Capítulo 3

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Cuando salí a la superficie empece a hacer como que me estaba ahogando.

-Auxilio!!! No se nadar!!- Él no lo pensó dos veces y se lanzó al agua para ayudarme, cuando ya me tenia en sus brazo, tome fuerzas y lo hundí. Me solte de sus brazos y nade hasta las escaleras de la piscina para salirme, pero volvió a tomarme y jalarme hasta pegarme de el.

-Con que mentirosa la pequeña, muy bien- me miro fijamente. Nos quedamos así por unos segundos hasta que comencé a temblar, el se percato de eso y me llevó hasta las escaleras para ayudarme a salir- Espera un momento aqui pequeña.

Salió corriendo hacia un lateral de la casa, estuve unos segundo pensando en lo que habia pasado. Como ese imbecil pudo lanzarme a la piscina? Cuando regresó traia consigo una toalla, la cual cuando ya estuvo cerca de mi, la paso por encima de mis hombros para secarme. Me frotó la toalla delicadamente por el cabello para que este secara. En todo ese tiempo estuve observandolo, me era imposible apartar la mirada de el.

-Listo ya esta mejor- me dijo en un susurro.

-Mejor? Sigo mojada- Le dije un poco irritada.

- Entonces...-pusó cara de estar pensando, se quedo viendome un par de segundos, hasta que cuando al parecer se le ocurrió algo me tomo por el brazo y sentí esa corriente otra vez, al parecer el no lo notó porque sin pensarlo me llevo dentro de la casa.

Todo estaba como aislado, la musica se escuchaba lejos, las personas se movian muy lento, en mi mente solo estaba esa sensación. Subimos por las escaleras hasta el segundo piso con un poco de dificultad ya que habian personas liandose ahi, una vez que llegamos a el segundo piso caminamos hasta el final de un pasillo oscuro, abrió una puerta y nos adentramos en una habitación. Me soltó la mano y se dispuso a prender la luz y irse por una puerta que estaba al final de la habitación. Todo estaba muy ordenado, las paredes eran blancas, excepto por algunos muros que eran negros con algunos afiches de bandas y cantantes, tenia todo tipo de cosas, una guitarra, amplificadores, un toca discos. TENIA UN TOCA DISCOS?? Segui asombrada por unos segundos, inconcientemente me vi caminando a una repisa al frente de la cama, habia un balon de basketball, discos de vinilo y libros... No cualquier clase de libros, sino tenia libros de mis autores favoritos como, Flores en el atico, El cuervo, El codigo Da Vinci, Cronicas de una muerte anunciada...

Estaba tocando con la yema de los dedos el lomo de los libros, cuando me detuve en mi libro favorito, se trataba nada mas y nada menos que de Ladrona de Libros, sentí una respiración en mi nuca y me di media vuelta, quedando a centimetros de el chico.

-Ten- me tendio una ropa- secate y ponte esto mientras tu ropa se seca- Se quedo parado viendome.

-No pretenderas que me cambie en frete de ti- me miro con una sonrisa ladeada.

-No estaba pensando en eso, pero si tu quieres yo no tengo ningun problema- lo fulmine con la mirada y le golpe el hombro- vale vale tranquila pequeña, puedes cambiarte en el baño- dijo señalando una puerta.

Me dirigí al baño y cerre la puerta. Tome la toalla para terminar de secarme, me desvestí y me puse unos boxers blancos, una camisa blanca que me llegaba un poco mas abajo de los muslos... me observe en el espejo, estaba un poco roja, tenia frio y me dolia un poco la cabeza. Cuando salí él se habia cambiado, se habia puesto una camisa negra que se le pegaban a sus musculos y un pantalon negro, parecia un bad boy, estaba observando por la ventana. Giro su mirada hacia mi y noto que lo estaba observando y sonrió, voltee la mirada avergonzada. Por qué me sentia avergonzada ?

Se acercó a mí, de repente sentí mucho calor... Pasó una mano por mi cabello para retirarlo de mi cara, acarició mi mejilla y y apareció un destello de preocupación en su rostro.

-Estas caliente- Queee? tanto se notaba como me habia puesto solo con su toque?- Ven, deberias recostarte, creo que tienes fiebre.

-No te preocupes, estoy bien- dije despreocupada, pero de un momento a otro se me nublo la vista.

Sentí como sus brazos me rodearon y me cargo, me deposito en la cama, escuché como la puerta se cerro de un golpe. Que me habia pasado, no podia levantarme, sentí como la puerta se abrió y alguien entraba. La cama se hundió a un lado mio, era él, habia podido distinguir su aroma. Me puso una toalla mojada con agua fria.

Minutos despues abrí los ojos pesadamente, él se encontraba observandome con esos ojos azules, sentí una calma tan relajante que no sentía desde que mi padre falleció, pasó una mano por mi frente para percatarse si ya la fiebre habia bajado.

- Ya te bajo la temperatura-Se volteo hacia una mesita de noche que estaba aun lado de la cama- ten toma un poco de agua-la tome sin decir una palabra, estaba apenada. Me senté en la cama.

-Disculpa- dije en voz baja.

-No te disculpes pequeña, fue mi culpa que te diera fiebre, no debí lanzarte a la piscina- dijo rozando sus manos con las mias.

Otra corriente recorrio mi cuerpo, aparté un poco mi mano y el hizo lo mismo. Habia sentido lo mismo que yo?

-Por cierto mi nombe es Kaleb- me miro con una media sonrisa.

-Yo soy Danielle- le dije aun sintiendo algo muy en fondo de mi cuerpo- Te puedo preguntar algo?

-Claro pequeña.

-Tu vives aquí?- pregunte un poco insegura.

-Si- respondio un poco seco

-Ah... y me imagino que esta es tu habtación, no?

-Wao, pequeña tienes poderes psiquicos?- dijo con algo de sarcasmo, me causo risa en la forma que lo dijo , asi que me rei a lo que el se unio tambien. Estuvimos riendonos por un momento y despues me miro serio- Cual es tu libro favorito?

-Como sabes si me gusta leer acaso?

-Pues fue muy facil, no muchas personas al entrar en esta habitación se detienen a ver mis libros, por lo cual deduje que te gustaba leer o te gusta husmear en las cosas de los demas- dijo en tono burlesco, se me escapo una pequeña risa.

-Ladrona de libros- dije mirando a la ventana.

-En serio?- dijo incredulo, le iba a responder pero siguio hablando- ese es uno de mis favoritos, creo que me agradas mas pequeña.

Me rei un poco cuando dijo eso, este chico de donde habia salido... Yo odiaba las conversaciones cortas que no fluyen, pero esta vez con el nos quedamos toda la noche hablando, de todo y de nada a la vez, hablamos de la vida, de la muerte, de extraterrestres, de la magia, de el significado de la vida, de galaxias lejanas, de lo que nos mantiene despiertos por las noches... La verdad es que no me esperaba escuchar lo que escuche esa noche...

Tu eres mi felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora