Sólo una sonrisa de verdad

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No todos los malos recuerdos nacen necesariamente de algo malo, en este caso, nadie entiende como es posible que un único momento de felicidad te haga sentir tan mal; que un único momento de alegría te haga sentir triste, porque ningún momento ha sido tan perfecto como este. Algunos dirán que es estúpido no disfrutar de esa felicidad, pero que se hace? somos humanos porque somos idiotas.

No es una historia complicada, no es difícil de entender. Simplemente, fue un paseo a río con los amigos que iban a visitar a su abuela, la que vivía enfrente mío cada domingo. Es curioso, he estado en muchos paseos, pero este fue diferente.                                                                                       Salimos de la camioneta, fui solo con ellos y sus padres, no fue necesario que ningún familiar mio estuviese, ellos confiaban en esa familia, y esa familia me hizo feliz. Como decía. Salimos de la camioneta y no mucho más que decir, todos los niños de mi edad (en ese tiempo, debía tener cerca de 9-11 años) nos quitamos la camisa y nos bañamos en el río. Salimos, comimos, y regresamos otra vez, a hablar, a jugar creernos monstruos, a creer que éramos el ávatar y podíamos controlar la tierra y el agua chapoteando y tirando barro. Fueron cosas de niños, pero para mí en ese momento lo fue todo. Fue divertido, muy divertido, sobre todo porque dentro de unos años más los perdería y no los vería más, pero eso es una historia para otro momento.
                                                                   Aún recuerdo que ninguno quería salirse. Ninguno quería dejar de jugar. Para mí ese momento fue único y no sabría decirles si para mí a diferencia de ellos fue un recuerdo más valioso... fue duro, pero sus padres nos sacaron del río. Nos secamos todos con la misma toalla pero no me importó. Todos seguíamos riendo, seguíamos jugando; todos seguíamos felices y cuando pensé que nada podía ser mejor nos subimos a la camioneta. En el puesto que yo estaba (frente a la ventanilla) pude ver perfectamente como se ponía el sol. Los miré a todos para ver si ellos también lo veían, pero todos estaban dormidos, con caras tranquilas. No puedo decir mucho más que al verlos a ellos y a la puesta de sol se me escapó una sonrisa, una, en la que yo sentía que podía brillar. Una, en la que yo de verdad, fui feliz. Un primer momento de felicidad y tranquilidad absoluta que nada pudo cambiar.

Llevo ese feliz recuerdo amarrado en el pecho, pero, qué es lo que lo hace ser triste? ... que han pasado ya varios años y, que yo recuerde, me he sentido feliz igual a ese día, pocas veces pero, en ninguna ocasión he podido sonreír como lo hice aquella vez.

Así es la vida. Pero le debo mucho a ese recuerdo. Por él, he podido salir adelante y valorar más lo que tengo cerca. Pero una parte de mí daría todo para poder regresar en el tiempo y aunque sea dar las gracias a ellos por haber sido mis amigos en lo que fue hasta ahora el momento más valioso para mí.

Solo un mal recuerdoWhere stories live. Discover now