Stitches ➳Jalonso Villanela.

Chapter Two.

Quien adivine en que canción  me base para este capitulo, le dedicó el epílogo. 🌚🌚

El menor estaba nervioso. Ya había llegado a casa de Alan, y oía las voces de todos. Era hora, no había vuelta atrás.

Toco el timbre de la casa blanca, y casi al instante, Freddy abrió la puerta.

— Alon, vamos pasa. ¿Que es eso que nos tienes que decir?— comentó mientras Alonso entraba a la casa y se dirigía a la sala.

—Uh, pues yo quería agradecerles por estos años en CD9. Yo......— suspiro antes de continuar. —.....dejare CD9.

Todo quedo en silencio, los chicos estaban en shock. Mas Jos, que parpadeo varias veces antes de cubrir su rostro con sus manos. El había escuchado la conversación de Alonso y sus managers, e incluso escucho cuando dijo que aun lo amaba, pero no alcanzó a escuchar su respuesta. Pensó que aceptaría andar con Carla, no salirse de CD9.

— ¿Qué? Tu no te puedes ir, Alonso eres muy importante para la banda. — dijo Alan antes de abrazar a Alonso. —No te vayas de CD9.

—Lo siento Alan, pero es mi decisión. Les mandare cartas. Y...— una tercera voz hablo.

—¿Cartas? — Bryan frunció el ceño. —¿Te irás?

El menor suspiró — Si Bryan. Me iré.

(...)

Después de hablar con sus amigos, Alonso regreso a su casa, eran aproximadamente las 4 de la tarde. Su vuelo salia a las 8.

España parecía buen lugar.

Después de todo, ya había sufrido demasiado ahí. Quería dejar todo, y empezar de cero. Tener una nueva y renovada vida. Aunque, el sabia que tendría que regresar.

Y eso seria pronto.

(...)

Ya en el aeropuerto, espero que anunciaran su vuelo, faltaban 10 minutos, cuando gritos se oyeron detrás.

—ALONSO, ALONSO. — los chicos (excepto Jos, ya que estaba saliendo con Rebeca) habían llegado.

Alonso sonrió de lado, nostálgico, porque Jos no había ido ni siquiera a despedirlo.

Seguramente me olvidara pronto. Pensó en ese momento.

—Queremos despedirnos y desearte lo mejor — dijo Freddy, y entre los tres abrazaron a Alonso. El agradeció todo

Pasajeros con destino a España, favor de abordar por la puerta 5B.

Suspiro. Se separó de sus amigos y comenzó a caminar. No iba a voltear atrás, el quería seguir su futuro.

Abordo aquel avión. Y supo que a partir de ahora, todo sería diferente.

(...)

4 años después.

Jos caminaba tranquilamente por las calles de la CDMX, no iba a mentir que extrañaba demasiado a Alonso. No tuvo oportunidad de poder despedirse de él, ya que tenia que "salir casualmente" con Rebeca.

El la quería, mas no la amaba.

Sus amigos habían tomado caminos distintos al acabarse CD9; Alan se hizo diseñador grafico y tiene su propia marca de playeras que el diseña, Freddy y Bryan se casaron. Freddy es profesor de canto en una escuela, y Bryan volvió a ser modelo.

CD9 sólo es el recuerdo de millones de fans, lo único que queda son las canciones y ellos.

(...)

Una cabellera rubia -recién vuelta a teñir- se asomaba entre todas esas personas. Cargaba consigo una mochila Vans y un café americano en la mano derecha. Recién regresaba, después de 4 años en España. Ahora era alguien nuevo, alguien feliz.

Sus amigos habían prometido esperarlo en aquella plaza, frente a esa tienda. Donde todo comenzó.

Según ellos, querían llevarlo a un nuevo antro, que recientemente había abierto sus puertas. Y ellos decían, que se divertiría mucho. Y vaya que si.

(...)

Jos bailaba tranquilamente con una chica que acababa de conocer, hasta que, al alzar la vista, lo vio. Justo detrás de esa chica estaba aquella cabellera rubia que jamás olvidaría.

A pasos torpes se dirigió a él, y tocó su hombro. El volteó, azul y café se cruzaron, como el mar cuando toca la arena. Ambos se acercaron, el alcohol tenia sus efectos. Unieron sus labios en un beso apasionado, sus manos viajaban por el cuerpo de Alonso, ¿Cuando creció? Beso su cuello, y apartó un poco de la playera, dejando ver un tatuaje en su hombro, el cual besó y mordió a su gusto. A pesar de la música, pudo escucharlo gemir.

Fueron 4 años sin una llamada, y sin saber nada de él.

Alonso se separo y miro a Jos.

—Lo siento. — fue lo único que dijo Jos.

El menor suspiró. Y salio del antro, dejando a Jos ahí, tomo un taxi y regresó a su casa, donde lloró. Lloró todo lo que pudo.

(...)

Así que acercame a ti, volvamos a besarnos dentro de tu auto, juguemos entre las sábanas, sobre el colchón que le robaste a tu amigo, para nunca envejecer.