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│Narra JiMin │

Genial, mi papá había salido del país por el aniversario número no sé qué  de una de sus empresas. 
Y ahí estaba yo, solo en mi habitación, tratando de escoger un atuendo adecuado para aquella noche. No me iba a quedar encerrado cuando podría bien estar en una discoteca bailando, bebiendo y ligando con la o el primero que se me ponga enfrente.
Después de todo, ¿quién iba a impedirlo?, ¿mi papá? ¡JÁ! ... Era  más probable que mi convertible blanco se convierta en calabaza después de la media noche.

Me coloqué un par de jeans negros bien ajustados que marcasen mis bien formadas piernas y ¿porqué no?, mi bonito trasero.  Esta prenda  era adornada por unos cuantos cortes que comenzaban justo encima de la rodilla, dejando ver algo de mi piel.
Arriba llevaba una camiseta holgada bastante simple, sobre esta una chaqueta de cuero negra que contrastaba perfecta con mi atuendo.
Acomodé mi cabello de forma un tanto revuelta y después me coloqué un par de joyas. Unos cuantos anillos y un collar largo de plata con pequeños diamantes.

Sonreí al verme al espejo, para después terminar de perfumarme y finalmente salir de mi casa.
Tuve que escurrirme de los gorilas que mi padre había puesto a cuidarme, era estúpida la sobre-protección que me daba, sinceramente era agobiante. Soy joven, merezco divertirme y no pienso quedarme encerrado en mi bonita jaula de oro, era hora de pasarla bien.



En la discoteca


Habían pasado no más de una hora treinta minutos de haber llegado y yo estaba divirtiéndome tanto. Justo en ese instante bailaba con una hermosa rubia de escote pronunciado que susurraba insistente contra  mi oído que tenía un apartamento cerca de ahí para estar solos, pero ¿qué podría hacer?; no me gustaban las mujeres, no para algo que no fuese simplemente bailar y juguetear un poco, pero al tenerlas cerca simplemente no era mi estilo. 

Otra cosa es que yo nunca... Ya sabes, nunca había ''estado, estado'' con alguien.
¡No pongas esa cara! ¿ok?, tampoco es como si fuese una putilla que se va a la cama con el primero que se le pone en frente. De hecho le temo mucho a intimar con alguien.
Sí, sí ya lo sé, no lo aparento pero esa es  la idea.

Tomé un par de tragos en la barra cuando uno de mis amigos se sentó junto a mi, comenzó a contarme a cuantas chicas les había metido mano, incluso terminó contando que una de tantas le ofreció un oral en el baño. Este reía como desquiciado debido a las varias botellas que se había metido, lo cual me parecía entre ridículo y divertido.
Uno de mis otros amigos se acercó un tanto distraído, trató de sentarse sin tambalearse mientras humedecía sus labios y sin apartar su vista  de la parte trasera del bar.

—J-JiMin, viejo... ¿Qué hiciste para merecer tanta bondad de parte de los dioses?, JO-DER hermano, te envidio. —Dijo este para finalmente verme entre risas.
Yo fruncí el ceño bastante confundido, pero fue hasta segundos después que articulé.

—¿De qué demonios hablas?, ¿ahora con que te drogaste, SungJong? —Este soltó una coqueta sonrisa hacía la misma dirección que observaba desde que llegó, fue entonces que volteé y mi mentón casi toca el suelo. Jodida maravilla hecha hombre.

—No te ha quitado la mirada desde que llegó... Mierda, te envidio tanto. —Dijo mordiendo su labial inferior en dirección al guapísimo chico en el cual mis ojos se perdieron.
Joder, era tan atractivo, estaba tomando lo que parecía ser una cerveza en compañía de tres chicos más que de igual modo me observaban a mi, pero estos regresaban su mirar a él como si supieran algo. 

Tragué saliva, ya me encontraba nervioso. Sus penetrantes ojos parecían desnudarme y acorralarme como un lobo lo haría con su presa.
Cerré mis puños y fruncí el ceño, ¿quién era ese imbécil para ponerme así?, era un completo ... Un completo...  Un completo chico malo con el que no me importaría irme al mismísimo infierno.

PSYCHO╰╮ HopeMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora