tanta ilusión.
¿decirle la verdad y decepcionarla o mentir?
"es una chica de mi clase..."
decidió mentir.
