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"No me voy a comer eso" hice mala cara cuando veo a Harry traerme algún tipo de avena que lucia fría, extremadamente pálida y asquerosa.

"Está buena" dice él entregándome el plato. "De acuerdo esta asquerosa" da una arcada cuando prueba la primera cucharada.

"Te dije que se cocinar" voltee mis ojos.

"No quiero ponerte a trabajar" arruga el entrecejo. "Iré a comprar algo para comer, ¿que quieres?"

Oh, no debió hacer eso.

"Sushi, quiero unos rolls tempurizados, doce unidades por favor. Uh, que tengan topping de plátano y cangrejo" y luego otra idea vino a mi cabeza. "Y un postre" sonreí inocente.

"Está bien, no sabía que te gustaba el sushi. Soy un fiel amante de la comida japonesa" me dice y veo cómo camina a su closet para vestirse. Termina por escoger algún suéter de algodón negro y unos jeans del mismo color, los cuales eran muy ceñidos al cuerpo. Y cierra su vestimenta con sus típicas botas marrones de suave piel.

"¿Esos pantalones no te cortan la circulación de las piernas?" Dije bastante chocante.

No me respondió, pero al ver que tenía en sus manos una pistola mi corazón se paralizó por unos instantes. Viendo como la guarda en sus pantalones, con la cacha en su cintura.

"No te asustes" sonríe suave. "Solo salgo con ella por seguridad"

"Esta ciudad e-es muy segura, no le hace falta" tembló mi voz cuando veo como la vuele a sacar.

"A mí si me hace falta Hela, soy dueño de muchas cosas y la gente sabe lo que poseo" murmura.

"Bueno tiene algo de lógica, pero ¿por qué no unos guardaespaldas?" Inquirí.

"Son los primeros traicioneros, sacan copia de tus llaves, dan información sobre todo" me mira a los ojos. "Así que no, mejor no"

Luego de un rato veo como deja la casa, dejándome con total confianza por sus aposentos. Sin saber lo mucho que quería revisar sus pertenencias.

Comencé por su closet, donde conseguí una cantidad obscena de anillos, relojes de Cartier, y Rolex. Así como descansaban un montón de perfumen de empaque costoso. Descubrí unos cuantos dólares entre su ropa interior, pero preferí no tocarlos mucho.

Baje a la cocina, donde prácticamente revise hasta el polvo bajo las alacenas, agradecí a Dios que nadie pudiese verme. En su sala fue donde me puse a ver sus fotos familiares, hubo una que me llamo la atención. Sus brazos agarraban la cintura de una mujer pelinegra, de piel limpia, sin maquillaje y luciendo unos hermosos ojos grises, con una sonrisa. Entre sus brazos sostenía a una bebe con cabellos castaños y sus ojos cerrados. Parecían una familia.

Tome mi celular el cual descansaba en su cuarto y baje a fotografiar aquellas fotos que me parecían tan intimas. Mi mente pensó y pensó, y recordé que mis padres guardaban las cosas más importantes en el cuarto de limpieza, donde se debería solo guardar escobas y coletos mojados, malolientes.

Cuando abrí las puertas de su cuarto de limpieza mi teléfono empieza a sonar, y casi me desmayo por la sobre adrenalina en mi cuerpo.

"¿Uhm? Hola" murmuré sin saber quién era aún.

"Soy yo Hela, no tienen topping de plátano, ¿te importa si pido de otro?"

U Only. "Mature h.s"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora