Save Me

Prologó.

En un oscuro busque cruzando el río un par de hombres capturaron a un pequeño lobo.

Aquellos hombres llevaron al pequeño lobo a su población de humanos, para poder venderlo o torturarlo.

-Capturamos a una presiosura- dijo con orgullo uno de aquellos hombres.

-Así veo, es muy pequeño- respondió otro.

Aquellos hombres enceraron al pequeño lobo. Lo torturaron de todas las formas posibles.

Dentro de la una de las casa de la población una pequeña niña de aproximadamente 5 años, barría y limpiaba la casa. Se detuvo un momento tras escuchar los gritos del pequeño lobo siendo torturado.

-!Oye tu, ve a limpiar¡- le grito un hombre. La pequeña niña no hizo Caso, estaba tratando de escuchar de donde provenían los gritos. Entonces paso otra ves, aquel hombre la tomo del brazo y comenzó a golpearla, como todos los días.

Las horas pasaron. La pequeña niña ya se había recuperado de los golpes, pero aun seguía limpiando.

-Mocosa, llevale comida al animal- ordeno el líder de la población. La pequeña niña obedeció de prisa. Tomado entre sus manos un pan duro.

La pequeña niña camino hasta la ultima casa que había en la población. La casa de tortura.

Al entrar vio a un pequeño lobo encadenado de las cuatro patas. Ella se acercó despacio.

-Hey...ten...te traje esto- le dijo al lobo quien al escuchar la dulce voz de la niña levanto la cabeza.

Entonces paso. Él pequeño lobo comenzó a transformarse en humano, mas bien en humana. Era una "niña" pequeña que aparentaba tener la misma edad que la humana.

-Gracias..- susurro despacio.

-Pero...¿Qué eres?...¿Como lo hiciste?- preguntaba atómica, la ahora humana le sonrió débilmente.

-Soy una Licántropo...

-¿Que es eso?

-Una mujer lobo.

Tras escuchar eso la pequeña niña la miro asombrada.

-Por cierto...me llano Sam- se presento la mujer lobo. La pequeña niña parpadeo barias veces.

-Mi nombre es Stephanie- Sam al escuchar ese nombre soltó una pequeña carcajada.

-Que nombre mas difícil de recordar eh- seguido riéndose Y Stephanie le siguió.

ambas callaron al escuchar la puerta abrirse brutalmente, era uno de eso hombre.

-!¿Que mierda hiciste con el lobo?¡- el fuerte grito hizo eco por toda la habitación. Sam soltó un gruñido.

Antes de que Stephanie dijera o hiciera algo, aquel hombre se lanzo a golpearla. Sam al ver eso sintió su sangre arder, sus ojos se tornaron rojos y sus colmillos aparecieron. forzó sus manos y sus pies, tratando de liberarse. Cuando lo hizo se puso entre aquel hombre y la pequeña humana. Sam termino sus trasformación, era nuevamente un lobo, mas bien una loba

-Pero que mier- aquel hombre no logro decir nada más, Sam se le lanzo en cima, mordiéndolo, arañandolo y finalmente dejándolo sin vida.

Tomo a Stephanie y la puso en cima su espalda.

-Te sacaré de aquí- dicho esto comenzó a correr hacia el bosque, pero detrás de ellas venían aquellos hombres.

-Sam, espera- la voz de Stephanie provoco que Sam se detuviera.

-¿Ocurre algo?- pregunto, trasformándose nuevamente en humana.

-No puedo escapar, es imposible

-No lo es, no te dejare aquí, no con ellos- contradijo. la humana sonrió

-Te lo agradezco Sam...pero no puedo. Ellos vendrán por mi y estarás en peligro, no quiero eso- su voz se quebró, pero no lloro.

-No me importa, te llevare conmigo- Sam se acercó y la tomó por los hombros- Por favor ven...

El ruido de los hombres acercándose se hacia cada vez más fuerte. Esto sólo preocupó más a la pequeña humana.

-Vete Sam...vete rápido antes de que ellos vengan...por favor hazlo...por mi- suplico la pequeña. Sam la miro directamente, quería guardar cada detalle de ella. Asintió despacio, convirtiéndose nuevamente en loba y salio corriendo de allí, con cada paso mas lejos de ella...sus lágrimas incrementaban.

La pequeña loba llego a su manada. Fue reconfortada por el caluroso abrazo de sus padres y hermanos. Su padre, el alpha, mando a cancelar la búsqueda de su puneña. Mientras que Stephanie fue golpeada brutalmente por dejar escapar a la "criatura"

Ese día Sam encontró Stephanie, su mate, el amor de su vida el que la diosa luna le tenía preparado. Pero Sam era muy pequeña aún para saber eso. Pero el aquel sentimiento seguí latente.

Ese mismo día Sam se prometió buscarla y traerla a su manada.

Alejarla del dolor, del daño, de todo lo que provocará algún daño.

Prometió Salvarla.