Prohibido Infectarse

capitulo 17

Un trueno se escuchó muy, muy cerca de donde yo me encontraba haciendo que me sobresaltara. Había llovido desde que Daniel y yo nos separamos.

Casi no dormía era difícil descansar completamente y estar atenta a todo lo que pasaba a mi alrededor, sin mencionar a que Daniel se había quedo con toda la comida y no es que era muy fácil encontrar comida por aquí; a duras penas había algo de animales y en su mayoría no tenían mucha carne que ofrecer. Me alimentaba de plantas que encontraba, pero no eran suficientes, me mantenían con vida, pero no más.

Me levanté de mi pequeño e improvisado refugio que por cierto ya no servía la lluvia lo había dañado, recogí mi mochila y seguí mi camino como buenamente pude.

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El sol era abrasador, era increíble cómo había pasado de estar empapada a cocinarme; si mal no recuerdo de alguno de los libros que robe, este cambio climático se debía a la contaminación que había en el ambiente.

Caminaba por una carretera, limitándome a pensar que ya no estaba muy lejos; era obvio que mentía no tenía ni la más remota idea de en donde estaba- ¿Por qué demonios no le robe el mapa? - me repetía en mi cabeza.

En un segundo un olor nauseabundo inundo mis fosas nasales. Mierda lo que me faltaba, infectados; como si no tuviera suficientes problemas. Me puse alerta, para mi suerte cerca de mí había un pedazo de madera algo roído por el tiempo, pero servía.

De un segundo al otro aparecieron siquiera 10 infectados corriendo hacia mí. Eran demasiados para intentar pelear. Corrí lo máximo que mis fuerzas me daban, sentía sus pasos y agitadas respiraciones en mi cuello, volví la cabeza para revisar que tan cerca estaba. Como temía, me pisaban los talones, al regresar mi cabeza descubrí una enorme piedra a la cual me iba a precipitar indudablemente.

Como dije antes caí torciéndome el pie en el proceso. Aguantando el dolor me pare agarrando la tabla firmemente, al llegar el primero lo golpe con todas mis fuerzas, igual con el segundo y el tercero (no eran diez como yo pensaba, simplemente 4; soy muy exagerada) para el cuarto los tres anteriores ya se estaban levantando listos para atacar. Apreté más mi agarre y ataque a uno que estaba por levantarse completamente, en el golpe el palo se rompió haciendo que toda una mitad del mismo saliera volando hacia alguna parte. Con la impresión deje que uno me diera un fuerte manotazo en la cabeza haciendo que me estrellara contra el pavimento.

Con igual rapidez que la primera vez me levante del suelo, sacando un cuchillo de mi maleta, obviamente era más frágil que la tabla, por el uso y por q casi ya no tenía filo. Me encare a los monstruos dispuesta a no dejarme vencer tan fácil.

Me moví con agilidad tratando de evitar las mordidas y rasguños de los infectados, tomé a uno por la espalda clavándole en cuchillo en el cuello, matándolo al instante. Enseguida los tres restantes se lanzaron a atacarme, corrí para separarlos y si tengo suerte deshacerme de ellos. En un segundo intenté dar la vuelta para perder a uno que me perseguía, pero al girar me encontré con otro listo para atacar.

Tendría suerte si me libraba de esta.

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Me encontraba en el medio de tres cuerpos, en un segundo caí al piso rendida en caer una punzada de dolor me invadió, haciendo que mi mirada se nublara. Lleve mi mano a la zona; por desgracia observe como esta se llenaba de sangre tibia.me levante reuniendo fuerzas y camine a un lado de la carretera con la intención de esconderme en un vehículo abandonado. Apenas llegue me deje caer perdiendo el conocimiento.

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-Em, despierta- me decía una suave voz muy conocida para mí -debes levantarte. Te necesito- era Kendall, el me necesitaba tenía que levantarme. Arriba.

Desperté en el mismo vehículo sucio. Ya había anochecido y con mis heridas sería mejor no arriesgar mi suerte y seguir por la mañana.

Tenía que ver que tan mal estaban mis heridas, tenía mi tobillo torcido por la caída; pero sobrevira, mis brazos y manos estaban llenos de sangre con algunas cortes por raspones y golpes, pero no mordidas o rasguños de infectados; aun así, dolían, pero no eran graves.

Al ver que no tenía nada muy mortal rasgue un pedazo de un borde de mi camiseta y vente mis brazos, manos y tobillo. Me levante. Dure exactamente 4 segundos de pie antes de desplomarme en el suelo; un punzante dolor me invadió, el dolor provenía del estómago, al levantar mi blusa me topé con una gran herida, no sé con qué me la hice pero era profunda. La herida era más o menos de una pulgada y estaba al rojo vivo.

Con el fin de intentar que no saliera más sangre puse mi mano en la herida y me levante, salí de la carretera para intentar buscar algo que me ayudase; no había caminado mucho o tal vez sí, no lo sabía y dolor y la pérdida de sangre hacían que mi mente divagara. Encontré un pequeño y riachuelo sin pensar lo lave lo más que pude mí herida con el fin que no se infectara.

Mi mente divagaba por momentos, el dolor me consumía totalmente impidiéndome pensar estratégicamente, me movía lentamente intentando no provocar más dolor. Pero cada vez perdía mas sangre sin contar con el hecho que no había dormido ni comido en...en que día era? Ni siquiera podía recordar completamente detalles tan sencillos como ese necesitaba descansar aunque sea un par de horas.

Me arrastre hasta un viejo árbol y me arrime a él lo más que pude con suerte no habría más infectados en esta área, lo cual era muy improbable. No tenía fuerzas iba a morir en el lodo desangrada –bien echo Eimy – me decía a mí misma.

Ya no sabía que hacer mejor dicho no podía hacer nada, me sentía inútil desperdicie mi valioso tiempo; si hubiera sido más inteligente a la hora de proveer el futuro no estaría en esta situación. Pero no tenía que ser impulsiva, que tonta fui.

Me reí de mi misma provocando más dolor y que salga más sangre, pero ya no importa la situación no puede empeorar.

Como si el universo me odiara un infectado se acercaba a mi ubicación, era el fin.

-lo siento Kendal, perdóname – dije cerrando mis ojos para esperar lo peor.

El sonido de un corte me saco de mi trance al abrir los ojos deslumbre una figura antes de que mi vista se volviera negra, dejándome inconsciente.

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