¿Soledad?

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Me inundan los pensamientos, pero me faltan las palabras, siento que por fin me encontré, que descifré ese olvidado o según veo solo escondido pensamiento, pero al encontrarme me perdí, me perdí en ese mundo, me perdí entre la multitud, entre lo que quiero y lo que soy.

Eres ese sentimiento que se queda en la garganta, que me llena los ojos de lágrimas y la mente de palabras, me consuelas pero no te puedo llamar tristeza, porque no lo mereces, y aunque hasta el día de hoy no lo sabía, tu nombre es soledad.

Puntos para ti, porque eres verdadera y puntos para ti porque me di cuenta que no eres pasajera.

Las letras se escabullen buscando formar palabras que describan esta tempestad, según veo ya han sido escritas pero no quiero que sean mi realidad.

Temo al sentir, no quiero pensar, siento que contigo me pierdo cada día un poco más. Explícame por qué te disfrazas de otro ser y dime por qué no te dejas querer, confía en mí, quiero confiar en ti.

Cuando algo está roto no desaparece, por más pequeños que sean los pedazos no se esfuman, así como el cristal se quiebra, se rompe, pero no desaparece, solo cambia de forma, algo diferente de lo que alguna vez fue, pero eso sí, esta vez no es tan delicado como antes porque ahora que lo toques, puede que te cortes.

¿Y qué es ese corte para ti? Si tú no eres de cristal, tú te vas a quejar, pero tranquilo que te vas a curar.

Nunca rompas a alguien de cristal, no hay gente de cristal, pero igual ten cuidado que no es él quien corta, es tu propio descuido el que te hace sangrar.

¿Lo has entendido todo? ¿Ya sabes la verdad? Dicen que la verdad es transparente pero yo siento que cuanto más entiendo, más profundo en el bosque camino, menos claro veo y ese sentimiento de hogar se quema y se esfuma con el viento. En este bosque eres solo tú, no hay vuelta atrás así que más te vale querer a tu única compañía la soledad.

Pero dime ¿tu entiendes la soledad? Porque yo alzo la vista y no la veo, la busco y no la encuentro, pero cuando ya no la quiero me abraza y me hace pensar en un mundo sin tiempo.

Como alguna vez ya lo pensé, el tiempo, el olvido y los recuerdos, tan importantes, tan inevitables, dolorosos, llenos de vida pero se acaban, nada es para siempre. Me siento como el tiempo, ¿Estás consciente de él? El tiempo vuela y lleva todo lo que le das, tus recuerdos, tus sentimientos, tus actos y se los entrega al olvido pero, ¿tú crees que el tiempo olvida?

Ya no sé qué es una herida, no siento ninguna pero aún así duele. Caen lágrimas, vienen palabras y a pesar de tanto, siento que no se acaban.

Mi pintura amarilla, ¿conoces tu historia? Quiero encontrarte, quiero amarte, quiero que duelas y que me quieras, enséñame por qué el tiempo existe, por qué los recuerdos son limitados y enséñame por favor que olvidar no es tan malo.

Pasé de una piscina a un mar y flotando aquí me doy cuenta que en realidad no estás y si no estás ni si quiera tú, tan alegre y engañoso entonces dime a quién más puedo esperar, ven por mí.

Tan lleno todo de frases de amor rojo, vivo, pero todos le ven solo el lado positivo ¿Acaso soy la única que ve que la sangre es roja también?

Sangre, palabra tan trágica para algo tan lleno de vida, es la esperanza de algunos, el amor de otros, la lucha y el precio de quienes ganan.

¿Y tú ganaste? Nadando y riendo mientras se ahogan a tus espaldas, dime ¿es eso felicidad? Por eso espero por ti, para observes y sientas, para que descubras un sentimiento y con fuerza te des la vuelta, así sea para sonreír pero que te des la vuelta en esa selva de enredos que no dejan ver y entiendas que no solo debes ver, sino también hacer, que ese cristal roto no te debe impedir vivir, porque esa herida sanará y con el tiempo la olvidarás.

Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora