Es invierno, casi la primera nevada del año.
Narra Perrie:
Estoy corriendo muy rápido por las calles y cuando casi llego directo a la calle que te lleva a mi casa, me encuentras con una figura y caigo al suelo. Haciendo caso omiso de la persona con la que choque, me levanto y comienzo a moverte hasta que oigo una voz..
- ¿Estás bien cariño? -se escucho un acento, definitivamente británico. Me di vuelta y asenti, pero me negue a mirar hacia arriba. Él me agarro en un fuerte abrazo y dijo-. Soy Zayn, por cierto.
Él tme libera del abrazo, el calor rápidamente se escapa de mi cuerpo.
Miro hacia él en un intento de decirle su nombre, sin embargo, me pierdo en sus ojos. Eran marrones, que aportaban un brillo a su rostro, eran inmersos con esperanza y positividad.
- ¿Y tú eres ..? -preguntó.
- Oh ... soy Perrie -dije con timidez.
- Bien Perrie, tienes unos ojos muy lindos, me recuerdas a uno de mis amigos, sus ojos desprenden un poco de ternura -dijo mientras ríe. Te reí y luego le di las gracias.
Aún no estaba segura acerca de lo que había visto antes. El se dio cuenta de mi incomodidad y me agarro la mano. Lo mire a los ojos y el empezó a decir algo, pero estaba profundamente concentrada en su cara que sólo escuche unas pocas palabras.
- Está bien si no quieres hablar, quiero decir, me acabas de conocer, estás abrumada -empece a llorar. Él me agarro en sus brazos.
Su tono de voz era suave, me tranquilizaba. Abri la boca para decir algo y él empezo a decir
- Lo siento si estas triste, tal vez no es el momento para que hables de ello, te puedo acompañar a casa, ¿te gustaría eso?
Débilmente sonreí.
- Me encantaría.
Llegando a casa, me dirigi a él.
- Gracias por estar acompañarme, eres realmente bueno y tienes una gran voz.
El rio.
- ¡No hay problema! Estoy feliz de que me encontré contigo Perrie. Me gustaría volver a verte, ¿me das tu número?
Mi corazón empezó a acelerare. ¿esto realmente estaba pasando?. Le di mi número y el lo guardo en su iPhone.
- Bueno, nos vemos muy pronto Perrie, ¡buenas noches!
- ¡Buenas noches guapo! -le dije.
El se sonrojo. Eso hace que casi me derrita.
Entre a mi casa con una gran sonrisa. Nunca he conocido a alguien como él.
Mientras me preparaba para ir a la cama escuche un zumbido de mi teléfono. Con la esperanza de que fuera Zayn, corri a mi mesita de noche donde estaba el teléfono. Vi la pantalla, y grite "idiota" experimentando sentimientos de traición mientras tiraba el teléfono en el cajón y me metía a la cama, ahogándome a mi misma en las sabanas con la esperanza que se desvaneciera el dolor.
Quería estar en sus brazos. En los de Zayn, por supuesto.
Su abrazo simpático era la única cosa en la que confiaba en estos momentos.
¡BEEP!
Es la alarma de mi teléfono. Busque bajo las millones de almohadas en la cama, lanzándolas alrededor hasta que recorde dónde lo puse, recordando por qué estaba allí.
Recordaste anoche, algo inesperado que viste.
La tristeza me golpeó de nuevo.
Entonces recorde a un chico, un chico muy atractivo. Su calidez aún estaba en mi cuerpo, su voz, su voz me daban escalofríos. Con la esperanza de que me llegara un texto de Zayn, revise la bandeja de entrada. Busque entre los muchos mensajes de mis amigos, *un idiota* y ah, un número desconocido.
