We're Just Lost Stars | Yoonmin

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Es lo mismo

Algunos días son más difíciles que la mayoría. Jimin se siente inseguro, y Yoongi siente que nunca será suficiente para Jimin. Comparten estas inseguridades, en los suaves sonidos de la noche, sus respiraciones mezclándose mientras hablan en tonos bajos. Yoongi no es tan emocional, pero Jimin se preocupa infinitamente algunos días.

Eres perfecto, cariño.

Yoongi susurra, cuando la oscuridad de la noche se envuelve sobre ellos como una manta. Los ojos de Jimin lucen húmedos y vacilantes, pero sin embargo sonríe. Se siente mejor sobre sí mismo hoy en día, más seguro, pero Yoongi aún le dice cosas bonitas, con palabras suaves y aprecio que Jimin ama más que el escenario.

Jimin presiona un suave beso al cuello de Yoongi, siempre demasiado feliz para decir algo que no sea te amo. Pero esas palabras significan tantas otras cosas, y Yoongi lo sabe.

Ambos han tenido su buena cuota de dolor y miseria a través de sus vidas, y aún son jóvenes y nada es seguro, bueno, no todo. Ambos, dos personas que hacen un nosotros y no sólo un yo; eso sí es seguro. Porque incluso en un mundo en donde no fueran idols, incluso si nunca se hubieran conocido, si sus caminos se hubieran cruzado y se hubieran preguntado si existe tal cosa como las almas gemelas. Min Yoongi siempre estuvo destinado a Park Jimin, y Park Jimin siempre estuvo destinado a Min Yoongi. Algunas cosas simplemente están destinadas a ser.

Sin importar lo difíciles que se vuelvan los días, sus noches siempre terminan con el otro. Diciendo suaves palabras de afecto o compartiendo en la derrota. Yoongi escribe día y noche, incluso sin una laptop en frente de él o un lápiz en mano. Imagina cosas hermosas, y duras realidades, y le agradece al universo el nunca estar lejos de su fuente de felicidad. Jimin baila y canta, practica tan duro como puede, a veces hasta largas horas de la noche con el sudor escurriendo por el lado de su rostro haciendo a su camisa pegarse a su piel. Y en esas noches, Yoongi le extiende su mano, y Jimin la toma, sin falta ni duda, cada vez; como una promesa.