nueve.

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los pies de billie corrían a una velocidad increíble, no se detuvo en cualquier momento ni siquiera a tomar aire. él solamente quería ver a su mike, ayudarlo. se detuvo con la respiración agitada enfrente del pórtico del rubio, tocó repetidas veces sin tener éxito alguno.

"¡mike dirnt!" gritó "¡sal en este momento o entrare a la fuerza!"

nadie respondió.

"con que será así" sonrió mientras subía las mangas de su suéter y observaba el árbol que daba a la habitación del rubio "tú lo pediste mitchell" murmuró entre dientes mientras que se abrazaba de la rama del árbol hasta llegar cerca de la ventana "mike, no querrás que rompa tu ventana" advirtió, pero tampoco hubo respuesta.


ágilmente el moreno retiro su zapato para después arrojarlo directamente a la ventana para que está se rompiera completamente, entro con un poco de trabajo y también ganándose un par de rasguños en sus manos y cara a la habitación de mike, observó el lugar vacío y silencioso para después escuchar la cadena del baño ser jalada y ver a un rubio salir con los audífonos puestos a todo volumen saliendo del baño.

cuando mike alzó la mirada, dio un salto en su lugar y maldijera en voz alta causándole gracia al moreno.

"¡maldito estúpido!" gritó retirando los audífonos, al escuchar la risa de billie se acercó a él para darle un leve empujón en su pecho "¡pudiste a ver tocado la puerta o el timbre, las personas normales hacen eso armstrong!"

"lo hice pero no respondías así que opte a la forma romántica"

"¡mi ventana pedazo de idiota!" camino hacia lo mencionado con horror "ahora... ¿qué le diré a mi madre?"

billie ante esa última palabra, recordó a lo que venía y con un rostro neutro, se acercó hacia mike que aún seguía maldiciendo en voz baja, tomo con una delicadeza increíble la muñeca del más delgado haciendo que dejara de hablar entre dientes.

"lo siento mucho mike" se disculpó "no sabía lo de tu pasado"

"ya no importa."

billie negó con la cabeza y acuno el rostro del rubio entre sus manos viendo así con más detalle las mejillas irritadas por el llanto.

"a mi si me importa" sentenció permitiéndose acariciar las mejillas de mike, cerro sus ojos en el acto y sonrió, se sentía tan bien ese momento, tanto... que a mike no le dio asco "nadie puede hacerte llorar, y yo lo he hecho, perdóname" acaricio su nariz con la suya.

"te perdono" tartamudeo.

ambos se miraron fijamente y billie sonrió; "que bueno que tienes el cabello corto, así me será más fácil sostenerlo cuando vayas a vomitar"

"¿v-vomitar?"

antes de que pudiera seguir preguntando, los labios del moreno se juntaron con los del rubio logrando una unión desprevenida y perfecta unión.

mike sentía que con billie, podría superar su homofobia.

y billie, ya había encontrado una nueva inspiración para sus canciones.

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