Still loving You |L.S.| m-preg

T W O

EDITADO 17042021

Octubre 2016

Eran las diez de la mañana cuando aquel rizado de ojos esmeralda abordó un avión que tenía por destino Dublín, mientras un nudo se instalaba en su estómago y la emoción de la tan anhelada libertad le llenaba el pecho, a pesar de sentir en el fondo de su corazón un vacío que le pesaba más a cada paso. Su corto viaje a Irlanda transcurrió con un playlist masoquista de canciones de Ed Sheeran mientras veía en la pantalla del anciano sentado a su lado, una película cursi durante todo el trayecto, haciéndolo sentir peor aún.

¿Acaso él se había rendido primero?
¿Fue su culpa que Louis buscara en otro lado algo que él ya no podía darle?

Con su maleta de mano colgada del hombro bajó las escaleras eléctricas del aeropuerto de Dublín buscando con la mirada a un rubio con parecido a un furby. La ansiedad comenzaba a crecer en su sistema a medida que se adentraba más en aquel lugar y no lo veía por ningún lado.

¿Dónde estaba?

Justo cuando comenzaba a rendirse y tomaba su celular para llamarlo lo vió, justo en el área de desembarque un chico muy alegre esperaba sonriente con un pancarta de colores a alguien llamado "Mi muy mejor mejor amigo" Harry sintió las lágrimas crearse en sus ojos y con prisa corrió hasta el ojiazul fundiéndolo en un abrazo.

El embarazo comenzaba a hacer de las suyas.

— ¿Tu crees que lo logre? — la duda crecia en su interior a cada minuto que pasaba.

— No lo creo, Harry... Lo sé. Eres un chico muy fuerte y sé que lo lograrás — animó — además, ahora tienes un nuevo motivo... — su mano señaló levemente a su plano vientre.

El rizado inhaló fuerte encaminándose a la salida del aeropuerto, soltó el aire con pesadez y subió al auto que lo llevaría a su nueva vida.

Manejaron hasta llegar a Mullingar durante varias horas, platicando de todo y nada, Harry trataba de convencerse de que se sentía tranquilo y con ánimo habló de su vida como si el rubio y el no se conocieran, aún si se habían visto unas horas antes, puesto que el rubio se había adelantado para tener todo listo a su llegada.

El camino se hizo corto entre tantos temas de conversación, pronto las veredas se llenaron de pinos y cuando por fin puso un pie sobre el asfalto supo que en definitiva había tomado la desición correcta. Maura los esperaba con los brazos abiertos en el porche de la casa, con esa sonrisa jovial mientras sus pequeños perros ladraban felices.

La familia Horan organizó una pequeña fiesta para presentar al chico a sus amistades más cercanas, el lugar no era precisamente pequeño pero aún existían personas que habían visto el nacimiento de aquel pueblo y se conservaban entre ellas como buenas amistades.

Cuando la noche cayó de manera repentina y fresca, Harry sintió el frío colarse hasta los huesos mientras se acomodaba en su acogedora habitación y aprovechaba para mandar algunos mensajes a su madre y a Jay avisándoles que había llegado bien; sin esperar respuesta se durmió, sabía que su madre pensaba que pasaba unas vacaciones navideñas con su amigo Neil.

Su madre nunca fue buena con los nombres. Y sonrió nostálgico al recordar que llamó Lewis a Louis muchos años.

Jay, por otro lado que si conocía las verdaderas razones, esperaba con ansias que el ojiverde regresara algún día. O que todo fuese solo una pesadilla.

— Puedes tomar otra manta si deseas... Este ático siempre me congela el trasero — el rubio lo veía desde la puerta con una sonrisa.

— Estoy bien, gracias — con satisfacción se encogió más en aquel edredón y le murmuró apenas entre la gran capa de felpa — ya puedes irte a tu friki habitación a ver algún anime — la cantarina risa de Niall se escuchó fuerte en el pasillo.