Café y amigos.

9 1 1
                                    




PoV. Madison


Hoy estoy feliz, resulta que volveré a ver a camaradas que no veo desde hace tiempo. Quedamos que nos juntaríamos en una cafetería que acaban de abrir, en el pueblo. 

No puedo creer, que aunque vivamos en un mismo lugar nunca tengamos tiempo para vernos, supongo que es por que cada quién tiene sus ocupaciones.

Por ejemplo la semana pasada, Sebastián y su esposa Lidia, nos dieron la grandísima sorpresa que seremos tíos, de un niño o niña (no importa lo que sea lo querremos igual).

Nos reuniremos para celebrar la llegada de ese nuevo ser que se integrara a la familia. Una familia un tanto peculiar. Ese bebe será bendecido con unos tíos maravillosos aunque sí un poco despistados a veces.

Estoy entrando justamente a la cafetería cuando escucho mi nombre. Volteo a donde proviene el sonido, y diviso a Thiago, que mueve su mano enérgicamente para que me acerque a ellos, y eso hago.

Una vez allí pude verlos a todos. Y allí estaban los futuros padres, Sebastián y Lidia, mi pelirrojo pecoso favorito Thiago, la chica que nunca deja de mirar su celular Thalía, y James ese ser maravilloso que hace mi vida una aventura completa, y si la novia de James esa rubia buena para nada Stephanie. Argggg pensé que sólo nos juntaríamos nosotros 6, no que estaría presente esa rubia de pacotilla.

Creo que todos menos Stephanie noto mi mirada asesina. Hasta qué Sebastián rompió la tensión que estaba en el aire.

—Madison, pensamos que nunca llegarías.

—Si, lo siento, estaba dejando unas cosas listas en casa—

—Tu y tus escrituras de ficción, linda algún día tendrás que dejar a esos muchachos de papel y gigante en muñecos de carne y hueso— esta vez hablo la embarazada.

—Nunca, me niego a dejarlos, tu lo dices ya que para ti fue muy fácil encontrar a tu pareja, es más, todos sabíamos que ustedes terminarían juntos.

—Concuerdo con Madi, ustedes siempre han sido "la pareja" del grupo— hablo Thiago con su característico tono animado, incluso Thalía asintió despegando la vista de su teléfono.

—Bueno eso es distinto. Además desde cuando tienen esa idea de nosotros!!!—dijo una muy sonrojada Lidia.

—Mmmm... tal vez, desde tercero de preparatoria.

—Si— hablo por fin un James con sí novia casi encima de el—Incluso yo y Madi teníamos una apuesta, ella apostó que terminarían casándose, y yo le dije que no que lo de ustedes acabaría al salir de la universidad.

—Pero gracias a eso yo gane y James me tuvo que dar 500 billetes.

—Si los peores 500 que eh gastado en la vida.

—Oigan, estaban apostando nuestra felicidad—aborten la embarazada está enojada repito aborten.

—Si bueno, pero ella que hace aquí—dije mirando despectivamente a Stephanie.

—Yo la invite, algún problema Madison.

Antes de que pudiera contestar, llegaron a pedirnos la orden.

—Bienvenidos, quisieran ordenar algo.

—Si, para mi un café americano.

—Un café americano para la señorita, algo más?.

—Para nosotros dos limonadas—hablo el futuro padre.

—Yo quiero una malteada de chocolate, tu qué quieres Thalía?—le preguntó el pecoso.

—Otro café americano, por favor.

—Desean algo más?.

—No.— esta vez hablo James.

Una vez el camarero de retiro, la rubia de pacotilla de empezó a quejar.

—Qué?, James, yo no pedí nada.—

—De todas formas no lo ibas a hacer—volteo a mi—por que esta vez no pediste nuestro combo especial.

—Pensé que como estas con tu novia, pedirías algo para los dos.

En el transcurso de la reunión hubo risas, bromas, abucheos, anécdotas, cantos, más risa, en general se convirtió en un ambiente más relajado. Aunque ni James ni su novia participaron.

Una vez salimos, nos despedimos de la pareja de casados, ya que según Sebastián, el frío podía afectar a la embarazada. Después Thalía dijo que tenía frío y de iba a su casa, Thiago se fue con ella, con la excusa de que la acompañaría.

Así sólo quedamos James, Stephanie y yo. Estaba a punto de decir que me iba cuando, la rubia dijo que se iba a ver con sus amigas y se iba ya. Intento llevarse a James con el, pero este se negó rotundamente a acompañarla, poniendo en medio que era de noche y no me dejaría ir a casa sola, por que sí me pasaba algo, mi hermanó lo colgaba de el edificio más alto que encontrara.

Una vez que Stephanie se fue James se me acerco.

—Qué tuviste todo el día?.

—Huh...?

—Estas enojada?

—Madison, mírame, qué tienes?

—No tengo nada James, déjame en paz.

—Sabe te conozco des de hace mucho, se distinguir cuando te enojas o algo te molesta.

—No pasa nada.

—No te creo.— suspiro— Pero haré como, si te creyera.

Después de eso se formó un silencio incómodo, hasta que llegamos a mi casa.

—Madison.

Iba a voltear, cuando de repente, sentí que mi cara se topó con algo blando. Y unos brazos me rodearon, un abrazo, desde que James empezó a salir con Stephanie, apenas si hablábamos, y lo extrañe, extrañe a mi mejor amigo, a la persona que me conoce como la palma de su mano, lo extrañe.

Me aferre a su espalda, a ese cuerpo, que conozco mejor que el mío. Y sentí su calor, calor que no había sentido desde hace tres meses.

—Madi, no llores, por favor.

—Que...?

—No llores

—No estoy...— toque mi cara y era cierto, tenía pequeños raudales, desde mis ojos, recorriendo mis mejillas.

—Te extrañe.

—Que...?

—Te extrañe Madison Peters, mi otra mitad del idiota.

—Ooo hombre arruinaste el momento romántico.

—Momento romántico, yo no veo ningún momento romántico, tal vez todas esas novelas de amor fantástico y cursilerías, te este dañando el cerebro y veas cosas que no son.

—Ooo cállate estúpido, leer no sala el cerebro, el fut-bol sí— y reímos, reímos como hace tiempo no hacíamos.

—Entones, todo bien?

—Si, todo bien...



                        ❄️❄️❄️

Capítulo largó, y ya sabes si ye gusto 🌟, así saber su te gusta lo que hago.
Sin nada más que decir, me despido.

Nos leemos luego!!

Pintando estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora