Capítulo 1

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2 año después...
El clima se halla algo nublado con nubes alrededor del área enfatizando el crepúsculo al cual está chocando con la luz del día profundizando la noche que cubrirá prontamente el cielo en oscuridad. Las calles de la ciudad central circulan como regularmente lo hacen sin ser usadas las veinticuatro horas del día igual a las personas que deambulan haciendo sus obligaciones sin temor al clima pronosticado para el día. El meteorólogo detalló que habrían chubascos con truenos, pero todo una comunidad implora que no llueve por el evento del año que será el chisme de todo mundo podrá gozar en comentar. La boda del año o eso es lo que dirían, ¿quién es la mujer afortunada? ¿De donde es ella? ¿Por qué se casan prontamente? ¡Dios, Silver se casaría de nuevo!

En el fondo de una habitación llena de lujos, la cual está adornada a cada esquina y hasta el propio edificio desbordado de lo bueno que es la riqueza. Hay un espejo de maquillaje alumbrado por bombillas en el borde que deslumbran cada detalle reflejado para corregir cada imperfección del rostro olivo que están maquillando para su día especial en su vida. Terminando el proceso la maquilladora se despide con un agradecimiento de parte de la mujer sentada firmemente en la silla, cuando se levanta fijando la mirada penetrante en el vestido de novia de color champán envuelto en una bolsa transparente. Llega un hombre alto de cabello ondulado y le da instrucciones de donde está el probador para que se vista ya que está contra el tiempo. Surge del probador sonriendo pero tímida acoplando sus manos juntas cuando el hombre toma la cola del vestido sonriendo con emoción que contagia el ambiente y le indica que se siente con cuidado para tratar de no arruinar la alargada cola. El hombre empieza por arreglar su melena alisada que debe de igual con el maquillaje que resalta más sus características físicas queriendo llamar la atención, después de todo es el dia de su boda. Mientras el personal del edificio se hallan corriendo de un lado a otro para poder terminar los últimos retoques de la novia.

—Señorita Eliette, hemos terminado—habla el hombre extasiado por la obra de arte que ha logrado a hacer. De un momento a otro, unas dos mujeres entran en la habitación con un velo largo doblado para que no se ensucie y prosiguen a colocarlo en el extenso cabello de color café oscuro.—¡Magnífico! ¡Extiendan ese velo con delicadeza!

—Si, señor—. Las dos mujeres al mismo tiempo hablan afirmando. Una alarga el velo y la otra lo prensan en el cabello ya terminado. Para terminar traen un ramo de rosas adornadas que combinan con el vestido.

—Gracias, Gabriel y al personal por sus esfuerzos—toma las manos de Gabriel al cual se encuentra a lado de la silla y se alza para quedar a la misma estatura de Gabriel—¿Pueden dejarme a solas? Creo que necesito tener un tiempo a solas antes de llegar a la recepción me siento un poco incómoda por el vestuario.

Las personas se retiran cordialmente cerrando la puerta dejando a Eliette a solas en la habitación. Sin más, Eliette voltea dejando atrás el rostro sonriente habitual que sostuvo mayormente el tiempo que estuvieron embelleciendo su físico, era un arduo trabajo que encomendaban para verse bien en el día más grande de su vida. Antes de moverse, levanta levemente el vestido de corte princesa con bordados y sin mucha pedrería. Da un recorrido al lugar para asegurarse de seguir con el acto, se dirige por su bolso y lo abre tomando su teléfono electrónico para marcar apresuradamente un número que la deja en el buzón diciendo que deje un mensaje. Vuelve a marcar el mismo número volteando a verse en el espejo, vestida de novia como menos se lo esperaba.

—¡Aaron, contesta!—habla exclamando en susurros por última vez al colgar la llamada, ya que abrieron de sorpresa la puerta dejándola por unos segundos pasmada para reaccionar sonriendo a carcajadas para soltar su bolso al cual lo sostenía con la mano izquierda y el teléfono con la mano derecha.—¡Madre, no te preocupes! ¡Te quiero mucho!

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