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Toma mi mano, vamos a ver dónde nos despertamos mañana

Los mejores planes a veces son sólo aventuras de una noche




Las puntas de sus dedos agarran las gotas de agua, resbalándose sobre la palma de su mano para salpicar de vuelta en el lavabo. No se mira en el espejo, porque todo lo que ve son defectos. Jimin había pensado que con su debut se volvería más seguro de sí mismo, de su valor y su talento, así como su apariencia. De una forma, lo es, pero sólo en frente de las fans. Por sí solo, tiene miedo de que lo vean sin maquillaje y con un cuerpo que no es perfecto comparado con el de otros idols. Jimin simplemente está acostumbrado a ello ahora, a tener estos pensamientos, haciendo su mejor intento por perfeccionar sus habilidades y probar que él es uno de los bailarines principales por una razón; no sólo porque se vea bien sin camisa.

Él es constantemente atormentado por estas preocupaciones y miedos, sintiendo que no tiene a nadie con quien compartir este lado de él. Se vuelve más difícil de soportar por sí solo, así que cuando Yoongi le extiende su mano, Jimin la toma, sin siquiera pensarlo dos veces.

Yoongi no lo mira, tampoco dice nada, y ellos caminan juntos, tomados de la mano, de vuelta a los dormitorios. Esa mano sobre la suya es algo firme y real, y el hecho de que sea de Yoongi sólo lo deja más aturdido. Su mano se siente caliente al contacto y él está tan nervioso con Yoongi estando tan cerca suyo. Jimin se las arregla para no decir nada, y así no romper la ilusión que está viviendo justo ahora, pero aunque no diga nada, la voz de Yoongi de repente llena su cabeza con palabras amables.

—No hay nada malo contigo, Jimin —Yoongi dice, las palabras sonando firmes y definitivas contra el fondo de la noche estrellada en el cielo sobre ellos, el centelleo del espacio pareciendo puntos solamente cuando se enfrentan con el resplandor del horizonte de Seúl.

Jimin asiente, pero no le dice a Yoongi cuán agradecido está de escuchar esas palabras. Incluso si no las cree exactamente, está demasiado feliz de oírlas de alguien como su hyung, cuyas manos sobre las suyas se sienten mejor de lo que Jimin creía posible.

El silencio se alarga, y Jimin sabe que Yoongi entiende cuán alegre está, sólo con el pequeño apretón de la mano de Yoongi, antes de llegar a los dormitorios cuando el agarre de Yoongi se suelta, liberando la mano de Jimin, aunque quiera seguir aferrándose a Yoongi como una manta de seguridad.

—Descansa un poco.

—Usted también, hyung.

Ambos saben que las palabras están cayendo en oídos sordos. Jimin no podrá dormir nada porque estará muy ocupado preocupándose sobre la práctica del día siguiente y qué tan bien lo hará, y Yoongi no dormirá nada porque las palabras en su cabeza que ruegan ser escritas no se asentarán fácilmente y lo dejarán descansar. Aun así, se van a sus habitaciones separadas, inconscientes de que lo que cada uno más quiere es estar cerca del otro.











We're Just Lost Stars | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora