XIV: Correcto y prudente.

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Estaba seguro que sus ojos le estaban mintiendo, lo estaban engañando, estaba seguro de que lo que estaba viendo debía ser una cruel mentira. La princesa Gemma le advirtió que su hermano dio una promesa de quitar a cualquiera de su camino para llegar a Louis... Y al parecer el príncipe estaba cumpliendo con sus palabras. Su vista se estaba nublando por las lágrimas de rabia acumuladas, las venas de sus manos se estaban marcando junto a sus tendones. Con una mano firme y un dolor en el pecho agarró el mango de su espada, teniendo un agarre potente. Todo su cuerpo estaba tenso, cada vez que daba un paso sentía como la desesperación y la furia dominaban más a su cuerpo.

Comenzó con respiraciones profundas y lentas para intentar calmarse, pisaba con tanta fuerza mientras avanzaba al templo que la arena bajo sus pies se hundía. Realmente estaba muy enojado consigo mismo al no estar más atento a las acciones del príncipe; como el pequeño aposento que le regaló a Louis, las malditas rosas que observaba cada mañana en una esquina de la puerta cuando el omega abría esta para regalarle una sonrisa, ese anillo preciso que vio en un de sus dedos por un tiempo, y sobre todo... Ese maldito olor a canela impregnado en la piel y ropa de Louis últimamente.

Todo estaría en penumbras si no fuera por las antorchas y velas. En sus ojos todavía se encontraban esas lágrimas de fuego que no entendía por qué seguían allí. Un paso más y estaría entrando al templo, pero un grito de un joven detuvo su andar.

"¡Zayne!"

No se dio la vuela, no necesitaba hacerlo. Era Niall, el beta que siempre trataba de sacarle una sonrisa a pesar de lo cansado que estaba algunas noches, pero esto debía enfrentarlo de una vez por todas y siguió caminado, ya no quería ser humillado, engañado, ya no quería recibir esas miradas de lástima que ahora, recién sabía su significado. Claro, ¿¡Cómo no se dio cuenta!? Esos murmullos cuando pasaba con Louis en los pasillos, las risas de los demás guardianes cuando se despedía de Louis o viceversa, y lo que más odiaba; cuando el príncipe Harry lo miraba con superioridad al momento de pasar por su lado.

Lo odiaba.

"¡Zayn!" El bufido que salió de su boca inevitablemente se convirtió en rugido... Eso asustó a Niall. El beta lo siguió en cuanto vio que el alfa estaba enojado. "¿Te... Te encuentras bien?" Zayn se giró hacia él con una mirada dura y fría, sus ojos estaba negros, sus pestañas mojadas y con una expresión furiosa. Retrocedió. "Lo.. Lo siento." su vista bajo y vio que sus nudillos estaban blancos, frunció el ceño y levanto la mirada, se dio cuenta en que lugar estaban y se alarmó. "Qué... ¿Zayn, qué estabas pensando hacer?"

La respiración del alfa era irregular, Zayn no se atrevió a hablar en un largo tiempo, después... Solo se desmoronó, aún mirando esa puerta y apretando su espada.

"¿Por qué?" Preguntó. "¡¿Por qué?!" El grito salió entrecortado y las lágrimas bajaron al mismo tiempo. "¡Te mataré! ¡A ti y a tu jodido padre! ¡¿Quién te crees para quitarme lo que es importante en mi vida?!"

Niall abrió los ojos enormemente, agarró a Zayn de los brazos y trató de llevarlo a otro lado, el alfa se resistía y seguía gritando, un grupo de pasos se estaban escuchando cada vez más fuerte.

"¡Tienes todo!" Zayn se estaba destruyendo, dejó que las barreras de cayeran y se permitió llorar y ser débil. Él no... no era una mala persona, no se merecía encontrarse en esa situación. "¿Por qué... Por qué me lo quitas?" Esa pregunta salió en un susurro tan bajo que Niall no pudo escucharlo.

"Vámonos, Zayne... Por favor."

Miró a los ojos agua de Niall, tenían desesperación, miedo. No quería que tuviera miedo. Niall lo jaló una vez más, y para sorpresa del beta Zayn cedió y lo siguió. Niall ya había visto las sombras de los guardianes. Salieron con tranquilidad para no llamar la atención de los demás y lo lograron. No sabían dónde se dirigían, tampoco les importaba. El viento que vino les hizo estremecerse, Niall cada cierto tiempo lo miraba, su rostro estaba tenso, su mirada perdida en el frente, y las lágrimas que lo traicionaron se encontraban secas. Él no conocía a ese alfa, solo al de la sonrisa ladina y de buen humor, no el caído y triste.

Awmygha [Omega] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora