Era el ultimo tequila y estábamos empatados.
- Espera!- me dice Samuel- hay que ver que quiere cada uno para que después alguno de los dos logre su apuesta.- eso me hace reír.
- Jajaja. Si me conocieras, sabrías que yo siempre cumplo con mi palabra.-
- Ok. Si gano quiero un beso tuyo, pero un buen beso.- me mira con una ceja arqueada.
- Esta bien, no voy a discutir eso, pero si yo gano quiero una semana completa de franco.-
- Ehh. Esto no es así, dijimos que las cuestiones laborales solo quedaban en el hospital.-
- No seria valida para mi si a vos no te costara nada.-
- Ok. OK. Esta bien.- me tiende la mano en forma de cerrar el trato, la toma y le doy un fuerte apretón que lo hace sonreír.
- Lista?- asiento - bien, uno, dos y tres, ya!-
Sal, tequila y limón, creo que gane digo para mi muy orgullosa.
- Si si si!! Te gane!!- y yo ahora me quiero matar, pienso - te lo dije nena! Vas a tener que darme un buen beso.-
- Para! Te saltaste algo! Como lo pudiste hacer tan rápido?- le pregunto asombrada.
- Lo hizo absolutamente todo señorita.- se entromete el camarero, ganándose mi mejor cara de orto. Vuelvo mi atención a Samuel que me sonríe victorioso.
- Esta bien! No soy mala perdedora.- levanto mis manos rindiéndose - ahora veni así te doy el beso y terminamos con esto.-
- No mamita, tomemos unos tragos mas y después los besos!- los besos? Dijo los besos o yo escuche mal? Pienso. Igual no dije nada, hicimos lo que el quería y continuamos bailando.
- Por lo visto sabes bailar.- me dice al oído.
- Claro que si y vos no te quedas atrás, bailas muy bien.- digo meneando mi cadera rozandolo descaradamente.
- Y te gusta bailar así?- se pega mas a mi espalda y estoy segura que por el alcohol que tengo en mi cuerpo me encanta lo que hace.
- Para que mentirte, me gusta!-
- Y si hago esto?- me acaricia debajo de la oreja, va hacia mi mentón, muy despacio para luego bajar por mi escote delantero, todo esto con el en mi espalda.
Me doy vuelta para mirarlo y los dos estamos con una sonrisa seductora.
- Me gusta y mucho- me acerco a él- si te hago esto a vos, te gusta?- empiezo a darle unos besos en su cuello, esforzándome de que sean lo mas despacio pero mas seductores posible. Maitena! En serio estas haciendo esto? Mi subconsciente recordandome de algo que quizás mañana lamente, callate me digo a mi misma, hoy quiero disfrutar.
- Mmm.. Me encanta.-
Seguimos jugueteando de esta manera hasta que no lo aguanto mas.
- Ya basta de este juego - me separo de él haciendo que se asombre, debo parecer una histérica pero no me importa- me voy a casa.-
- Que pasa, hice algo mal?- trata de seguirme el paso.
- No es eso, solo que siento que esto se nos esta yendo de las manos.-
- Solo estamos jugando un poco Maite, que te preocupa?- puuuf muchas cosas me preocupan.
- Que pasen a mayores?- digo y suena mas dudoso de lo que pretendía.
- Jajaja. Somos mayores nena. Por ahora solo jugamos a coquetearnos, que a ambos nos gusta, disfrutemos del momento, si?-
- Todo bien Sam pero igual quiero irme a casa.- me mira y después de unos segundos asiente.
- Te dejo ir si dejas que te lleve - asiento y vamos juntos a buscar nuestros abrigos, ni me molesto en avisarle a las chicas porque cada una esta en la suya.
Subimos a su auto, le dije la dirección de mi casa. El trayecto fue silencioso pero no incomodo por lo menos yo estaba muy a gusto. Cuando llegamos baja para acompañarme a la puerta. Nos miramos.
- La pase muy bien hoy, me divertí mucho.-
- Samuel no hace falta que seas gentil.-
- No lo soy, realmente me gusto pasar tiempo con vos.- me acaricia la cara con el dorso de su mano.
- Quéres pasar? Digo a tomar un café o unos mates.-
- Un café estaría bien, porque el mate mas el alcohol de esta noche no creo que sean buen resultado para mi estomago mañana.- esto nos hace reír a los dos. Nos metemos en el ascensor, solo nos miramos, ninguno quiere perderse de nada del otro. Se abren las puertas.
- Por acá.- llego a la puerta de mi departamento, ambos entramos - ponete cómodo donde quieras, voy a sacarme esta mierda que llamamos ropa.-
Voy hasta mi habitación y me cambio lo mas rápido posible. Me pongo un pantalón piyama y una remera musculosa muy grande que uso para dormir. Me importa bien poco mi apariencia en este momento.
Cuando vuelvo al living lo encuentro mirando las fotos que tengo sobre un mueble.
- Por lo que veo sos muy parecida a tu mama, es muy bonita.-
- Lo era - me mira sin entender - hace un año y medio mis padres fallecieron en un accidente de transito.- su mirada se vuelve triste.
- Perdón. No hablemos de eso si no queres.-
- No hay problema, estoy bien. Además gracias a su accidente yo puedo tener mi propio departamento.- hago un ademán de reverencia hacia el departamento.
- Eso explica todo, porque es un departamento muy grande para vos.-
- Si y mi sueldo ni ahí llega a pagar el alquiler de uno así - me sonrió - además por lo general Abby esta acá.-
- Si se ve que son muy unidas.-
- Queres solo café o también algo para comer?- digo mientras me dirijo a la cocina.
- Si no hay problema ambas cosas estaría bien.-
- Vení, no te quedes allá!! No me gusta estar a los gritos.-
- Acá estoy! - dice entrando a la cocina - sabes? Me gusta tu ropa.- me señala rápidamente de arriba abajo.
- Jajaja. Es mi ropa para dormir.- le alcanzo la taza de café y dejo sobre el desayunador un plato con algunos sanguches de miga.
- No dejas de sorprenderme. No te importa que te vea vestida así?-
- La verdad que no, porque lo que importa es lo de adentro, lo de afuera es pura fachada.-
- Aun así amas tus tatuajes.-
- Así es, le prometí a Abby no tatuarme la cara pero después no tengo limites.- le guineo un ojo.
- Así que no tenes limites?- claramente me esta hablando el segundo sentido.
- No, no tengo ningún tipo de limites.- digo en el mismo tono de su voz.

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Creer que el amor existe
RomanceSiempre nos preguntaremos si el amor realmente existe, si somos dignos de que alguien nos ame tanto mas que a su propia vida. Maitena después de creer que todo esta terminado el amor, de nuevo aparece una persona que la desafía a no dejar de creer...