Tu eres mi felicidad

Capítulo 6

Al llegar a mi casa mi madre estaba cocinando, me acerque a la cocina y el rico olor a pastillo inundó mis fosas nasales. Por fin!!! Algo bueno el día de hoy... Bueno también estaba la llegada de mi hermano pero después de eso todo fue de mal en peor, así que esto era como ver a Dios. Así de literal, el pasticho era una de mis comidas favoritas, en realidad toda la comida italiana lo era. Y mi madre lo sabia muy bien, creo que ya se a vuelto costumbre que cada primer día de clases me hace una pasticho. Me acerque a ella con una sonrisa de niña viendo un juguete nuevo, ella me sonrio de vuelta, le di un beso y me marche, subi las escaleras a mi habitacion, pase al lado de la de Nathan y se escuchaba el televisor, tenia la puerta entreabierta y pude observar como dormia. Y es que una de las cosas que mas nos gustaba a ambos era dormir mucho, lastima que hoy no podre dormir ya que Kaleb debe de llegar en cualquier momento. Lo que me hizo recordar que debia arreglar un poco mi desastre de habitacion.

Sali corriendo a mi habitacion y trate de ordenar lo mas posible, se veia presentable, pero yo termine echa un desastre andante. Por lo que me dispuse a lavarme la cara y cambiarme la camisa por una mas fresca color vinotinto, y un short. El timbre sono y supuse que era el, me coloque rapido mis botas negras y baje sin apuro. Cuando llegue abajo mi madre ya lo había recibido.

-Danielle no me dijiste que vendrian a verte- Dijo mi madre viendome picara y alzando las cejas.

-Madre solo vamos a hacer un trabajo.

-Bueno fue un placer querido- dijo mi madre sonriendole, este le devolvió la sonrisa.

-Si, si, si, que bien mama. Ahora tu - lo señale- ven, tenemos un trabajo que hacer- termine de decir caminando hacia mi habitacion. En otras circunstancia, si mi padre estuviera aquí, primero le haría un interrogatorio a Kaleb, para luego decirme a mi ''puertas abiertas Danielle''. El solo recuerdo me causo risa y un poco de nostalgia. Al llegar a mi habitacion me dispuse a buscar mi lapto, cuando me voltee vi como Kaleb observaba unas fotografias que tenia pegadas en una pared de mi habitacion. Era de diferentes fechas y lugares, pero se detuvo a observar una en específico, era una en la yo me encontraba bailando, en una fiesta de Sophia.

-Me parece que te divertias aqui- Me dijo un poco curioso.

-Lo hacia-dije en voz baja solo para mi, pero el escucho y se volteo a verme, cuando me encontre con sus ojos puede notar algo en ellos, algo diferente, aunque no se muy bien que era.

-Lo hacias?- pregunto acercandose a mi.

-Si, solia ir todo el tiempo a fiestas y pasarla de lo mejor. De echo esa foto- dije señalando la foto que el estaba observando hace un momento- fue la ultima foto que me tomaron divirtiendome antes de...- dije con un hilo de voz el cual no pude terminar.

-No te preocupes no tienes por que decirme- dijo separandose unos pasos, pude notar que mi respiracion se habia detenido cuando lo tuve cerca y ahora podia respirar mejor- tenemos trabajo que hacer.

-Si, el trabajo.

Y no hablamos mas del tema, nos dispusimos a hablar solo sobre el trabajo de Literatura, el me decia sus puntos de vistas, a los que yo diferia en algunos momentos, me parecia que el tal Fernando de la historia estaba completamente cegado y no vio lo que realmente estaba haciendo aquella mujer, pero Kaleb seguia diciendo que el amor era asi, que el amor podia cambiar a una persona, y que en este caso el amor que sintio Fernando por aquella mujer de ojos verdes no solo hizo que dejara la caza sino que tambien con un solo beso de su amada cayera por completo al amor eterno. Y ahi nos encontrabamos discutiendo...

-Es algo muy estupido dejar lo que te gusta por otra persona- dije firme.

-Me vas a decir que si la persona a la que amas te dijera que esta haciendo algo mal, no tratarias de cambiar eso?- Me pregunto algo molesto.

-Pues claro que lo haria, pero no creo que cambiaria por el echo de que lo ''amo'' sino porque se que esta mal lo que hago- respondi.

-No tienes remedio pequeña- me observo un instante para hacerme la pregunta del millon- Te has enamorado alguna vez en tu vida?¿Crees acaso en el amor?- Que se suponia que deberia responder, no me habia enamorado jamas, pero claro que creia en el amor, como el amor que le tengo a mi hermano, a mi madre y a mi padre.

-No- dije seca

-No te has enamorado o no crees en el amor?¿O ambas?

-No me he enamorado- dije con la cabeza gacha, esta avergonzada, peor porque, no deberia sentirme asi. Primero  que nada no deberia estarle diciendo esas cosas.

-Pues eso lo podemos cambiar pequeña- me dijo con una sonrisa en su cara y con los ojos iluminados.

-Que estas insinuando?- pregunte un poco asustada por su respuesta. No dijo nada por unos segundos que me parecieron eternos, por lo que frunci un poco el ceño. No podria estar pensando en eso.

Y entonces sin previo aviso se acerco a mi, me miro a los ojos, sabia que lo iba a hacer pero por alguna razon no lo estaba impidiendo. Con su mano tomo un mechon de mi cabello y lo coloco detras de mi oreja, bajo su mano por mi mejilla, acariciandola, senti una corriente recorrer mi cuerpo, me miro a los ojos como pidiendo permiso, pero el ya sabia que no tenia que hacerlo, estaba totalmente hechizada por su toque. Entonces acerco mas su cara a la mia, podia sentir su aliento chocar con el mio, senti su aroma, mi respiracion estaba acelerada y pude notar que la de el tambien, rozo nuestras narices. Cuando crei que me besaria se separo de mi, simplemente se aparto.

Me levante para ir al baño, no podía con la verguenza.

-Danielle espera- Me habia llamado por mi nombre? Nunca me habia llamado por mi nombre.

Cerre la puerta del baño y fui directo al lavado, me observe en el espejo ¿Qué estaba mal conmigo? Me lave la cara para despejar la mente. Cuando salí la habitacion estaba vacia, no habia rastro de Kaleb. Me encogi de hombros, sin saber por qué. Este chico me hacia sentir tan bipolar, un momento no me agradaba su actitud pero después quería que me besara.