MUERTO

II.

Giorno estaba nervioso, la gente de la otra organización hablaba muy despacio...muy lento se movía todo, miro a Mista que ponía atención a lo que decía el otro jefe, aquellos labios olor cereza, estaban matando al rubio.

-"¡Vamos Giorno!"- se dijo así mismo.

-¿Señor, que quiere de postre?- le preguntaron a Giorno.

-Un pastel de cerezas...- miro a Mista que con su lengua se quitaba aquel color rojo.

-Pues no queda más que decir, señor Giovanna.- le estiraban la mano.-Es usted alguien frio y seguro en los negocios...

-"¿En verdad?"- Mista había dicho eso... o fue otra ilusión de Giorno.

-Muchas gracias. Pero por favor, quédense al final.

-Gracias, pero no podemos... usted es joven y con un cuerpo...

-"¡HERMOSO!"- Mista... (Suspiro Giorno)

-Gracias por el cumplido.- se inclinó ante él.-Espero trabajar nuevamente con usted.

Pasaron unos minutos, Giorno suspiro tan fuerte que las copas se romperían.

-¿Estas bien?- volvió a preguntar Trish.

-Son los nervios.

-Su pastel de cerezas, señor.- una rebanada con crema a un lado y dos cerezas decoraban el postre, miro nuevamente a Mista, dándole la espalda y giro unos cuantos grados... solo para ver...aquellos labios sabor cereza nuevamente.

-¿Giorno?- preguntó la joven quien tomaba una cereza del pastel... pronto se dio cuenta... de las provocaciones de Mista.

-"¿Así que por eso era...?"- sonrió un poco.-"Creó que ayudare un poco más."

-Oye Mista, traes el libro contigo.- Mista volteó a verlos, tan rápido hizo eso, Giorno se giro al pastel y jugueteo con su cereza.-Mira Giorno... es un libro de poemas que Mista se encontró en el jardín. ¿Por qué no lo lees tu? Me gusto el poema que recitaste esta mañana...¿Por quien mueres Giorno?

El rubio se sonrojo más, Mista solo bajo la mirada.

-Tu voz es hermosa, por favor, lee...- dijo Mista quien lo miro directo, Giorno algo molesto tomo el libro...

"Sé cómo se siente Amor,
Como muerde el Corazón,
cuando se entrega el Alma.

Perdón,
Nunca quise hacerte Mal,
pero siempre que me acerco al Fuego,
Se me escurre el Diablo.

Siento que me voy a Morir,
Contemplando la membrana Azul,
De tus ojos fulminando el Tiempo,
y el Espacio.

Siento que me voy a hundir,
Que mis labios no funcionan más,
y que tus lágrimas de láser,
Desintegran mis palabras.

Muerto, muerto..."

Mista suspiro al final del poema, viendo los hermosos ojos celestes de Giorno, le sonrió con sus labios de cereza. Giorno ya estaba muerto para aquellos momentos, que tomo la cereza y la lamió, Mista se sonrojo tanto.

-Es hora de irnos.- tocó la frente de Giorno.-¡Por dios estas ardiendo!

-Verdad.- dijo sin saber, Giorno miro a Trish como un idiota, pero la chica hizo como si no hubiera oído tal respuesta.

-Debemos regresar.

Una vez estando de regreso, Trish tardó más de lo esperado, Giorno divagaba en sueños y movía sus pies, pero sentía aquella mirada oscura que le recorría su cuerpo.

-¡No tengo el medicamente!- Trish era tan buena actriz.-Iré por él, tardare un poco. Préstame las llaves Mista.

Antes de que los dos dijeran algo, la peli rosada las tomó y salió de la habitación...