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Y cuando no hay nada. Uno que hace?. No hay recuerdos, no hay sentimientos, no se sabe lo que se siente, no se sabe lo que es perderlo. 

Entonces qué puedo esperar, cuando no sé a quién espero. Me cuesta imaginar qué será lo que me llene. Realmente no logro esvozar mis expectativas, ni si quiera a mí misma. Me cuesta, como nada en esta vida imaginar. Creo que el tiempo ha hecho mil estragos, ha hecho casi trizas mi paciencia. Hasta tal punto que me levanto y solo pretendo seguir mi rutina.

No puedo decir que he perdido la fe, por ahí dicen que es lo último que se pierde. Pero siento que he perdido la emoción, la expectativa.
Lo único que se ha acrecentado es un extraño vacío que no sé cuando nació. Ahora sólo lo llevo  como si fuera un accesorio más; solo que este no se puede quitar y nadie lo logra ver.

Pero bueno ya mucho drama en tan pocos reglones. Ahora hablemos de esa fe, ese pedacito del que me aferro al "podría ser". Y empecemos por el qué me gustaría. Me gustaría levantarme en las mañanas y referirme a alguien, y solo el hecho de acordarme sonreir. Me gustaría invadir los pensamientos y que invadan los míos. En donde no se pida permiso, y se pare el tiempo al imaginarle.
Me gustaría tener confianza, poder sentarme y hablarle de cualquier cosa: banalidades existenciales, críticas al mundo, una buena película que vi, mi trabajo, mis sueños, y quien sabe qué otras cosas más. Me encantaría no tener un filtro, no tener que decantar las palabras antes de pronunciarlas. Y qué a su vez me pueda contar su vida, sus temores, aspiraciones y hasta cómo fue su desayuno.

Es extraño pensar cuánto tiempo uno puede esperar,  pueden ser años, décadas, quien sabe cuanto. Pero la verdad es que espero algo hetereo.  Y lo más absurdo es que no sé exactamente de qué me estoy privando.

PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora