Bittersweet ; [yoongi] ; EN EDICIÓN

❝아홉❞

Yoongi estaba acercándose peligrosamente a mi. ¿Acaso iba a besarme? Mi pulso se aceleró, no podía reaccionar. Estaba a centímetros de mi cara, podía sentir su respiración chocar con mi cara. Sentí un líquido caer en mis piernas y rápidamente miré hacia abajo. Mi helado se estaba derritiendo sobre mi. Yoongi se reincorporó con rapidez y rascó su nuca de manera nerviosa. ¿Qué diablos estaba a punto de pasar?

—Te extrañé —Habló una voz femenina a mis espaldas y sentí unos brazos rodearme.

—Te vi hace dos días —Reí mirando a mi amiga.

—Como sea, hoy voy a tu casa.

—Como todos los días.

—¿Qué hiciste ayer? —Me preguntó sentándose enfrente de mi.

—Fui de compras con Yoongi.

—Uhh... —No, por favor que no empiece— ¿Y qué tal?

—Pues ya sabes Hee, lo normal. 

No quería contarle lo que pasó en la heladería, aún yo no lo podía asimilar y estoy segura que no dejará pasar la oportunidad para molestarme.

—¿Y con Jimin? ¿Nada nuevo? —Yo negué.

Ya era sábado, había llegado la esperada cena entre familias, mi padre llegaba de los Ángeles en la mañana por los que debe estar de camino hacia la casa. Me levanté con pereza de mi cama y bajé dando un gran bostezo.

—Buenos di... ¿Yoongi? —Pregunté al chico que estaba comiendo una manzana.

—Buenos días, lindo peinado —Me miró burlón.

—Acabo de levantarme.

—Estás linda como sea, tranquila.  

—¿Y Sam y Minho? —Pregunté evadiendo su comentario.

—Salieron.

—Oh... Bien, iré a bañarme.

Subí a mi habitación y me miré en el espejo. Mi cabello era un lío, mi pijama de gatitos, ¡Que vergüenza! 

Había tomado una ducha relajante, había depilado mis piernas y me había lavado el cabello. Necesitaba esto. Me dirigí hacia mi habitación para cambiarme.

—Lindo cuarto.