Capitulo Seis: Su Hermosa Compañía

1.9K 150 41
                                    

Marinette acudía a casa de Gabriel todas las tardes para continuar su trabajo, al principio solo recortaba las bases de lo que sería su bikini y seguía los consejos que Gabriel le daba para no cortar de más la tela.

Trabaja en el mismo lugar donde Gabriel había creado sus famosas líneas de ropa y los costosos vestidos que lo habían hecho popular en el mundo de la moda.

De vez en cuando Gabriel la miraba desde la puerta, tan concentrada y hermosa. A veces sonriente y otras parecía estar tan abstraída en sus pensamientos que ni siquiera lo veía entrar. A veces la observaba durante tanto tiempo que no se percataba que las horas pasaban y ella tenía que irse de nuevo a su casa.

Los latidos de su corazón se hacían siempre presentes, verla significaba para su pecho correr un maratón, latía sin parar hasta que ella se marchaba. A veces incluso en sus sueños la veía y ahí hacía más que solo verla, la abrazaba, podía oler el perfume que usaba y aun cuando no quería hacerlo se veía besando los labios de Marinette, tan suaves y dulces.

Se avergonzaba de soñar ese tipo de cosas, a veces olvidaba que él era un adulto y debía controlarse pero ¿Cómo se controla un corazón que ha comenzado a enamorarse?

Marinette por su lado se sentía como en un sueño hermoso, trabaja con el mejor diseñador y este la hacía sonreír cada vez que la miraba. Aunque hablaran poco Marinette siempre sentía la mirada de Gabriel sobre ella. Vigilándola desde lejos, tal vez más de lo que un hombre debería hacer pero aun así le gustaba sentir su mirada pendiente de cada paso que ella daba.

Ojala tuviera a Alya para platicar con ella sobre estas cosas, ojala dejaran de pasar en las noticias a Adrien de la mano de esa chica. Sentía vacío el pecho cada vez que eso ocurría y al mismo tiempo cada vez menos dolor. Quizás necesitaba distraerse y buscar nuevas cosas y en parte lo estaba logrando porque Gabriel la ayudaba a no pensar en ello.

Gabriel siempre estaba en sus pensamientos, aunque las vacaciones no durarían para siempre ella aprovechaba cada momento.

En cierta ocasión Marinette decidió quedarse hasta tarde en casa de Gabriel, debía regresar pues pronto serían las 2:00 de la madrugada. Estaba poniendo los últimos detalles a su diseño, unas cuantas cosas más y estaría terminado. No tendría que regresar a casa de Gabriel y eso en el fondo la ponía triste.

Se quedó dormida sobre la mesa, en las manos tenía un pegamento especial para telas y en la otra un retazo que iba a colocar antes de caer en brazos de Morfeo. Gabriel entro a la habitación con unas tazas con café y vio a Marinette durmiendo, dejo las tazas en un extremo de la mesa y con cuidado se acercó, al parecer ella estaba hablando entre sueños pero hablaba tan bajo que apenas y podía escuchar lo que decía.

-No Adrien... ya no te amo...- la chica sollozaba entre sueños- yo me estoy enamorando de Gabriel...

Gabriel se quedó paralizado al escuchar eso, sería verdad las palabras que acaba de decir Marinette. Nunca se imaginó que el chico que la había rechazado era su propio hijo, pero él sabía de sobra que este se encontraba saliendo con otra chica, era verdad que nunca le había prestado atención a Marinette y eso le hizo sentirse feliz.

Gabriel se agacho hasta la altura del rostro de Marinette y la beso levemente en los labios, él se encargaría de reparar su corazón.

Las pesadillas que ella estaba teniendo eran horribles, Alya no dejaba de decir el nombre de Adrien para hacerla sentir mal. Estaba cansada de eso y aunque tratara de correr en su mente esa voz la seguía.

Entonces vio a Adrien en sus sueños, acercándose a ella mientras le decía que había pensado en darle una oportunidad. Ante ella había un callejón enorme, no podía salir estaba atrapada. Adrien se acercaba a ella y no podía escapar, él se acercó y la sujeto por la cintura. Despertó cuando sintió los labios de Adrien besarla, pero se sorprendió cuando descubrió a Gabriel dándole un beso.

-¿Qué... qué hace?- pregunto Marinette sonrojada.

-Me estoy enamorando de ti- respondió Gabriel con una sonrisa.

Ambos se quedaron mirándose intensamente a los ojos, ninguno de los dos decía palabra alguna.

En el fondo ambos se estaban enamorando cada vez más.


Otra Oportunidad Para Amar... (Gabrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora