-Yo sé cómo se siente.- dijo Mista sonrojado.
Los ojos azules cayeron en él...
-No hay nada más que hacer. Me voy a morir.- le contestó.- ¿Si eres un libro abierto?- decía divagando.-Muerto, muerto...
-Giorno yo...
-Quiero un pastel de cerezas.- se levantó de manera rápida.-Sabes Mista, siempre que me acercó al fuego...-caminaba hacia él.-Se me escurre el diablo.
Mista lo tomo por los hombros.
-¿Quién lo escribió?- pregunto Mista, aquel poema fue de Giorno y de lo que sentía cada vez que miraba a su fiel guardaespaldas.- ¡Desintegras mi alma!
-Se cómo se siente amor... como duele el corazón.- Giorno juguetea con la corbata de Mista.
-Cuando se entrega el alma.- Mista sufría de la misma fiebre que Giorno, le besó su mano.
-Perdón, nunca quise hacerte mal... siempre que me acercó al fuego... seme escurre el diablo.- le contestó mientras le quitaba la camisa blanca y Mista le entregaba sus labios sabor cereza.
Giorno repasaba con su lengua el contorno de aquellos labios rojos, Mista suspiraba y se dejó caer en la cama mientras que Giorno comenzó a morderlo en el cuello. Le quitaba la chaqueta y la camisa blanca, jugueteo un poco con los pezones del moreno y volvía a subir para coronar su lengua en un besó profundo.
-Siento que me voy a morir.- le decía Mista.-Contemplando la membrana azul de tus ojos fulminando el tiempo y el espacio.
Giorno le miraba, se besaban tan apasionadamente que la habitación era el mismo infierno, las cobijas prendieron en fuego al sentí el peso de los cuerpos y las caricias mutuas.
Mista lo jalo de los cabellos y recorrió el cuerpo del rubio, cada rincón disponible, le acariciaba de arriba abajo y se estremecía al llegar a sus caderas. Sus labios rojos marcaron cada rincón, el olor cereza se impregno en el cuerpo de Giorno que gemía el nombre de Mista cada que sus labios se separaban.
-Siento que me voy a hundir, que mis labios no funcionan más.
Mista comenzó a acariciarle la parte baja, Giorno gemía, estaba tan rojo que bajo aquel aspecto angelical si... era el mismo diablo. Mista comenzó a besarlo ahí abajo, le quito los pantalones y con sus labios sabor cereza, jugueteaba con el miembro de su amado jefe.
-Que tus lágrimas de láser, desintegran mis palabras...- suspiro Giorno al sentir la cavidad húmeda de Guido. Giorno curveo su espalda en acto violento, y las manos traviesas de Mista recorrían el cuerpo flotante del rubio.
La espalda de rubio estaba llena de besos rojos, sintió como el moreno le abría las piernas.
-Siento que me voy a morir...- Mista le beso el cuello.-Siempre que me acercó al fuego, se me escurre el diablo.
Giorno sonreía y gemía, Mista lo empujaba hacia adelante y se agarraba de sus caderas, aquellos besos sabor cereza marcaban su cuello. En otra posición, Giorno le tomaba la espalda y de sus cabellos, arrancando unos cuantos, mordisqueaba la oreja de Mista.
-Muerto, muerto...- sus miradas se unieron en el acto carnal.
Giorno se agarraba de las sabanas, Mista empezó a moverse con más velocidad, marcó el pecho de su amado. Cada vez más, se contraían, se acercaban más el uno al otro, la agitación estaba en su clímax... Las embestidas eran más rápidas, Giorno gritaba el nombre de Mista y le pedía que acabara con él, que manchara su interior y le apagara la fiebre que tenía, quería morir en los brazos de Mista.
Y Mista se entregó a él, le entregó su alma al Diablo.

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MUERTO
FanfictionSiempre que me acerco al fuego, se me escurre el diablo. ADVERTENCIA: Yaoi y algo de lemon, si no te gusta no lo leas y me base en la canción de "DEAD" del grupo mexicano Zoé. (っ˘u˘ς)