V

1 0 0
                                    

Sólo escribo esto para no olvidar. Porque no quiero que se esfume tan fácilmente los sentimientos que he llegado a sentir.

Es extraña la ambivalencia que genera una palabra o una actitud tuya conmigo. Por un lado sé que no pasará a un ir más allá. Sin embargo cada vez que te veo, te escucho, te leo, me haces más feliz. Haces que no me importen mis problemas, haces que sólo me importes tú. Y no sé cómo lo hiciste, pues yo, una persona solitaria, seca e incapaz de sentir más allá de la empatia, logró morirse por ti. Realmente no sé cómo lo hiciste. Debió ser tu mirada, esa que te delata cada vez que quieres ocultar algo, y que llega a ser tan penetrante que sé a través de ellos cómo te sientes. También debió ser tú preocupación hacia mí, y esa serie de preguntas que nos salían espontáneamente. Debió ser tu inteligencia, pero no quiero ahondar en eso porque entre líneas siempre te lo dije. Estoy segura que influyó tu belleza, es que No hay cosa más bonita que tú. Tus gestos, tu sonrisa, tu cuerpo, y por supuesto tu mirada.

No sé hasta dónde llegaría por ti. Sé que si me dejas estaré hasta donde me lo permitas. Pues nunca podría aprovecharme, ni lastimarte. Y espero que tampoco lo hagas. Pues no te estoy mintiendo cuando te digo que te quiero.

¿Qué tan bien me hace vivir con ilusión? La respuesta para mí es relativa, ya que hoy soy feliz, pero debe ser que soy conformista y prevenida pues sé que no eres mía. Y creo que nunca lo serás. Duele un poco, pero de ahí resulta la relatividad y la ambivalencia, pues así estés conmigo de a pocos, sé que lo pasas bien así.

Te doy gracias por abrirte a mi y dejar conocernos. Ya que no fue sólo responder a preguntas cliché, sino que de poco a poco me contaste cosas de tu vida.
Por tu parte, lo lograste cabalmente, pues ya me llegaste a conocer más que cualquier otro.

Gracias también por hacerme sentir, ya que no lo había hecho antes. Realmente me alborotas el corazón, y joder si que es raro, no lo puedo describir bien, pero son como descargas repentinas y contundentes. Y peor - o mejor-me pongo cuando tienes gestos conmigo, se siente tan bien. Es tan rico quererte.

Esto es el resquicio de lo que sentí.  Y vuelvo a la ambivalencia de mi parte; ya te he escrito lo que haces con mi ser, pero no puedo lastimarme tampoco. Y cada vez que sonrío por ti, hay una voz adentro que sabe que no es posible.
Pero bueno este escrito sólo era una catarsis. También es algo que quiero tener en mi memoria, pues sé que pronto cambiará. En menos de nada la distancia y el tiempo hará de lo suyo.

Finalmente, como sé que acabará, me muero por volver a sentir, y no miento al esperar encontrarte en otra. Ojalá no sea tan difícil. Ojalá ella logré todas tus hazañas inconscientes.
Solo me queda recordar y agradecer por convertirte en la mejor rutina de mi vida. Y pedir perdón, una sola vez, por no ser capaz de decírtelo.

PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora